Ortíz de Zúñiga fue quien dio
nombre al estilo que abarrotó todo el panorama arquitectónico del primer tercio
del siglo XVI. El término fue tomado del trabajo de los orfebres o plateros ya
que se llevaron a la arquitectura los ornamentos propios de aquellos oficios.
Alguien debió pensar que los edificios podrían parecer arquetas repujadas.
En el estilo plateresco predomina el ornamento a la construcción.
En el estilo plateresco predomina el ornamento a la construcción.
Aun siendo coetáneo, opino que el Plateresco es un
estilo que nada tiene que ver con el Renacimiento por:
1) Se evitan los órdenes
clásicos austeros, parecen proscritos el dórico griego, el dórico romano y el
jónico, se utilizan capiteles de orden corintio y compuesto. Con ello se
arriesga la proporcionalidad, en este sentido podemos decir que el plateresco
se opone a una de las principales características del Renacimiento.
2) Se emplea el arco de medio
punto, aunque muchas veces se recurre al arco carpanel, esto me hace pensar que
esto se hace con el afán de recuperar la proporción perdida en las columnatas.
3) En los paramentos
exteriores se utilizan almohadillados, sin embargo, su pequeño tamaño hace que
se confundan con la ornamentación general. Ahí nos encontramos que un elemento
constructivo de suma importancia en la arquitectura renacentista, queda
reducido a un mero elemento decorativo.
4) Las pilastras se recubren con abundante decoración de
“grutescos”. Jamás un modelo renacentista cubriría un elemento estructural con figuras
animales acabadas en formas vegetales.
5) Para la cubrición de
espacios, el Plateresco utiliza bóvedas de crucería, como se hacía en las
arquitecturas de medievo. Si bien en los modelos renacentistas florentinos
también se utilizó la bóveda de crucero para cubrir las naves, esto se
consideraba algo trasnochado, algo bárbaro, algo gótico en el peor sentido de
la palabra.
6) Con frecuencia los
edificios platerescos se coronan con cresterías y candelabros que emulan
algunos modelos renacentistas pero no son más que siluetas caladas propias del
gótico flamígero.
7) Las proporciones del
plateresco no son en modo alguno clásicas; se emplean columnas, entablamentos y
almohadillados con mucha libertad como si fuesen baquetones góticos,
doblándose, ciñéndose a los arcos, etc.
8) Un exceso de ornamentación
recubre por entero los paramentos, formando una especie de bordado cuyo
antecedente en España lo encontramos en las arquitecturas árabes o mudéjares.
De la amalgama de los estilos del final de medievo y los modelos que llegaban
de Italia surge una arquitectura genuina, el llamado estilo Cisneros, el
Plateresco propiamente dicho y una culminación con el estilo herreriano. Pero
en ningún caso estos pueden ser considerados Renacimiento.
Algunas obras platerescas:
· La Escalera Dorada de la
Catedral de Burgos, de Diego de Siloé.
· El colegio de Santa Cruz, de Valladolid, de Lorenzo Vázquez.
· La Iglesia de Santa Engracia de Zaragoza, de los Morlanes.
· El colegio de Santa Cruz, de Valladolid, de Lorenzo Vázquez.
· La Iglesia de Santa Engracia de Zaragoza, de los Morlanes.
· El Palacio de Monterey en
Burgos, de Rodrigo Gil de Hontañón.
· La Portada de la Universidad de Salamanca, de autor desconocido.
· La Casa de las Conchas de Salamanca.· La Portada de la Universidad de Salamanca, de autor desconocido.
Quitando Santa Engracia estoy acostumbrado a ver el resto de edificios (por cierto, se suele incluir también San Esteban de Salamanca en ese estilo) Tus observaciones al respecto me resultan muy interesantes. A mí siempre me pareció que aunque llamaran renacentista a lo plateresco fuera tan diferente al arte del Renacimiento en general, no digamos si lo comparamos con lo italiano. Hace muchos siglos que no reflexiono sobre ese estilo, pero ya que me brindas la oportunidad de tus observaciones quizás me pasee por alguno de ellos. De momento voy a tomar en consideración lo que expones, siempre viene bien ver con otros ojos lo que ya no mirábamos o hemos visto a través de las categorías al uso de nuestros tiempos estudiantiles.
