miércoles, 11 de enero de 2017

El bufón valiente

 
El bufón valiente dice que las verdades descansan sobre pies de barro.

En este barro encontramos la sustancia de los sentimientos. La humedad se evapora y el barro se seca. Las condiciones climáticas transforman la viscosidad y determinan la actividad del hombre.

¡Honrad en mí a la estirpe de los bufones!
¡Aprended de este libro del bufón
cómo la razón entra "en razón"!

Friedrich Nietzsche se valió de las opiniones del bufón. En la Gaya Ciencia nos decía que determinados logros artísticos o intelectuales son debidos a condiciones físicas favorables y que no tienen nada que ver con la ciencia infusa, con el espíritu excelso o con la moral.

Nietzsche relaciona los vientos calientes y húmedos con la predisposición a la música y al placer inventivo, se pregunta si no deben ser estos vientos los que llenan las iglesias y ofrecen las ideas de amor a los seres humanos. Explica los hechos sentimentales o intelectuales a partir de las causas físicas primarias que aparecen en el momento más inesperado. El filósofo da a la fisiología un papel determinante, no duda en relacionar la oscuridad y pesadez de un texto con el funcionamiento del aparato digestivo de su autor, ni el cariz pesimista de una reflexión con la mala calidad del aire del lugar en que fue concebida, ni la vileza de una acción con el mal funcionamiento de una víscera.

Coincido con Nietzsche. Estoy convencido de que solamente el cuerpo nos puede instruir sobre el estado de nuestra personalidad, creo que la creatividad artística proviene de una reflexión sensible sobre la realidad y que ésta no es más que un conjunto de conexiones neuronales más o menos veloces. 

La separación entre cuerpo y alma es algo que siempre me ha olido a engaño interesado.

Cuando atiendo al cuerpo, cuando lo cuido, es cuando interpreto mejor la realidad.

No puedo creer que los sentimientos enlagrimados de cebolla y que la inspiración artística provengan de una iluminación celestial o de la mano de Dios que, con su divina benevolencia, le cede al artista un pedacito del Paraíso.

6 comentarios:

  1. "...Estoy convencido de que solamente el cuerpo nos puede instruir sobre el estado de nuestra personalidad, creo que la creatividad artística proviene de una reflexión sensible sobre la realidad y que ésta no es más que un conjunto de conexiones neuronales más o menos veloces...."

    Creo que llevas mucha parte de razón.
    Salut

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    1. Miquel, yo creo que el estado de salud, la fisiología, los cambios climáticos, la ingesta de pescado o de sanfaina son determinantes en nuestra personalidad y en nuestra mayor o menor capacidad de adaptación al medio. Más o menos todos estos factores físicos van configurando nuestra manera de pensar y formando nuestra inteligencia.
      Salud

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  2. De hecho, Gregorio Samsa se convirtió aquella madrugada en insecto, no por intermediación divina, sino probablemente por una mala digestión que hizo que la pesadilla sobreviviera a la noche. Las cenas deben ser frugales o paseadas.
    Un abrazo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, antes creía que el despertar era el momento más arriesgado del día, cualquiera puede convertirse en un escarabajo, ahora creo que el riesgo reside al acostarse, cuando la noche va tendiendo su manto de oscuridad llegas a pensar que esta oscuridad no se disipará jamás.
      Abrazos

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  3. Convaleciente de la gripe, no me queda otra que dar un poco de razón a Nietszche.
    Bien pensado, se le pueden oponer muchos ejemplos de lo contrario. ¿Cuántos creadores, músicos, pintores, científicos han trabajado entre dolores y enfermedades tremendas? Muchos y no voy a listarlos.
    Entre la gente corriente, la enfermedad, pongamos la gripe, perjudica y hace que todo adquiera un tinte lejano y, sobre todo, aplazable.

    Me encanta leerte.
    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, esta gripe no respeta ni a los librepensadores, espero que te encuentres bien.
      La fisiología es determinante: según nos encontramos, así pensamos.
      Celebro que te gusten estos escritos menudos y jocosos.
      Abrazos

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