jueves, 30 de mayo de 2024

Punto final

 Intellectual Co-operatión (2018). Goshka Macuga



Cada uno de nosotros tiene su punto final. Individualmente el punto final está claro, pero si consideramos el comportamiento del ser humano como colectivo, veremos que el punto final es una nebulosa de finales difusos, una calígine de finales muy alargados.


Seguramente el punto final de la barbarie humana está situado en el mismo lugar donde se encuentra el punto final del ser humano como especie.


No hay una sucesión de puntos finales que delimite el caos. Tampoco la dispersión tiene un punto final y no existe el punto final del deterioro.


El sólido indeformable no existe, en su inexistencia se concentrarían los puntos finales de la dispersión y el deterioro.


El universo se expande, ¿hacia dónde?, ¿será la nebulosa de la estupidez?


El pensamiento teórico, la filosofía, suele detener su especulación en un punto, pero quizá deberíamos tener en cuenta que este punto es el punto de arranque de la poesía.


El punto final de toda especulación es un lugar tipológico que no topológico, es cuestión subjetiva, esta situación intelectual es un fetiche.


No quiero pensar en el cúmulo de errores, de rechazos, negaciones, enajenación y represiones que van poblando la calígine alargada, todo ello forma parte del caos.

12 comentarios:

  1. Hoy debería
    ser el punto
    y final de
    este gobierno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta gente va pasando con canciones y de un cuento a otro cuento. Esto es como un circo con unos espectadores que parece que hayan perdido la razón.

      Eliminar
  2. Seguramente el punto final de la barbarie humana está situado en el mismo lugar donde se encuentra el punto final del ser humano como especie.
    Si ese punto final es un momento (temporalidad), seguramente (posibilidad) no; seguro (certeza) que el punto final de la barbarie será posterior al punto final del ser humano como especie. Durante un tiempo la barbarie (o sus consecuencias) estarán presentes, aunque ya no hubiere un humano que las sufra.

    ResponderEliminar
  3. No sé, pero me enseñaron que hay un limite, para el caso de los gases y es el número 22,4.
    Sea el que fuera el gas, un mol, por muy disperso que este y por mucho que sea el caos de sus átomos ,ocupara un volumen de 22,4 litros, en condiciones normales. Siempre.
    Otra cosa es el ser humano.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Car res, en física encontramos ciertos límites demostrables.
      En el ser humano casi todo son entelequias sin demostración.
      Salud.

      Eliminar
  4. Nuestro acto es el existir. (id cujus actus est esse). Somos trascendentes, rebasamos un orden determinado, y en ese orden, el caos, que también está presente.

    Como presente está la poesía, la que arranca, según tu punto de vista, donde se detiene la especulación, aquella que los filósofos dedicados a la trascendencia, a la especulación.

    Quizá, la poesía, sea el último reducto de los nihilistas, aquellos que una vez tuvieron esperanza en el ser humano y que por razones empíricas hemos aprendido que es un imposible.

    Quizá todo sea cíclico, que la historia se repita, y que el caos sea necesario para destruir la negación, la enajenación y la represión, y así volver sin mácula a empezar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amic Miquel, sin ser existencialista, tengo claro que nuestro acto es el existir, nuestra existencia es un cúmulo de acciones. Es en estas y solo en estas, donde veo una cierta trascendencia.
      Si he mencionado la poesía es porque en ella y en el arte en general he encontrado algunas de las respuestas a las preguntas que formula la filosofía.
      Creo que todo es cíclico, lo vemos en la historia. Estamos condenados al eterno “empezar”.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  5. He tenido que buscar lo que era calígine, nunca había visto esta palabra ; ) Cuando te pones en plan erudito en estas reflexiones tuyas tan profundas nos conviertes en hormigas minúsculas a tu lado, te lo digo en serio…Hay demasiada ausencia de puntos y finales.. punto y final a las discusiones, estupidez, egoísmo o a las guerras, tristemente para nada de esto existe el punto y final.. todos son puntos y seguidos, todo lo más pequeños paréntesis.. Aunque puestos a divagar, quizá el punto y final de algo malo, sea el punto de arranque de algo bueno.. perdóname, eres demasiado elevado para mi en este momento, seguramente siempre o será que se está acercando el punto y final de mi día ; ) Gracias! un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida María, por aquí, en nuestras tierras soleadas apenas se utiliza la palabra calígine, por estos andurriales, suenan los versos de Juan Ramón y de mi admirado Leopardi, aquí nos acompañan los compases de Vivaldi y de Almeniz que nos alejan de la calígine.
      No, María, no me digas estas cosas de que me pongo en plan erudito, nada más lejos de mi voluntad, de hecho, el comportamiento de los eruditos, me desagrada bastante. No María, yo no quiero que nadie se convierta en hormiguita, quiero que mis amigos estén a mi lado y que juntos podemos bailar el corro de la patata y echar unas risas. Sólo suelto de vez en cuando alguna reflexión espesa que pueda servir de contraste a la danza.
      Hay un único punto final que todos conocemos, los demás se me antojan -como tu dices- unos puntos y seguidos.

      Repito, querida María, no quiero ser elevado, esto siempre es un peligro, porque caer de lo alto siempre es más doloroso.
      Un fuerte abrazo, ¡ah, y lo de siempre! Abrazos mil.

      Eliminar
  6. El viaje del ser humano en su existencia esta determinado por conflictos que afrontar, conflictos que resolver y conflictos con los que convivir. Nuestra Evolución como especie es la suma de nuestros conflictos esos que forman las cicatrices que nos marcan.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Daniel, a lo largo de nuestra existencia nos enfrentamos a multitud de conflictos y problemas que tenemos que resolver, solucionarlos es cuestión de inteligencia, fuerza y sentido común. Hay que asumir responsabilidades y trabajar. Sin esfuerzo y con pamplinas no se soluciona nada, se consigue, eso sí una sociedad de chichinabo.
      Salud.

      Eliminar