Cuando Maximiano invitó a
Diocleciano a recobrar el Imperio, éste dijo:
Si vieras -Maximiano- las legumbres que he plantado
yo mismo en mi huerto, no me harías una proposición como esta.
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Parece ser que fueron los romanos los que inventaron esa moda de abdicar. Diocleciano es además el creador de la "Tetrarquía", esa especie de imperio romano descentralizado. Parece ser que a los veinte años de su reinado, ya empezó a pensar Diocleciano en dejar su cetro y en cómo habría que hacerse la sucesión. Una enfermedad vino a acelerar esos planes de jubilación anticipada. Y en el año 305 abdicó, convirtiéndose en el primer emperador romano que presentó su dimisión. De paso obligó a Maximiano a hacer lo mismo, dejando como beneficiarios a los dos césares.
ResponderEliminarTras renunciar al trono, se retiró a su palacio de la costa dálmata donde se dedicó a una vida tranquila ocupándose del cultivo de su huerto y de algunas labores de jardinería. Allí, junto al mar Adriático, vivió tranquilo algunos años hasta su muerte, más preocupado del tamaño de sus coles que de las glorias mundanas.
Un saludo.
Amigo Cayetano, por lo que parece, Diocleciano se sentía incómodo con las tareas de su cargo. Muchas gracias por tu aportación.
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Por lo que parece tenía ganas de establecerse en un sitio y empezar a ser sedentario. Creo...
ResponderEliminarAmic Miquel, este emperador era partidario de la vida retirada.
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Creo que es tan interesante la síntesis que estableces bajo el epígrafe de Etiquetas como el texto, o más:
ResponderEliminarMaterialismo - Vulgaridad - Técnica
De todos modos no he de fiarme a estas alturas de los emperadores, después de tener que aguantar la ralea que nos toca y la que nos tocará sobrellevar.
Ni Séneca hubiera emitido una sentencia tan jugosa como la que narras. Divinas legumbres que han salvado del hambre tantas veces a esta Europa que parece no tener memoria.
Amigo Fackel, la actitud de Diocleciano demuestra ser partidario de materialismo, la vulgaridad y la técnica, este lema que muestro en mi blog. Él lo practico con inteligencia y con excelencia.
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yo quiero una jubilación como la suya, en la costa Dálmata, con jardín y huerto incluidos.
ResponderEliminarSaludos.
Amic Dapazzi, me imagino el huerto de Diocleciano en la costa dálmata, ¡qué más se puede desear!, ¿un imperio?
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me siento Diocleciano, a un mes de mi jubilación, pronto a cortar el césped, rastrillar las hojas, esperar y tomar mate a la sombra fresca del jacarandá
ResponderEliminar.
si esto es guerra, que no venga jamás la paz
abrazo
Lo celebro amigo Omar. Jubilarse viene de júbilo, ya sabes: gozo y alegría.
EliminarSalud y feliz espera.