Al pan pan y al vino vino.
Con esta frase crees haber llegado al tuétano de la
sinceridad.
Maniqueísmo ¿Sí o no?, pero ¿qué pasa con los matices?
¿O es que nuestro paladar es incapaz de distinguir las
diferencias entre una hogaza de pan de centeno o de trigo de espelta y no somos
capaces de discriminar los aromas de un caldo de Somontano o de un vino del
Priorato?
Y con los derivados abstractos ¿que ocurre?
¿Richard Wagner o Richard
Strauss? ¿Piero della Francesca o Fra Angelico?
¿No será aquella frase
-la del pan y el vino- la
expresión de la insensibilidad y rudeza para apreciar la peculiaridad?
Bien dicho, Francesc. Al "como dios manda" le ocurre algo similar, como la inmensa mayoría de frases (hechas) que salen de la boca de nuestros insignes políticos.
ResponderEliminarSí, amiga Casilda, las frases hechas estan hechas de monolitismo y nuestros políticos las utilizan como pedruscos arrojadizos.
EliminarSalud
Ostras...no estoy preparado para la respuesta inmediata ¡¡¡salut
ResponderEliminarMi buen amigo y vecino Miquel, esto es una cuestión de matices.
EliminarSalud
Mejor pan, vino y un poco de jamón
ResponderEliminarAmigo Puigcarbó, establezcamos unos matices:
Eliminar1) pan tierno, horneado con frumento oloroso
2) vino, ni muy frio, ni muy caliente, en copa cristalina y de graduación armoniosa, acorde con la estación del año
3) jamón cortado no muy fino y con vetas menudas que expresen la bondad de su curación
4) todo servido en mesa sencilla, con mantel de hilo de algodón, al aire libre, mirando al mar y a la sombra de un pino o encina.
Salud