Escalera
Subo la escalera cogido al pasamano,
cada escalón me aleja de aquella tierra
de antes, devastada y estéril
y siento aún, como un superviviente,
el aire denso y el olor del humo de las fábricas.
Sí, descreído,
porque ni ahora ni nunca me protegieron
las sombras de los ídolos.
Y, hoy, desde los escalones hasta el rellano,
me ilumina sólo el faro de los antepasados
que fueron maestros en el arte de la derrota.
Entre el recuerdo de aquel viento frío
y este pasamano de acero inoxidable
sólo hay la confirmación
de las peores sospechas.
Subo la escalera cogido al pasamano,
cada escalón me aleja de aquella tierra
de antes, devastada y estéril
y siento aún, como un superviviente,
el aire denso y el olor del humo de las fábricas.
Sí, descreído,
porque ni ahora ni nunca me protegieron
las sombras de los ídolos.
Y, hoy, desde los escalones hasta el rellano,
me ilumina sólo el faro de los antepasados
que fueron maestros en el arte de la derrota.
Entre el recuerdo de aquel viento frío
y este pasamano de acero inoxidable
sólo hay la confirmación
de las peores sospechas.
original en catalán
Escala
Pujo l’escala agafat al passamà
cada graó m’allunya d’aquella terra
d’abans, devastada i estèril
i sento, com un supervivent, encara,
l'aire dens i l’olor del fum de les fàbriques.
Sí, descregut,
per què ni ara ni mai em protegiren
les ombres dels ídols.
I, avui, dels graons al replà,
només m‘il•lumina el far
dels avantpassats que foren
mestres en l’art de la derrota.
Entre el record d’aquell vent fred
i aquest passamà d’acer inoxidable
només hi ha la confirmació
de les pitjors sospites.
Pujo l’escala agafat al passamà
cada graó m’allunya d’aquella terra
d’abans, devastada i estèril
i sento, com un supervivent, encara,
l'aire dens i l’olor del fum de les fàbriques.
Sí, descregut,
per què ni ara ni mai em protegiren
les ombres dels ídols.
I, avui, dels graons al replà,
només m‘il•lumina el far
dels avantpassats que foren
mestres en l’art de la derrota.
Entre el record d’aquell vent fred
i aquest passamà d’acer inoxidable
només hi ha la confirmació
de les pitjors sospites.
F.C.
de "Odis, venjances i altres traçats geomètrics"
Cuando lo leí por vez primera pensé en ti, y en esa manera nihilista de explicar una situación.
ResponderEliminarEs curioso, pero lo leo en los dos idiomas y me acompaña mejor rítmicamente el catalán.
De todas formas dices lo que quieres decir, que no es poco.
Este libro es uno de los que se vienen conmigo al otro lado del Llobregat.
Un abrazo
Amic Miquel, el poema está pensado y escrito originalmente en catalán, seguramente esto hace que el ritmo "repique" mejor en su idioma original, luego vino la traducción, tu ya sabes que a mí me gusta mucho traducir y gracias a ello, a veces vuelvo al originsl para corregir y perfilar algún vocablo.
EliminarEstoy muy contento que este libro te acompañe y cruce el río contigo.
Cruzar el Rubricatus es un rito personal no exento de poesía.
Abrazos
Los odios ,venganzas y otros trazados geométricos.Un título perfecto ;para describir realidades aunque las adornemos de buenas intenciones.
ResponderEliminar-Da mucha tristeza : ver que lo que ha costado sudor y lágrimas. De un plumazo se tenga que volver al punto de partida...
La ignorancia o sordera mental (" sin ofender a nadie que tenga este problema") es muy atrevida: sólo van de frente y como un tanque a aplastar los derechos sin escuchar a nadie...
Y, ojalá sólo sean sospechas me ha emocionado leerte ,esta muy logrado
Un abrazo
Amiga Bertha, "Odis, venjances i altres traçats geomètrics" es el título del libro que publiqué en 2014.
EliminarGracias por tus palabras.
Abrazos
Sí, descreído,
ResponderEliminarporque ni ahora ni nunca me protegieron
las sombras de los ídolos.
Suerte tuviste pues. A mí no me protegieron. Más bien me dejaron desamparado. Pero no voy a pedir cuentas al pasado. En todo caso me reservo para exigírselas a los mentirosos del presente. No tienen solución y, aunque ellos crean lo contrario, ni salvación.
Amigo Fackel, subir una escalera, aunque sea cogido del pasamanos nos aleja de la "tierra baldía".
EliminarNo pediremos cuentas al pasado, agradecemos el esfuerzo de todos aquellos que quisieron un mundo mejor y trabajaron para ello, aunque su ejecicio les conviertira en maestros del arte de la derrota.
Abrazos
Al final la vida viene a ser eso: una escalera. Unos se empeñan en subirla, otros en bajarla y, como decía Buero Vallejo en su obra de teatro, casi nunca nos conduce a parte alguna.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, subiremos o bajaremos, haremos lo que más convenga, pero siempre cogiditos al pasamanos, cuidándonos de no caer.
EliminarSaludos
Me parece muy bueno el poema, mezcla justa de imágenes y pensamiento.
ResponderEliminarMuchas gracias, Viky.
EliminarEntre el cansancio y apatía de la antigua derrota parece vislumbrarse una sonrisa de felicidad. Gracias a Eratóstenes sabemos que las sombras de los ídolos no son fijas y se mueven continuamente para volver al mismo sitio. Si quieres conservarlas debes mover tu posición continuamente o eso, o mueves los ídolos... Hay gente que mueve los ídolos a su gusto y otros son más de buscar periódicamente la sombra, cada uno tiene sus cadaunadas.
ResponderEliminarUn saludo
Amigo Daniel, subir un poco más arriba, subir un pequeño tramo de la escalera para alejarme del aire denso y del humo de las fábricas fue, para mí, un auténtico esfuerzo, nunca me protegieron las sombras de ningún ídolo. A mi esfuerzo se unía el de otros seres queridos que trabajaron con rigor, incansablemente. La superación de los escalones fue la recompensa. Recuerdo a los antepasados, maestros del arte de la derrota, su faro aún me ilumina.
EliminarEste poema tiene mucho de autobiográfico.
Salud
La escalera es siempre una transición entre dos vidas.
ResponderEliminarAmigo Pedro, la escalera sirve para cambiar de nivel.
EliminarSaludos