Tuve la fortuna de tener como profesor de la asignatura de proyectos a Rafael Moneo. Nos hacía unos razonamientos sobre la organización del espacio arquitectónico que nos sorprendían. No estabamos acostumbrados a aquellos planteamientos y al principio nos costaba entender sus clases. Poco a poco, los silencios prolongados que intercalaba en su discurso nos fueron seduciendo. Con él aprendimos la importacia que tienen las decisiones sobre la colocación de la estructura en cuanto a la definición del espacio arquitectónico.
Nos habló de la importancia del dibujo, decía que la claridad en la representación del proyecto denota una claridad de la ideas arquitectóncias. Algo así como el hablar y el pensar.
Hoy recuerdo aquellas explicaciones y felicito al profesor por su flamante Premio Principe de Asturias de las Artes y por su 75 aniversario.
Corre la idea que los arquitectos son estos personajes algo circunspectos que visten de negro, pero ahora veo que estos dos grandes profesores -Federico Correa y Rafael Moneo- van de punta en blanco.
ResponderEliminarJ. Aubert
Correa y Moneo, dos grandes arquitectos que visten de blanco como dos ángeles.
EliminarSalud
Siempre me ha impresionado su museo romano de Mérida ¡¡ es extarordinario ¡
ResponderEliminarEl Museo romano de Mérida es una obra extraordinaria. En Barcelona podemos ver, de Moneo, el Auditori i el edificio de l'Illa que proyectó en colaboración con Solà-Morales.
EliminarSalud
¿ves? tu eres un bien-aprendido
ResponderEliminarsalut
Amigo Omar, admiro a estos arquitectos, Correa y Moneo. Me siento afortunado de haber tenido estos profesores. Aquella época en la Escuela de Arquitectura de Barcelona había un profesorado extraordinario, verdaderos maestros. Siempre tengo presentes las clases de Oriol Bohigas, Arnau Puig, Xavier Rubert de Ventós, Eugenio Trías, Tomás Llorens, Senillosa, y otros extraordinarios cuya cita sería larga. No puedo más que agradecer su maestría.
EliminarSalud