Cuando hablamos de arquitectura victoriana, más que referirnos a un estilo arquitectónico, nos estamos refiriendo a la edificación que se produjo en un periodo histórico. La época victoriana que comenzó en 1837 cuando la reina Victoria accedió al trono de Inglaterra y podemos decir que termina en 1901.
Se desarrolló en el Reino Unido y muy especialmente en los Estados Unidos y adoptó un lenguaje revival con la utilización de diferentes estilos antiguos, combinándolos entre sí y formando una especie de pastiche ecléctico. Se mezcla el gótico con el románico que incorporan estructuras ocultas de acero; se combinan los órdenes greco-romanos con formas folclóricas y clasicismo italianizante.
La arquitectura victoriana resuelve los problemas de cubrición de grandes luces mediante el empleo de estructuras metálicas. Con el fin de obtener una planta diáfana, de superficie libre despejada de obstáculos, se sustituyen los muros interiores por hileras de pilares y jácenas que acaban empotrándose en las fachadas.
Los paramentos de las fachadas se nos presentan compuestos según una filigrana neo-gótica o de acuerdo con los órdenes clásicos, con pilastras, arquitrabes y frontones, que los encontramos ahí sin que tengan relación alguna con los elementos estructurales que reciben desde el interior.
Las fachadas no expresan la estructura que soportan, expresan otra cosa, incluso la pendiente de los frontones que vemos en el alzado va por un lado y la pendiente real de la cubierta va por otro.
La estructura aporta un orden propio, que en una arquitectura sincera debería expresarse en la composición de la fachada pero que en el estilo victoriano esto no ocurre.
La arquitectura victoriana expresa el puritanismo imperante en la época, presenta una fachada bien compuesta, ordenada y limpia que esconde un interior que es distinto: vigas y jácenas de acero, elementos incipientes de la producción industrial.
Si utilizamos un lenguaje panfletario podemos decir que la arquitectura utiliza el engaño de mostrar una cara de lo que no es.
La eliminación del falso puritanismo no llegará a la arquitectura hasta que Paxton con su Crystal Palace de 1859 (Londres) o Eiffel en la exposición universal de París que decididamente apuestan por la sinceridad de la estructura y su expresión en el orden de las fachadas y de la composición arquitectónica en general.
viernes, 8 de febrero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuando me tocó estudiar esto, nunca escuché o leí una explicación tan clara y amena sobre este tema. Así que te felicito por ello.
ResponderEliminarEsta arquitectura de la fachada, la tradición, la apariencia y el orden, que se viste con sombrero de bombín o Pamela de plumas y abalorios -aunque no salga el sol- podrá no ser sincera; pero retrata perfectamente el gusto y la mentalidad de los británicos; la de los mandamales y clases burguesas de los países miembros de la Common-Well y la de todos aquellos que aspiran a ser tan finos y elegantes como ellos...
Salud
Sí, amigo Kuto, lo que dices me hace pensar que, del mismo modo que la cara es el espejo del alma, podríamos llegar a decir que la arquitectura es el espejo de un pueblo, en este caso la arquitectura victoriana era la expresión de la hipocresía puritana anglosajona.
EliminarSalud
Tienes razón; Francesc. ... Igual como en Spain, "lo de Calatrava" ha sido el símbolo arquitectónico de la política de la desmesura y del despilfarro...
ResponderEliminarEspectáculo mediático, corrupciones, chanchullos, despilfarro, insostenibilidad, ostentación, presupuestos inflados, memez arquitectónica, vanidad de diseñador, soberbia de promotores privados o públicos, hormigón para la foto del día de la inauguración, conchabanzas, engreimiento lujoso, jactancia, inutilidad funcional, sobredimensionado de estructuras directamente proporcional al infradimensionado de las ideas o de la utilidad social, una caca de vaca en fin.
EliminarSalud
Gracias por la explicación, no tenía mucha idea de lo que era la arquitectura victoriana.
ResponderEliminarAmigo Miquel, en Barcelona hay ejemplos de arquitectura victoriana, mucha gente ha llegado a calificar como modernismo algo que es claramente victoriano, de hecho en el saco del modernismo se meten muchas cosas.
EliminarSalud
Marcó un estilo, que aun hoy en día para decir que una casa es de alto standing siempre se menciona el estilo Victoriano.
ResponderEliminarMe gustan: las técnicas que se emplearon en ellas.Pero una edificación de estas dimensiones es insostenible.Opto por lo práctico,diáfano y sostenible.En esas épocas tener servicio era casi gratuito.
Feliz fin de semana.
Saludos.
Mi querida Bretha, esto del alto standing es una memez más de las que acompañan a la arquitectura, se consideran unos estilos como "chic" y otros como vulgares. No voy ha hacer una apología de la arquitectura de La Obra Sindical del Hogar ni de los polígonos residenciales que se construyeron en el extrarradio de las ciudades para albergar una población trabajadora, pero usando la razón constructiva y el buen hacer arquitectónico nadie puede negar que la arquitectura "esa humilde" sea mala o peor que la arquitectura victoriana.
Eliminarsalud
¡Chapeau! Magistral exposición. Sinceridad arquitectónica. Menos es más. Bauhaus...
ResponderEliminarSalud, maestro.
Salamandrágora, la sinceridad constructiva es condición indispensable para considerar que una arquitectura tiene o no calidad. Muchas veces la opinión interesada de promotores altera el gusto del usuario y nos dan gato por liebre.
EliminarLa arquitectura debe responder a las necesidades humanas y como arte que es, debe ser fiel a la expresión formal de su tiempo. La arquitectura victoriana parece que sí expresaba el sentido puritano de su tiempo, a saber: unas fachadas bonitas por fuera, pero que escondían una organización espacial interior que no se correspondía con tanta hermosura. ¡bah, cosas que tiene el puritanismo!
Salud
"Espectáculo mediático, corrupciones, chanchullos, ... , una caca de vaca en fin."
ResponderEliminarNo creo que se pueda describir mejor el espectáculo de circo en el que nos hemos visto metidos.
Bueno, he de rectificar: el clown de circo conserva una dignidad que le sitúa a años luz de los choricetes que han hecho posible la penosa situación actual.
Un placer leerle.
Estimado colega Javier, seguramente me he pasado con tanto adjetivo, pero a veces, viendo tantas luces de candilejas y tanto charlatan mediático, uno pierde la continencia.
EliminarSalud