miércoles, 18 de abril de 2012

Cuestión de matices


 Guinovart. La espigadora protegida por la luna


Al pan pan y al vino vino.
Con esta frase crees haber llegado al tuétano de la sinceridad.
Maniqueísmo ¿Sí o no?, pero ¿qué pasa con los matices?
¿O es que nuestro paladar es incapaz de distinguir las diferencias entre una hogaza de pan de centeno o de trigo de espelta y no somos capaces de discriminar los aromas de un caldo de Somontano o de un vino del Priorato?
Y con los derivados abstractos ¿que ocurre?
¿Richard Wagner o Richard Strauss? ¿Piero della Francesca o Fra Angelico?
¿No será aquella frase  -la del pan y el vino-  la expresión de la insensibilidad y rudeza para apreciar la peculiaridad?

6 comentarios:

  1. Bien dicho, Francesc. Al "como dios manda" le ocurre algo similar, como la inmensa mayoría de frases (hechas) que salen de la boca de nuestros insignes políticos.

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    1. Sí, amiga Casilda, las frases hechas estan hechas de monolitismo y nuestros políticos las utilizan como pedruscos arrojadizos.
      Salud

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  2. Ostras...no estoy preparado para la respuesta inmediata ¡¡¡salut

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    1. Mi buen amigo y vecino Miquel, esto es una cuestión de matices.
      Salud

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  3. Respuestas
    1. Amigo Puigcarbó, establezcamos unos matices:
      1) pan tierno, horneado con frumento oloroso
      2) vino, ni muy frio, ni muy caliente, en copa cristalina y de graduación armoniosa, acorde con la estación del año
      3) jamón cortado no muy fino y con vetas menudas que expresen la bondad de su curación
      4) todo servido en mesa sencilla, con mantel de hilo de algodón, al aire libre, mirando al mar y a la sombra de un pino o encina.
      Salud

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