Ofelia entre las flores, Cíclope u Orfeo. Odilon Redon
(1840-1919)
Jean Moréas definió el simbolismo como «enemigo de la
enseñanza, la declamación, la sensibilidad y la descripción objetiva»
El simbolismo secuestra la palabra y los sentidos se desarreglan.
Con su alquimia del verbo, los poetas simbolistas raptan la vitalidad de los vocablos y se convierten en poetas malditos.
Stéphane Mallarmé, Tristan Corbière, Marceline Desbordes-Valmore, Arthur Rimbaud, Villiers de L'Isle-Adam, fueron calificados por Verlaine con el epíteto de poetas malditos.
Mientras desordenaban sus vidas, ordenaban símbolos y exageraciones sensitivas.
Sus versos son un tumulto vital. Bajan al infierno, les sacan los colores a los ideales románticos y se atreven a injuriar a la Belleza.
El simbolismo secuestra la palabra y los sentidos se desarreglan.
Con su alquimia del verbo, los poetas simbolistas raptan la vitalidad de los vocablos y se convierten en poetas malditos.
Stéphane Mallarmé, Tristan Corbière, Marceline Desbordes-Valmore, Arthur Rimbaud, Villiers de L'Isle-Adam, fueron calificados por Verlaine con el epíteto de poetas malditos.
Mientras desordenaban sus vidas, ordenaban símbolos y exageraciones sensitivas.
Sus versos son un tumulto vital. Bajan al infierno, les sacan los colores a los ideales románticos y se atreven a injuriar a la Belleza.
Y después, con el galimatías de sus versos, afirman que todos los ideales están abocados al fracaso.
Arthur Rimbaud y Paul Verlaine tenían una relación amorosa tormentosa. La vida de Rimbaud transcurría sobre una ola de excesos, iba sucio y deambulaba en estado etílico y en estas condiciones pretendía conocer los arcanos infernales.
Y una dosis necesaria de locura, como en Leopoldo María Panero.
ResponderEliminarEn poesía hablamos de sinestesias, En psiquiatría, de delirios paranoides.
Con todos mis respetos a los locos y a los poetas.
Un saludo.
Sí Cayetano, en algunos artistas hay una dosis de locura y en este estado son capaces de crear una obra de arte extraordinaria, tenemos ejemplos. Y también tenemos ejemplos de artistas que han creado auténticas obras de arte en un estado de plena cordura y raciocinio, estoy pensando en Bach, en Dante, en Miró, etc. Poco me importa el estado psíquico en que se encontraba el artista de turno, cero que eso es cosa suya. A mí lo que me ocurre es que no acabo de comprender los mundos simbólicos.
EliminarSalud
Pues tenemos a Cirlot para descubrirlo ¡¡¡
ResponderEliminarAmic Miquel, los símbolos fueron materia de estudio de Cirlot.
EliminarSalud
Dinos en qué cosa, Francesc, por favor.
ResponderEliminarAmiga Vicky, no, no lo digo, me impiden hacerlo mi vulgaridad, mi materialismo, mi desesperanza, mi escepticismo, mi confianza en la técnica, mi antirromanticismo, mi aversión a los símbolos, mi pesimismo, mi buen humor, mi afición a la comida sencilla, mi admiración por Dante y por la estatuaria griega, mi desconfianza. Todo esto, me impide decir en qué cosa (una única cosa) estoy de acuerdo con aquellos poetas que perdían la salud entre los excesos y la suciedad.
EliminarSalud
La pintura que has colgado me encandila.
ResponderEliminarQué mala vida y que buena poesía hicieron esa pléyade de desengañados, y al mismo tiempo de locos por conseguir la felicidad que sabían imposible. De un poema de Verlaine, en realidad fueron nueve, Fauré compuso una preciosa música que invita a la melancolía.
Abrazo
Querida Amaltea el pintor Odilon Redon, autor de esta obra, fue un gran lector, seguidor de los avances cientificos. Mantenía correspondencia con Darwin. Post-impresionista que cultivó un cieto simbolismo muy colorista. En cuanto a Fauré te diré que tengo algún escrito preparado, cualquier día lo puedo poner en este blog, mientras tanto podemos ir escuchado su Elegía para violonchelo.
EliminarUn abrazo
Sin esos locos, no existirían los cuerdos, y sin esas extrañas interpretaciones de la hermosura, nadie hubiera escapado al engaño de la belleza.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Dean, coincido contigo, el arte debe mucho a estos enagenados, y éstos deben mucho a los cuerdos que utilizaron "la ciencia del número, la más excelsa de todas, y las combinaciones de las letras, memoria de todas las cosas, madre laboriosa de las musas" según palabras de Esquilo.
EliminarSalud
Y servidor. Pero procuro engañarme para sacar las fuerzas necesarias para seguir luchando. Para que, como dijo aquel, cuando me llegue la hora, pese a no haber cambiado el miundo, poder decir que el mundo no me ha cambiado.
ResponderEliminarDecir no obstante, que muchos de los malditísimos me encantan.
Saludos.
Amigo. Cuando llegue "El Éxodo" final, la única certeza que tendremos es que la biología nos ha cambiado. El mundo, sin embargo, continuará igual: el ciclo de las estaciones, la eterna lucha por la provisión del pan, la barbarie que no cesa, la estupidez infinita...
EliminarSalud
La locura alivia... mucho, gracias a Dios todos tenemos la dosis, algunos dos dosis y otros cien.
ResponderEliminarAlguien dijo que el mejor regalo hubiera sido, no nacer.
Saludos.
Amic Dapazzi, en su Tusculanes Ciceron, a eso de no nacer, decía:
EliminarNon nasci homini longe optimum esse (docuit Silenus); proximum autem, quam primum mori
Enseñaba Sileno que la mejor cosa que le puede ocurrir al hombre es no haber nacido y en segundo lugar morir cuanto antes.
Ciceró, Tusculanes,
Salud