Me horrorizaría pensar que la Belleza se alimenta de la burla, prefiero creer que se nutre de la trampa.
Es un juego de espejos, la Belleza se refleja en los crepúsculos truculentos y en los amaneceres apacibles.
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Lo bello puede ser terrible, incluso mortal.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Amigo Cayetano, cuando esto ocurre, solo puedo pensar que la belleza es criminal.
EliminarSaludos.
Has dicho mucho en pocas palabras. Mi respuesta sería más extensa que tu entrada, y eso no es válido.
ResponderEliminarHaces pensar.
PD: Me encanta tu boceto, completa la entrada.
Un abrazo grande de un tipo que te quiere un montón.
Salut
Amic Miquel, veladuras, espejos convexos, máscaras, ilusiones ópticas, trampantojos, perspectivas imposibles, todo es un juego de trampas para idealizar el hipocondrio.
EliminarYa sabes que paso mucho tiempo dibujando y todavía no domino esta disciplina.
Un fuerte abrazo.
Yo creo que la belleza es un juego de la mente (siempre enigmática), para resistir la incertidumbre y el desafío de vivir.
ResponderEliminarAbrazo, amigo Francesc.
Sí, amigo Paco, es un juego mental, una cuestión de sensibilidad y, para algunos románticos arrebatados, una redención.
EliminarAbrazos
No se puede cometer el error de limitar la Belleza (con mayúscula) exclusivamente a lo visual (espejos, crepúsculos, amaneceres...). Y lo afirma, humildemente, un fotógrafo.
ResponderEliminarAmigo Ricard, yo creo que quienes limitan la Belleza a una cuestión estrictamente visual, están poniendo límites al goce estético. Lo afirmo humildemente después de haber escrito ensayos sobre música.
EliminarSaludos
Concisa, profunda y sugerente. Así es tu entrada, Francesc.
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Luis Antonio, ya ves que pasa después de dibujar una calavera.
EliminarAbrazos
Sí, puede haber trampa en la Belleza.
ResponderEliminarHay que andar despabilado por el Mundo.
Un abrazo
No lo sé, amiga mía, no lo sé; el engaño se esconde detrás de la máscara. Hay que andar con cuidado, la mirada de la Gorgona petrifica.
EliminarAbrazos.
Últimamente me arrastra más la belleza de pensamientos u otras realizaciones que me aportan y me dejan perplejo que la belleza a la moda. Lo cual no quiere decir que no esté libre de trampas el pensamiento o, mejor dicho, las ideas.
ResponderEliminarAmigo Fackel, todo está en la cabeza, la belleza de un teorema matemático, la emoción intelectual que siento cuando escucho el Oratorio de San Felipe Neri de Alessandro Scarlatti, sí, digo que son emociones intectuales, que quedan fijadas en el intelecto, son imperecederas, siempre más duraderas que la fugacidad romántica.
EliminarPero, dejo aparte estos ensimismamientos que perduran y soy capaz de emocionarme ante un plato de "spaghetti alla Pentelleria", aquellas alcaparras que condensan todo el aire del Mediterráneo sobre la pasta son de una belleza extraordinaria, que me recuerdan los versos de Leopardi y los crisantemos de Puccini.
Abrazos.
Tienes las mismas debilidades emocionales de orden gastronómico que el comisario Montalbano de Andrea Camilleri, que aparca todo diálogo ante una buena comida y se concentra en los sabores y las texturas; te felicito..
EliminarNo sé quien es ese comisario. ¿Le gustan a este señor los spaghetti alla Pentelleria?
EliminarGracias.
La Belleza se nutre de la fealdad como la virtud se alimenta de la desvergüenza. La una sin la otra no existirían, pienso yo.
ResponderEliminarLa Belleza es un estado, quizás por eso es tan frágil.
Un saludo.
Amigo Daniel, si la Belleza se nutre de la fealdad puede sufrir una indigestión de mucho cuidado.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en cuanto a que la Belleza es un estado. A veces petrificada en los mármoles y a veces deteriorada con un esplendor elocuente que nos permite reflexionar sobre la fugacidad de las cosas y nos estimula la imaginación.
Saludos.
Cuando digo "se nutre" quizás no me exprese bien, quise decir que para que una cosa sea bella tiene que haber otra que no lo sea o no nos lo parezca.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, Daniel, ya estaba claro, yo solo quise hacer un guiño con esto de la digestión.
EliminarContemplamos alguna obra de arte y enseguida establecemos una comparación. A mi me ocurre que la primera de estas comparaciones es la que establezco con un determinado modelo que tengo en la mente. A veces no tengo nada en la mente, ja, ja, ja.
Salud.