D'aprés... Botticcelli 1997, Antoni
Clavé
Un poema
priapeo cuya autoría desconozco:
cum capiant alti uix cita musta lacus,
magnaque fecundis cum messibus area desit,
in Cereris crines una corona datur.
Tu quoque, diue minor, maiorum exempla secutus,
quamuis pauca damus, consule poma boni.
Baco
suele sentirse satisfecho con pocos racimos,
a pesar
de que las enormes tinajas no puedan
contener
el mosto joven, y aunque la extensa era
sea
abundante en cosechas como si fuera
una
simple corona para tocar la cabellera de Ceres.
¡Tú, oh divinidad menor!, sigue el ejemplo
de los
dioses mayores y, aunque no te ofrezcamos
grandes
tesoros, recibe de buen grado estos frutos.
Me gusta que alguien se acuerde de los dioses menores...siempre estamos enfrascados con los dioses de renombre y de postín, pensando que ellos nos resolveran el problema con más eficacia.
ResponderEliminarSalut
Miquel, los dioses, mayores y menores, siempre dispuestos a lanzar rayos, son inclementes. Su ira es grande.
EliminarSalud