Karel Appel. Kind III
Esta mañana, después de una noche de insomnios interrumpidos y de malestar, me he levantado con una frase de mi profesor Eugenio Trías metida en la cabeza.
Recuerdo el momento preciso cuando la dijo en la clase de la asignatura de Estética. El profesor había cruzado las manos y se levantó de su asiento:
Un día volveré sobre mis pasos… quizá… cualquier día… no sé cuándo… ¡Una noche quizá! ¡Una noche sobrecargada de signos y de dioses!
Entonces no entendí nada, ahora, después de tantos insomnios tampoco la entiendo. Las sobrecargas que he tenido que soportar han sido otras. Los signos y los dioses tampoco me han quitado el sueño, no creo que hayan pasado por mi vida.
Levantarse con una frasecita de estas me recuerda aquello de Kafka: despertar es el momento más arriesgado del día.
Kafka tenía razón. A veces piensas que es mejor y más placentero estar dormido. Incluso te planteas si merece la pena levantarse de la cama.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, Cayetano, el caso es que despertamos que no es poco.
EliminarSaludos
Lo importante es despertar. No les poco.
ResponderEliminarSaludos y salud, amigo Francesc
Amigo Luis Antonio, despertar y seguir, evitar el riesgo sobrecargas indeseables.
EliminarAbrazos
Afortunado tu, que has tenido un profesor de esa categoría. Y Afortunado tu, que has sabido aprovecharlo.
ResponderEliminarTambién Cirlot habló sobre los signos y los símbolos, y aún sin entenderlo nos agrada y nos subroga lo que dice.
Un abrazo
Amigo Miquel, ya hemos comentado muchas veces que me siento un privilegiado, tuve la fortuna de tener unos buenos profesores, siempre los admiré y su recuerdo permanece en mi memoria.
EliminarTrías nos hablaba de Nietzsche y de algunas interpretaciones sobre símbolos que chocaban con muchos aspectos constructivos que teníamos que dibujar en papel vegetal. Más tarde en la práctica profesional, todo aquello ha sido muy útil y aunque no lo parezca, también las reflexiones de los estetas (Trías, Rubert, Llorens, Quetglas...)
Un abrazo
Cada uno tiene sus "cadaunadas", yo soy más de ir que de volver, me apasiona lo nuevo y procuro aprender de lo pasado, con más o menos Fortuna, todo hay que decirlo. Me gusta el cuadro de la entrada.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Daniel, vivimos en un constante ir y venir. Venimos de un pasado que nos marca y que nos sirve para imaginar y preparar la ida, el futuro más o menos inmediato. Aprendemos del pasado pero también aprendemos con el uso de la imaginación. El presente es efímero.
EliminarEn cuanto al cuadro de la entrada te diré que encuentro muy interesante casi toda la obra de Karel Appel.
Saludos.
Signos arcanos y Dioses mudos y ausentes, que nos abandonaron en un mundo de incertezas y espejismos.
ResponderEliminarDespertar e incorporarnos, ignorando el fatum, y haciendo frente a nuestra condición de mortales, esa es nuestra fuerza, la determinación.
Un abrazo.
Amigo Rodericus, yo creo que el despertar es un momento crítico. Fijémonos que cuando acudimos al médico, este suele preguntarnos: ¿por la mañana, cuando se levanta, nota alguna cosa, le duele algo?
EliminarDe los signos, los arcanos y los dioses, sé muy poca cosa, de momento, no me quitan el sueño.
Un abrazo.
De hecho, algunos artistas fuerzan el despertar para provocar estos chispazos.
ResponderEliminarHace tanto que yo ya ni recuerdo los sueños...
Amigo Pedro, con el paso de los años vamos cambiando, ya hace tiempo que no sueño en figuras geométricas, luego todo ha sido más orgánico y ahora todo es muy corto.
EliminarSaludos
“Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Chuang Tzu que había soñado que era una mariposa, o si era una mariposa que soñaba ser Chuang Tzu.”
ResponderEliminarA Gregorio le pasó algo similar sólo que en pluma de otro.
Cuál es la diferencia en despertar de una siesta que de otra más prolongada haciendo abstracción de la intensidad lumínica (países nórdicos): el almanaque, el uso horario, las convenciones. Es así que a veces nosotros, los convencionales, los domingos despertamos de una siesta y no sabemos si somos una mariposa o lo que solíamos ser antes de ganarnos el sueño.
Como decimos por aquí sea feliz.
Salva, ¡qué cosas pasan!, ¡qué sueños tienen algunos!, mariposas, escarabajos, no sé, carezco de este tipo de experiencias.
EliminarLa duración del sueño, nocturno o siesta, se ve alterada muchas veces según la naturaleza de cada uno, algunos no solemos dormir más de tres horas seguidas.
Saludos.
Informe para una academia, Kafka, es un cuento muy actual.
ResponderEliminarLo onírico interesó mucho a Borges, es transversal a toda su obra. Zhuangzi es el autor del cuento corto de la mariposa, obra de estudio muy especial. Lo onírico, cuál es la realidad, esta en la que escribo o aquella en la que soñé que volaba.
Sdos.
Por lo que veo, todo está lleno de cuentos.
EliminarSaludos
Lo que más me gusta de los sueños es que invitan a seguir soñando.
ResponderEliminarPero la interrupción, las velas, los malestares nocturnos son otra historia. Recupérate.
Amigo Fackel, a mí no me gustan nada los sueños y menos los nocturnos.
EliminarSaludos.