jueves, 28 de mayo de 2015

Los cuartetos Razunovsky de Beethoven



Jakub Nepras (República Checa), Spirit of the place, 2010, video escultura.

Lo que más se parece a un buen diálogo es la interpretación de una pieza de música de cámara.

El diálogo se produce cuando se armonizan las ideas y la melodía del pensamiento va fluyendo.

En los cuartetos de cuerda, op. 59, “Razunovsky” de Beethoven encontramos unos cambios constantes de atmósfera sonora que discurren como si se tratara de un diálogo, se mezcla lo frenético con lo pausado, fluyendo todo con la tensión precisa para el entendimiento entre las partes.

Beethoven utiliza una economía de medios que roza con el minimalismo más conceptual. El tercer cuarteto comienza con el desarrollo de un tiempo lento, éste puede llegar a exasperar al oyente pero finalmente, si atiende a la precisión del diálogo que establecen los instrumentos, acaba fascinado por la belleza.

El primer cuarteto presenta en su primer movimiento una complejidad que luego, en el scherzo que le sigue adquiere un vertiginoso dramatismo, también esto fluye como un diálogo: reflexión y expresión.

Ciertamente el diálogo se produce.

4 comentarios:

  1. Gracias por darme las pautas.
    Soy, hay que reconocerlo, un triste analfabeto musical.
    Con tus explicaciones no puedo ponerme al día, pero si intuír de que trata la pieza, que no es poco en mi caso.
    Salut

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    1. Miquel, los cuartetos de la opus 59 de Beethoven son una maravilla, te gustarán, naturalmente no debes buscar ningún argumento, atiende al diálogo que se establece entre el primer y el segundo violín con el chelo y también con la viola.
      Salud

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  2. No hay cosa más cierta que existe realmente ese diálogo del que hablas. A veces se da incluso en un mismo instrumento, en forma de pregunta y respuesta. Lo difícil para un profano es verlo.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, en efecto, se establece un diálogo entre unos compases y otros, se trata de un intercambio de mensajes estéticos.
      La cantidad de profanos existente es debida en gran parte a la insensibilidad de los programas de educación, al desprecio que tienen muchos enseñantes al arte, al utilitarismo errado de los planes de estudio, a la voluntad política por cargarse el conocimiento, a todas estas patrañas y espectáculo adocenado que nos sirven los medios de comunicación.
      Saludos

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