El triunfo de Cesar
(1486-1505)
Andrea Mantegna
(1451-1506)
Cuando un artista o un
literato pone énfasis en el detalle y en su expresión utiliza el pormenor y la
minuciosidad, enseguida despierta en mi ánimo una sensación de confianza,
pienso que el artista o literato en cuestión están comunicando algo que ellos
conocen muy bien.
El detallismo suele contener
rigor, y esto sólo es posible cuando se tiene un gran conocimiento de lo que se
explica. Cuando la expresión carece de detalle, el lenguaje se convierte en
algo que desprende demasiado humo, en una obra pretenciosa y con una carga de
irresponsabilidad.
Stendhal, que sabía muy bien
de lo que hablaba, decía “toda la literatura en los detalles”.
En los interiores holandeses
de Vermeer y bajo el sombrero de Rembrandt, en los drapeados de Andrea del
Verrocchio, en los escorzos de Mantegna y en los restos de suciedad de
Caravaggio y sobre todo en la literatura clásica, no encontramos más que
detalle, detalle y precisión. Fuera de esto no hay más que composiciones
engañosas contrarias a la predisposición a la salud personal y a la sensibilidad
humana.
Observar un liendo de Vermeer es un verdadero placer, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarsalut
Vermeer, querido Miquel, es un detallista de la luz
EliminarSalud
Para mi, leer a Gabriel García Márquez, es disfrutar de una literatura llena de detalles y precisión. Es un genio.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Amigo Manuel, la literatura de García Márquez contiene unas descripciones muy detalladas que demuestran el gran conocimiento que este autor tiene de lo que escribe. Pero este autor recurre a una estratagema, García Márquez deja aparcados muchos detalles en sus narraciones acontecimientos aparentemente importantes de forma que el lector se ve obligado a participar en la historia desarrollada. A mí particularmente esto no me gusta. Viene a ser como una ironía inconclusa. Ya sé que en algunas tragedias griegas, como Antígona y Edipo rey, se dan acontecimientos que se dejan, sin narar, a la libre interpretación del espectador, pero es que en teatro y en aquellas condiciones de la Grecia clásica, estos acontecimientos formaban parte de la imaginación cotidiana.
EliminarPor eso los clásicos no envejecen, y de sus detalles deberíamos identificar los males futuros aunque no poseemos jamás este rigor en el momento oportuno :D
ResponderEliminarO no siempre...
Petonets i gràcies per aquets escrits tan bonics com interessants.
Amiga Gemma, jo crec que els clàssics tenen sempre vigència per què res canvia, continuem essent iguals com fa més de dos mil anys, en tot cas una certa devallada cap a l'infern, un colla de mals de cap i el perfeccionament de la barbàrie que no s'acaba mai.
EliminarFora de tota esperança, continuem però amb un bon humor, bon remei. Moltíssimes gràcies per els teus comentaris.
Salut