ResponderEliminarAmigo Fackel, las observaciones que he hecho son de carácter constructivo y estructural. Me fijo en los elementos arquitectónicos que configuran el espacio e intento correr un tupido velo ante lo decorativo, pero ocurre que la ornamentación enmascara demasiado y resulta difícil separar la paja del grano.
EliminarEs complicado intentar encontrar el sentido del Renacimiento en las arquitecturas peninsulares, pasamos del gótico al barroco montados en la carreta de las filigranas, ora gótico flamigero, ora plateresco bien intencionado, ora herreriano tétrico y austero, ora churrigueresco, todo para llegar a la Contrareforma, a la petrificación del dogma.
Salud
Hay una serie de estilos que son propios de España,
ResponderEliminarCreo que el Plateresco, el Herreriano y el Churrigueresco (el primero con nombre de oficio y estos dos últimos con nombre de autor) se dan solamente dentro de nuestros límites.
Sí Miquel, estos estilos que mencionas son genuinamente españoles, desde el gótico flamígero se desarrollan hasta el barroco por todo el periodo de los austrias. En ninguno de ellos veo el más mínimo aliento renacentista, en todo caso alguna buena intención plateresca, pero con reparos.
EliminarSalud
De la primera arquitectura española del Renacimiento ;han sido particularmente debatidas en los últimos años con especial análisis de los aspectos filológicos.Se considera inadecuado.-Por definir un estilo arquitectónico con paradigmas arquitectónicos(la falacia mudéjar).Una ornamentación sin un estilismo, en la orfebrería: una expresión tan plástica como equívoca.
ResponderEliminarFeliz domingo un abrazo y esta entrada me ha recordado que ya se me termina il dolce non far niente:(
Querida Bertha, mi deformación profesional es grande y mis limitaciones son muchas y supongo que por estas razones me cuesta muchísimo llegar a entender un análisis de los aspectos filológicos de un estilo arquitectónico. Podría comprender, un análisis historicista y prestando la atención debida, un análisis gestháltico, pero todo es dificil y ahora, con los calores, la cosa se complica.
EliminarMe sabe mal que mi artículo te haya recordado que ya se termina "il dolce far niente", no me lo tengas en cuenta. Un abrazo
MUY DOCUMENTADO.
ResponderEliminarComparto esa visión , por cierto ¿sabes lo del astronauta en la puerta de la universidad?.
Saludos.
Amic Dapazzi, he aplicado sólo criterios de cosntrucción y de estructura, lo que conozco.
EliminarVi el estronauta y me pareció cosa rarísima, luego me contaron que se había colocado en la última restauración de la fachada, creo que fue en 1993, siguiendo la constumbre de incorporar algún motivo nuevo cada vez que se hacía una restauración. Por cierto que cuando lo vi, el astronauta tenía un brazo partido.
Saludos
Cuando se viene de una contemplación abusiva el románico lombardo, el brillo de oropel con sus contornos y caracolillos deslumbran como si saliéramos a la luz después de días de penumbra. Sin más consideraciones que no sea el goce estético, no técnico, el plateresco no me conmueve. Quizás de todas ellas, la que me interesó más fue la escalera dorada de la Catedral de Burgos, será por la fuerza metafórica que representa.
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Amaltea, en este verano tan caluroso, también a mí me han dado cobijo las sombras del románico lombardo. Allí entre el murmullo generoso de las aguas, aquellas iglesuelas desafiando el paso del tiempo levantaban sus campanarios que parecían salir de la oscuridad, ¡qué tosco!. Vista la "rauxa" del señor de Erill y añoré la cordura pétrea y la buena proporción.
EliminarUn abrazo