miércoles, 11 de febrero de 2015

Del gótico florido al churrigueresco

Uno de los aspectos que caracteriza la arquitectura del Renacimiento es la recuperación del orden y el retorno a las proporciones clásicas. En definitiva se trata de la Razón recobrada.

En España, la arquitectura renacentista tuvo poco predicamento y se expresó según distintos lenguajes, en general poco identificables con una recuperación de la Razón, tal como podríamos encontrar en los modelos italianos.

¿Será que por estas tierras hispánicas, el orden y la razón abundan poco?

En los territorios que conformaban la Monarquía Hispánica era difícil trazar el límite entre el último gótico y el estilo renacentista.

La arquitectura española que se produjo a partir la unión de las Coronas de Castilla y Aragón va evolucionando desde el gótico florido al mudéjar, al plateresco o al herreriano áspero y conventual:
iglesia colegiata   palacio monasterio mausoleo enterramiento real.

La arquitectura, como siempre, estuvo bajo el dictado del poder, y en aquellos siglos, el poder era inquisitorial.

La arquitectura renacentista española, con sus ornamentos al uso, tales como aparejos raros de ladrillo, “candeleri”, trofeos, grutescos y blasones, derivó desde una construcción, que quiso ser austera y ordenada, hasta el batiburrillo barroco y doctrinal que imponía la Contrarreforma. Siguiendo las consignas de Trento, la arquitectura se convirtió en el galimatías de piedra que hemos venido en llamar estilo churrigueresco

11 comentarios:

  1. Cuando la piedra se empieza a recargar de ornatos, exageraciones y quiebros, empiezo a marearme y me entran ganas de salir corriendo. Yo me quedé en el Románico lombardo.
    Es cuestión de gustos.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, coincido el ornamento es delito, ya lo decía Adolf Loos. Tanto adorno marea. Yo me quedo en la antiguedad clásica greco-romana.
      Salud

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    2. Buena opción. Con el encanto de lo pagano.

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  2. Ummmm....más yo diría que en algunos aspectos, y tocando estilos, se asemeja al Herreriano.
    Salut

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    1. Amic Miquel, el herreriano es un estilo que formalmente se podría calificar de renacentista, sin embargo, a mi modo de ver carece de la dimensión humanista que caracteriza el renacimiento florentino, romano o itálico en general. El herreriano es conventual, localista, de proporciones distantes; con estos ingredientes no puedo pensar en una arquitectura hecha a medida humana como requiere la arquitectura renacentista "stricto sensu".
      'No hay razón que a su razón haga', esto es lo que encuentro a faltar en el renacimiento español.
      Salud

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  3. Méjico y Perú son tributarios del estilo churrigueresco,
    pero resulta como un cielo muy estrellado, uno se cansa de mirar tanto detalle
    salut amic

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    1. Amigo Omar, en efecto este barroco cruzó el Atlántico.
      A mi, el churrigueresco, más que parecerme un cielo muy estrellado, me parece una olla de grillos petrifricados.
      Salud

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  4. Siempre que tropiezo con los paladines de Churriguera, comprendo mejor la escuela de la imaginería levantina. Excesivo y amontonado, oropel y pomposidad, como una falla en la que nunca falta un rasgo burlón, descreído y festivo. Para mí, el estilo Churrigueresco es como pasar por delante de una caseta de feria, con unos minutos tengo suficiente, la sobrecarga de abigarramiento visual me marea.

    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, visto el churrigueresco se comprende la imaginería de los pasos de Semana Santa, con sus "dolorosas" y las coronas de espinas y también las fallas y la pomposidad de la Ciudad de las Artes: casetas de feria, como tú dices. Un amaraña de cachivaches.
      Un abrazo

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  5. Siempre he tenido la sensación "personal"que el renacimiento español, ha sido un estilo de tránsito, de puente, como una solución "bisagra" ente el medievo y el barroco, la cuna de la modernidad. (demasiada
    cruzada católica monárquica concentrada)
    Compararlo con el renacimiento italiano.....uf.
    El italiano es algo muy,muy grande como por ejemplo la CAPILLA PAZZI.
    SALUDOS.

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    1. Amic Dapazzi, el Renacimiento toma al hombre como medida de todas las cosas, la razón y la neturaleza concreta. Esto en España es algo raro, la Razón no ha sido precisamente el eje vertebrador del arte, desde el arte teocrático del románico y del gótico en España se salto al Barroco de la Contrarreforma.
      Salud

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