sábado, 14 de octubre de 2023

Algunas prácticas para relativizar mejor

 
Raffaello Sanzio. Dibujo.


 

He aquí algunas prácticas que me ayudan a relativizar:

1.- Contemplo como todo va cambiando constantemente y nosotros continuamos igual que siempre.

2.- No busco ningún estado diferente del que me adjudican mis sentidos.

3.- Estoy convencido de que cuando nos muramos vendrán otros que harán lo mismo que nosotros.

3.- Sé que todo lo que tengo me lo robarán.

4.- Procuro mantener un estado razonable de buen humor incluso cuando me contemplo en el espejo.

5.- Creo que después del capitel dórico todo lo demás han sido imitaciones. Nada nuevo bajo el sol.

6.- Celebro no estar inscrito en la nómina de los idealistas.

7.- Pongo en cuarentena cualquier ideología o afirmación, ya lo hice cuando supe que el ornitorrinco es un mamífero.

8.- Lo que hoy me pregunto ya se lo preguntaron mis antecesores. Las preguntas aún flotan en el aire.

9.- Los ideales humanos siempre han fracasado.

10.- No pretendo encontrar la razón de la sinrazón.

11.- Sé que no soy el único y sé que el infortunio puede aparecer a la vuelta de la esquina y mis disgustos son como las de otro cualquiera. Es aquello de que “en todas partes cuecen habas”.

12.- Practico lo que dice el refrán "agua que no has de beber, déjala correr".

Se pueden añadir otras prácticas y después relativizarlo todo. 

12 comentarios:

  1. Es un buen recetario.
    Comulgo con bastantes puntos, otros todavía no los alcanzo.
    Me gusta mucho el dibujo, es de una perfección singular.
    Salut

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  2. Fuera de la cueva del Arte y los ideales reina el frío del caos y el sinsentido. Así que, aunque sepamos que son artificios (cavernas platónicas) los humanos necesitamos abrigo.

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    1. Sí, amigo Julio, necesitamos amparo. Creo que para relativizar mejor es ser consciente de ello.
      Saludos

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  3. El dibuix tècnicament és molt bo, i no és fàcil, hi ha un senyor que els fa amb un boli BIC.
    Hi ha una cosa que no ens poden llevar, la llibertat d'escollir, encara que sovint errem.
    Que l'ornitorrinc sigui un mamífer em sona, o em remet a Marcel Duchamp.

    Salut

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    1. Amic Puigcarbó, aquest dibuix és una obra d'art. El bolígraf BIC és una eina més.
      La llibertat d'escollir és quelcom personal i intransferible, passa però, que moltíssimes vegades, alló que un escolleix pot fer molt de mal al altres. Relativitzo le formes de llibertat que se'ns presenten amb qualificatius melindrosos.
      L'ornitorrinc és un mamífer segons la taxologia biològica acceptada per la comunitat científica. Te bec d'anec, pon ous i les críes llepen en lloc de mamar, però com que te pél, ja se'l qualifica de mamífer, tot això es així encara que al Duchamp no li agradi.
      Salut

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    2. Em volia referir que a Duchamp li hauria agradat la frase.

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    3. Ah, sí, ara ho entenc. Gràcies Puigcarbó

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  4. Todos los puntos son interesantes, pero puestos a elegir, me quedo con el 4
    Un abrazo, filósofo

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    1. Amigo Luis Antonio, estas prácticas funcionan, cada uno practica las que mejor se adaptan a su carácter. Creo que lo importante es mantener una visión de la realidad sin condicionamientos. Hacemos lo que podemos.
      Un abrazo

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  5. Un conciso y agudo dodecálogo, sí señor, encabezado por un buen dibujo de Rafael. Me identifico bastante con varios de los ítems. En cuanto a mí:

    Va cambiando la música, me sigue gustando la misma de antes y suelo detestar la que se lleva ahora. Me sigue gustando la arquitectura que me gustaba cuando estudiaba la carrera y después del capitel dórico y de Mies Van der Rohe pienso que todo han sido imitaciones. Nunca me gustaron los festejos de bodas ni los "cumples" y siguen sin gustarme. Si alguien me invita (pocos, por suerte), rechazo acudir. En lo que sí he cambiado es que cada día que pasa soy un poco más escéptico que el anterior y en que antes no me gustaba el móvil y ahora no lo suelto, salvo cuando me escapo de aquí. Tengo cosas en casa que me las tirarán a la basura y conservo muchas fotos que nadie mirará y seguirán el mismo camino. Si hay algo de valor, el piso entre otras cosas, se lo quedará alguien, no sé quién y me da igual. Procuro tomarme las cosas con el mejor buen humor posible, y, como no quiero disgustos, al espejo solo me miro cuando está empañado después de la ducha. Nunca he sido idealista, pero cuando era joven pensaba que con la llegada de la democracia todo se arreglaría, nadie discutiría sobre lo que es obvio, se acabarían los maximalismos y las discriminaciones, seríamos todos muy felices y, además de comer perdices, tomaríamos helado de postre cada día. Rehúyo toda polémica, no me gustan las afirmaciones categóricas, pero siempre hay algún familiar, amigo o conocido que todo lo sabe y que las emite de forma rotunda en plena cena y ya me la ha fastidiado. No creo ser original cuando me pregunto cosas, porque seguro que se las preguntó alguien antes de mí y se las preguntará alguien después. No creo en los ideales ni me pregunto por qué son tan imbéciles algunos de los que hablan, de los que aplauden o de los que mandan; lo son y punto. Soy hipocondríaco, tampoco en eso he cambiado, pero cuando me encuentro mal siempre pienso que hay mucha gente que está peor y que lo lleva mejor que yo. Y, como tú, también practico el punto nº 12.

    Un saludo.

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    1. Amigo GranUribe, hay cosas y aspectos de nuestra existencia que permanecen a lo largo del tiempo. No siempre cambiamos, ni creo que debamos hacerlo para adaptarnos a ciertas necedades u ordinarieces de estas que nos sirven como si fueran el gran remedio universal.
      En cuanto a música soy el de siempre, cómo me voy a adaptarme al reguetón o los ritmos caribeños adocenados. Tampoco voy a caer en muchas de las incomodidades que me ofrecen, no me gustan las auto-carabanas, ni los self-service y digo no al machaqueo constante de las noticias y el efectismo informativo.
      El escepticismo, la ironía y el buen humor son indispensables para relativizar y vivir un poquito mejor. Utilizo muy poco el móvil, casi exclusivamente para llamar o que me llamen.
      En casa no hay ningún elemento de decoración, ningún cuadro, nada colgado en las paredes; me desprendo de casi todo, no quiero que haya nada que pueda acumular polvo. Me gustan las paredes peladas, que cuando llegue a casa y dé una palmada, resuene y se produzca una reverberación tranquila. También busco entre los amigos y conocidos una reverberación respetuosa, reflexiva, alegre, bienhumorada y bondad, mucha bondad.
      Cuando me miro al espejo hago muecas tan feas como puedo, pongo el semblante en modo horroroso y pienso que así es como me verán los demás.
      Los ideales son una patraña para solaz de los bobalicones.
      Abrazos.

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