sábado, 7 de mayo de 2011
Carta a Odette
-Mi querida Odette, ya tuvo usted cuanto quiso.
Todos tuvimos cuanto deseábamos. Las comodidades y la seguridad formaban parte de nuestra manera de entender la sociedad.
Nunca en la historia había sido igual, ni en ningún lugar del mundo hasta entonces se había alcanzado tanta abundancia y acomodo. Aquello fue un tiempo y un espacio que jamás mente prosaica podía haber soñado.
Mi querida Odette, usted ya fue feliz una vez.
Texto enviado a Odette, mi amiga de Provenza que cree que la felicidad puede prolongarse, la mujer que todavía quiere ser feliz a pesar de lo que nos viene encima.
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Esta señora ya fue feliz una vez ¿para qué quiere más?
ResponderEliminarJ. Aubert
Una cosa es la felicidad y otra lo que se tiene o se ha tenido materialmente. Quizás Odette se de cuenta de ello y aprenda a ser feliz de otra manera, partiendo de la base que nunca se es feliz del todo.
ResponderEliminarFrancesc, me gusta mucho como escribes.
Besos.
francesc;
ResponderEliminarhasta la nota al pie de la carta, creía que te referías a la odette de swann y proust... que despertó en mí amor y odio enormes. aún desgarra.
y fíjate que hasta la frase final de la carta me encaja de un modo siniestro...
al margen; hay quienes a pesar de todo conseguirán creer que son felices. puede que la frontera para ellos esté mucho más baja de lo que tú y yo creemos.
un saludo
J. Aubert, esta señora no se resigna.
ResponderEliminarSalud
Querida Lou, la amiga Odette es feliz, o por lo menos se sintió feliz, por lo que tenía, por las comodidades y por vivir en un mundo que ella creía seguro. Ahora deberá ir cambiando el chip si no quiere perecer en la desesperación.
ResponderEliminarGracias amiga Lou, eres muy amable.
Salud
Amigo Kynikos, Sí la Odette de Swann despierta odios también. Nuestra Odette de Provenza es mucho más amable, entrañable. La verdad es que nunca le pregunté donde situaba la frontera.
ResponderEliminarSalud
Schopenhauer, en su Paralipomena, escribió: "Todavía no ha habido ninguna persona que se sintiera totalmente feliz en el presente, a no ser que estuviera ebrio." Saludos a Madame Odette y uno fuerte para tí.
ResponderEliminarEstimado Manuel, la amiga Odette fue feliz un momento fugaz, ella, con sus comodidades, gozosa ante el mar de Provenza, con auroras plácidas, ve pasar el tiempo, la juventud, y el deterioro propio y ajeno y esto la acongoja. Continua, sin embargo, suspirando ante la belleza y aprecia la buena cocina y no entiende a los pensadores oscuros del norte, cree que sus elocubraciones mentales se producen entre las nieblas espesas y cree que sumidos en aquella atmósfera fría poco pueden hablar de felicidad a no ser que estén completamente ebrios, algo bastante habitual entre los pueblos bárbaros que ansían el calor y el sol meridional.
ResponderEliminarSalud