Cara de fauno, Vallauris, 16 d'octubre de 1947
Plato, 31,8 x 38 cm Donación Jacqueline Picasso, 1982
Plato, 31,8 x 38 cm Donación Jacqueline Picasso, 1982
A un lado y al otro del torrente permanecen inmóviles los
fenómenos artísticos. Ciertos colores desvanecidos nos pueden hacer sospechar o
algunos brillos estridentes pueden herir nuestra mirada.
La relación del paisaje con la realidad que soñamos es un
problema irresoluble, su planteamiento puede incluso resultar absurdo.
No puedo entender un concepto de arte desligado a la
realidad ni discernir una fenomenología del arte sin la
acción estética.
Un territorio donde la razón intenta medrar está rodeado de un mar de tinieblas, de aguas exaltadas donde la pasión navega por sus anchas. Estas tierrras se unen a las geologías continentales que formaron montes con las miserias de la historia. Un istmo grotesco que concentra las tensiones de las geologías, de la historia, de la razón y de sinrazón de las aguas plagadas de sirenas.
Los caminos se cruzan en el istmo grotesco. Antes o después del puente, encontramos el arte en todos los “fenómenos” producidos por la mano del hombre. Un daimon micénico o hermético se mueve excitado por la voluntad de nuestro pensamiento o nuestros anhelos, y la mano, actúa como un resorte. El arte es artificio y su problemática es la acción más o menos petrificada.
Los caminos se cruzan en el istmo grotesco. Antes o después del puente, encontramos el arte en todos los “fenómenos” producidos por la mano del hombre. Un daimon micénico o hermético se mueve excitado por la voluntad de nuestro pensamiento o nuestros anhelos, y la mano, actúa como un resorte. El arte es artificio y su problemática es la acción más o menos petrificada.
La acción es de búsqueda, es estética, es formal, es de
expresión, es el patrimonio de la mano.
Desde el istmo grotesco, el homo faber divisa cómo la relación entre el arte y la naturaleza
equivalen a la astucia del arte, y aunque a ambos lados se extiendan
territorios desconocidos, la acción, ya sea razonable o apasionada, será
eficaz.
"El arte es artificio", sin duda alguna , no es más que algo que una persona quiere asemejar a la realidad, con mayor o menor fortuna . Cuando el acierto es mayor o conmueve al artesano se le llama artista (curiosa derivación). Cuando lo hace a descrédito del momento o contra la resolución de los placeres estéticos de la época sólo llega a reproducir un arte-facto.
ResponderEliminarY si, estoy con la parte final, lo razonable y lo apasionado. El cerebro o el corazón. La Metafísica o el Positivismo.
Déjenme con la duda, pero soy más de corazón, aunque me funcione a pastillas.
Salut
Amic Miquel, yo también creo que el arte es un artificio y ahí reside su "humanidad".
EliminarYa sabes que me gusta lo clásico, lo apolíneo, lo medido, lo racional, Bach, Miguel Ángel, la estatuaria griega, el iluminismo...
Salud
Pienso que hay un Arte de Antes y de Después de la actual sociedad productivista y de consumo mercantil. El arte se venía diluyendo en épocas anteriores. Ahora nada hay nuevo, y poco que nos sorprenda. Uno tiene siempre que remitirse en cuanto mirada estética al pasado donde, seguramente, mucho arte tampoco prosperó. Si el arte es respuesta de ilusión, artificio más o menos elaborado, hoy día no aparece por ninguna parte. Lo que hacen las nuevas tecnologías ¿qué es?
ResponderEliminarAmigo Fackel, si pensamos en originalidad y valoramos este concepto como algo supremo -yo no creo que lo sea- opino que lo último original que se ha hecho en el arte es el capitel dórico. En este sentido podemos pensar que hay un arte antes de la sociedad productivista y en una sociedad anterior el arte se diluyó, pero creo que existe en el hombre una necesidad de expresión estética que recorre todos los tiempos, esta pulsión humana es el motor de la creatividad artística. El "homo faber" piensa y actúa y así produce obras de arte. En cuanto a las nuevas tecnologías creo que no son otra cosa que un instrumento más, una herramienta más o menos potente en manos del artista.
EliminarSalud
Dentro de esa pulsión humana para desarrollar esa creatividad, tengo una pregunta ¿quién aprueba ese arte? para reconocerlo como tal.
ResponderEliminarSaludos
Querida Lou, la pregunta que planteas se ha ido formulando a lo largo de la historia, cada respuesta obedecía a la cultura y sensibilidad del momento. A veces a sido la emoción sentimental la que ha dado el visto bueno a la obra terminada, esto ocurrió con los románticos: cuanto mayor era el tembleque sentimental, mayor aprobación. Otras veces la aprobación, en mayor o menor medida, se producía según el grado de serenidad y mesura que contenía la obra de creación artística, esto ocurre en los periodos clásicos. Yo creo que la proporción y la armonía -conceptos clásicos- son los que han prevalecido y han dado a la obra de arte su intemporalidad.
EliminarNadie aprueba ni deja de aprobar este o aquel arte, y la crítica que establece cánones se equivoca demasiadas veces, ha habido, sin embargo, críticos juiciosos que han sabido encontrar las claves estéticas acertadas, pero, al final es el paso del tiempo quien pone las cosas en su sitio.
Saludos