El bufón valiente dice que las verdades descansan sobre pies de barro.
En este barro encontramos la
sustancia de los sentimientos. La humedad se evapora y el barro se seca. Las
condiciones climáticas transforman la viscosidad y determinan la actividad del hombre.
¡Honrad en mí a la estirpe de los bufones!
¡Aprended de este libro del bufón
cómo la razón entra "en razón"!
¡Aprended de este libro del bufón
cómo la razón entra "en razón"!
Friedrich Nietzsche se valió de las opiniones del bufón. En
la Gaya Ciencia nos decía que
determinados logros artísticos o intelectuales son debidos a condiciones
físicas favorables y que no tienen nada que ver con la ciencia infusa, con el espíritu
excelso o con la moral.
Nietzsche relaciona los vientos calientes
y húmedos con la predisposición a la música y al placer inventivo, se pregunta
si no deben ser estos vientos los que llenan las iglesias y ofrecen las ideas de amor a
los seres humanos. Explica los hechos sentimentales o intelectuales a partir de
las causas físicas primarias que aparecen en el momento más inesperado. El
filósofo da a la fisiología un papel determinante, no duda en relacionar la
oscuridad y pesadez de un texto con el funcionamiento del aparato digestivo de su
autor, ni el cariz pesimista de una reflexión con la mala calidad del aire del
lugar en que fue concebida, ni la vileza de una acción con el mal
funcionamiento de una víscera.
Coincido con Nietzsche. Estoy convencido
de que solamente el cuerpo nos puede instruir sobre el estado de nuestra
personalidad, creo que la creatividad artística proviene de una reflexión
sensible sobre la realidad y que ésta no es más que un conjunto de conexiones
neuronales más o menos veloces.
La separación entre cuerpo y alma es algo que siempre me ha olido a engaño interesado.
Cuando atiendo al cuerpo, cuando lo
cuido, es cuando interpreto mejor la realidad.
No
puedo creer que los sentimientos enlagrimados de cebolla y que la inspiración
artística provengan de una iluminación celestial o de la mano de Dios que, con
su divina benevolencia, le cede al artista un pedacito del Paraíso.
"...Estoy convencido de que solamente el cuerpo nos puede instruir sobre el estado de nuestra personalidad, creo que la creatividad artística proviene de una reflexión sensible sobre la realidad y que ésta no es más que un conjunto de conexiones neuronales más o menos veloces...."
ResponderEliminarCreo que llevas mucha parte de razón.
Salut
Miquel, yo creo que el estado de salud, la fisiología, los cambios climáticos, la ingesta de pescado o de sanfaina son determinantes en nuestra personalidad y en nuestra mayor o menor capacidad de adaptación al medio. Más o menos todos estos factores físicos van configurando nuestra manera de pensar y formando nuestra inteligencia.
EliminarSalud
De hecho, Gregorio Samsa se convirtió aquella madrugada en insecto, no por intermediación divina, sino probablemente por una mala digestión que hizo que la pesadilla sobreviviera a la noche. Las cenas deben ser frugales o paseadas.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano, antes creía que el despertar era el momento más arriesgado del día, cualquiera puede convertirse en un escarabajo, ahora creo que el riesgo reside al acostarse, cuando la noche va tendiendo su manto de oscuridad llegas a pensar que esta oscuridad no se disipará jamás.
EliminarAbrazos
Convaleciente de la gripe, no me queda otra que dar un poco de razón a Nietszche.
ResponderEliminarBien pensado, se le pueden oponer muchos ejemplos de lo contrario. ¿Cuántos creadores, músicos, pintores, científicos han trabajado entre dolores y enfermedades tremendas? Muchos y no voy a listarlos.
Entre la gente corriente, la enfermedad, pongamos la gripe, perjudica y hace que todo adquiera un tinte lejano y, sobre todo, aplazable.
Me encanta leerte.
Un abrazo
Querida Amaltea, esta gripe no respeta ni a los librepensadores, espero que te encuentres bien.
EliminarLa fisiología es determinante: según nos encontramos, así pensamos.
Celebro que te gusten estos escritos menudos y jocosos.
Abrazos