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Aquel claustro religioso fue el claustro laico, como parte y continuación de la gran obra ilustrada de hace doscientos años.
ResponderEliminarAmigo Fackel, no conocía la función de aquel claustro.
EliminarSé de la obra de ampliación del museo y creo que aquella construcción se ha aprovechado muy bien.
Salud
También me ha llegado puntualmente el correo de Jaume Maymó.
ResponderEliminarMe ha agradado leer lo que escribiste sobre el claustro, y de como se ha convertido de templo de la oración a templo del arte.
Un abrazo
Amic Miquel, los Cuadernos Arias llegan puntualmente. Jaume Maymó hace una gran labor, se lo agradecemos.
EliminarJaume hizo una buenas fotos de seguimiento de la obra, las compuso como si fueran las teselas de un mosaico y el resultado es magnífico.
Abrazos
Pasaremos por allí y miraremos, que es gratis. Que no están los tiempos para dispendios.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano, la visita merece la pena, creo que en este tipo de intervenciones arquitectónicas, Rafael Moneo es un auténtico maestro.
EliminarAbrazos
Hombre, al hilo de lo que expresa Miquel -hoy me levanto polemista bondadoso- se me ocurre: ¿saltamos del templo de la religión al del arte, o sea cuestión de templos...o de témporas? Ay con los templos, cuánto ocultan del hombre, sea cual sea su estructura. Venga, que voy de broma.
ResponderEliminarAmigo Fackel, te dejo con Miquel para que polemicéis sobre lo que convenga y a vuestro gusto, yo no entro en cuestiones de templos, que doctores tiene la iglesia.
EliminarSalud
El Mueso del Prado es a Madrid lo que la Sagrada Familia es a Barcelona. Imprescindibles.
ResponderEliminarSaludos
Supongo, Luis Antonio, que debe ser por la afluencia de personal.
EliminarEn la Sagrada Familia veo una parte de una gran arquitectura, genial, y otra parte que, en el mejor de los casos, podría juzgar por un ejercicio de geometría petrificada. En el caso del Museo del Prado me encuentro con unas buenísimas colecciones de obras de arte únicas, imprescindibles.
Salud