Lo que queda encerrado
acaba pudriéndose. Mueve las alas pajarraco, orea para que no huela a podrido.
Aunque sobrevuele el albatros y las sirenas entonen sus dolosos cantos, en el naufragio, la muerte es una idea de ausencia.
Aunque sobrevuele el albatros y las sirenas entonen sus dolosos cantos, en el naufragio, la muerte es una idea de ausencia.
El oreo es una palabra que ha quedado fuera de nuestro lenguaje. Ya nada se orea, en todo caso, las bestias después de ser sacrificadas pierden un poco de peso al oxigenarse y reposar en el gancho que les lleva hacia el consumo, a eso también se le llamaba oreo.
ResponderEliminarHoy nada se orea...todo va rápido. No hay tiempo que perder.
Amigo Miquel, pues sí que es una pena eso de que nada se oree, entonces tendremos asegurado un pestazo perpetuo.
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Orear. Uno de los verbos más oídos en mi infancia. Cuando se sacaba la ropa a orear, para que el viento la secara o quitara sus olores. Por extensión metafórica pienso que es más importante que nunca hoy día poner a orear: intenciones, ideas, voluntades, métodos, disposición, gobernantes de todo nivel, imaginación, instinto...etcétera.
ResponderEliminarLa muerte siempre es la ausencia, la pérdida. Pero el precio para que otras vidas se manifiesten, y vuelvan a repetir la historia.
Amigo Fackel, se orea poco, seguramente por esta razón el verbo orear se utiliza poco. Además, estoy observando que últimamente se ventila poco y esto es antihigiénico. De momento ya se están diseñando carpinterías de aluminio que incorporan aireadores para que se ventilen las habitaciones aun estando cerradas las ventanas y así resolver esta costumbre insana de no ventilar las estancias.
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Para los que se quedan lo es, aunque es una ausencia con personalidad.
ResponderEliminarOrear para evitar que se pudra.
Salud
Salud, Francesc.
Querida Gemma, el tiempo orea los recuerdos.
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Por mucho que algunos oreen -una acepción del término "orear" podría ser también llevarse el "oro" a bancos extranjeros- la peste de la podredumbre es difícil de disimular.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, ya lo presentía Shakespeare, "algo huele a podrido". Mucho me temo que aquí "mucho, casi todo huele a podrido" El pestazo de la corrupción es muy intenso, sólo deseo que los jueces tengan la pituitaria más sensible.
EliminarSalud
Muy bueno, Cayetano. Entonces llevo toda mi vida viendo "orear" el país de cabo a rabo...Por cierto ¿también "orar" vendrá de oro?
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