Bodegón. Roy
Hodrein (1957)
En
el fragor del mayo del 68, cuando en París todos pugnaban por parecer el más
agitador de todos y los jóvenes pedían que la imaginación tomara el poder, el
viejo general De Gaulle, a la sazón presidente de la República, proclamó que
allí en la Francia, el más revolucionario era él, el más insurrecto y el más
conocedor del alma francesa.
Dijo
que en Francia hay tantos tipos de quesos como de ideologías y que, con tal
diversidad, resulta imposible gobernar sino no se conocen los gustos, el corazón
y el pensamiento de los compatriotas.
Un
país con tantos quesos indica la gran variedad de preferencias y de
ideas de la que pueden hacer gala los galos.
En
Francia se elaboran más de 350 variedades de queso, se dice que los franceses
pueden elegir un queso distinto cada día del año.
-Formages
á pâte persilée, quesos azules como el Bleu d’Auvergne.
-Formages
á pâte presée cuite, quesos duros de masa
prensada cocida como el Gruyere de Comte.
-Formages
á pâte presée non cuite, quesos duros de masa
prensada no cocida como el Laguiole o
el Ardi-gasna.
-Formages
á croûte lavée, quesos blandos como el Maroilles.
-Formages
á croûte fleurie, quesos de moho blanco
como el Brie de Melun o el Camembert.
-Quesos de cabra como el Crottin de Chavignol o el Saint-Maure.
Quesos
para todos los gustos. Parece que cada aldea de Francia tenga un queso, a
diferencia de lo que ocurre aquí, que no tenemos tal cantidad de viandas, pero que
tenemos un santo patrón para cada villorrio.
Un
pueblo con variedad en la mesa es un pueblo complejo, con pluralidad de gustos
y de pensamiento; contrariamente a lo que ocurre con la variedad de santos
patrones, cuya multiplicidad indica que se trata de una población complicada,
más que compleja y con una gran capacidad para la adoración más que para el
deleite.
Ya
sabemos, sin embargo, que los quesos son producto de una fermentación y que,
por efecto de ésta, un producto se transforma en otro, la leche se convierte en
queso. Igual ocurre con las ideas que, por efecto de una fermentación, pueden
convertirse en otras. Y puede ser que, por exceso de fermentación, tanto los
quesos como las ideas, acaben caducados o podridos.
Con
toda seguridad, el grafitti que exigía
que la imaginación tomara el poder se realizó después de una satisfactoria
ingesta de queso.
Me gusta eso de que las ideas, como los quesos, se pueden pudrir.
ResponderEliminarY sí, creo que tienes razón cuando afirmas que somos más complicados que complejos.
Pero un servidor, como los ratones, se pasaría el día entre quesos. Me gusta lo mismo uno bueno fresco de cabra, directamente comprado en la Vera (Cáceres), que uno curado de oveja o una crema de cabrales para untar en una generosa rebanada de pan payés. Y que no falte, para acompañar, una copa de vino tinto de crianza -Ribera, Rioja, Somontano, Tierra de Barros- preferentemente de uva tempranillo o, en su defecto, garnacha.
Y ríase la gente.
Saludos, amic Francesc. Y buen provecho.
Te envido Cayetano, qué afortunado eres, disfrutas con los quesos. A mi no me gustan nada, en absoluto, ni probarlos. Ya sé que me pierdo un universo de placeres, pero que le vamos a hacer, no me gusta el queso. Te puedo acompañar con el pan de payés, un vinito de tempranillo o garnacha y si lo acompañamos con un buen jamón y una alegre charla ya me conformaría.
EliminarSalud
Este bodegón a la hora de la cena puede ser mi perdición, si sustituyo esas peras por dulce de membrillo del que hago yo. Me gustan los quesos que se funden en la boca pero no los que se oscurecen con la edad, y se vuelven raros, como las personas.
ResponderEliminarUn beso, Francesc
Querida Loli, yo prefiero el dulce de membrillo que el queso, los lácteos no me gustan. Estoy seguro que tu dulce de membrillo debe ser riquísimo.
EliminarUn abrazo
Yo me apunto a CAYETANO, amigo FRANCESC.
ResponderEliminarSoy un devorador de quesos y mi preferido , ya se que en la península los hay muy, muy buenos, es uno italiano, el Parmessano Reggiano.
De aquí me quedo con el manchego y el Ideazabal.
Salut
Amic Miquel, ya veo que tu tiras al terruño, dicen los entendidos que los quesos italianos tienen poco que envidiar a los galos.
EliminarSalut
Bien por el recorrido vitivinícola de CAYETANO, solo le faltó nombrar los Rías Baixas de Galicia, los mencía del Bierzo, los Valdepeñas, Jerez/sherry, cavas, Montilla-Moriles y ese larguísimo etc de excelentes caldos de q disfrutamos en esta nuestra piel de toro y además leyéndoos que no te gusta el queso, acabo de comprender por qué diferimos tanto en alguna de nuestras visiones de la vida mi querido FRANCESC jaja a mi me rechifla, junto con el helado de chocolate, mi mayor vicio culinario y por eso te diré que en este país no llegamos a las 300 variedades documentadas que existen en Francia, pero en ya en 1987 pasábamos de las 150 (te remito a la página 12 de este librito «Quesos Españoles», de Simone Ortega, en Alianza Editorial :- ) tras casi 20 años, seguramente estemos muy cerca de los 3oo franceses si contamos las copias de quesos que tb se hacen aquí. Te lo comento porque aunque entiendo el sentido de tus letras hoy me vas a permitir que no me una a este constante menosprecio en el caemos en este país comparándonos siempre a la baja con lo que sucede allende nuestras fronteras. Tenemos mucho que arreglar y demasiados santos a los q rezar, es verdad pero xD! no me digas que nuestra gastronomía no es variada y riquísima siendo envidiada en todo el mundo. Creo que la única diferencia entre nosotros y los franceses es su chovinismo frente a nuestro constante papanatismo ante lo de ellos y todo lo que venga de fuera ; )por supuesto no me refiero al tuyo, Dios me libre! Nadie más documentado que tú, a ti lo que creo te ocurre es que te puede esa visión pesimista que te inunda ¿ sabes por qué? porque no te gusta el queso ; )
ResponderEliminarUn beso grande y gracias por cuanto nos cuentas aquí!
PD
¿Me perdonas por llevarte la contraia a veces? jamás pretendo molestarte, espero q no sea así.
Querida María, no me llevas la contraria, ya que el queso era sólo un pretexto. No me refiero a que allí hagan más quesos que aquí, además esto a mi me da igual, ni me gustan los quesos ni me interesa la produccción nacional, me siento tan francés como chino o catalán o saltimbanqui. Me refería a la diversidad, a la complejidad de los gustos y pareceres, a la dificultad de consensuar ideologías y gustos. Ya sabes que soy pesimista y creo que esto no lo arregla ni el queso. Por otra parte tampoco tengo ningún interés en que se arregle.
EliminarAbrazos grandes.
La frase no es mía:"No a todos gusta lo mismo, unos escogen espinas, otros rosas"
ResponderEliminarYo me quedo con la oferta de Cayetano - no perderse el vino de Somontano - a la de Francesc y de lo mucho que ofrece María, elijo sus besos.
Amigo Luis Antonio, la diversidad de gustos es muy grande, lo bueno es que podamos elegir.
EliminarUn abrazo