Teatro del Mondo. Arq. Aldo Rossi
Sentado
en la mesa de dibujo o ante la pantalla del ordenador, intento componer una
fachada, disponer muy bien las ventanas de manera que la luz natural que entra
al edificio sea equilibrada, que no deslumbre y que procure las zonas de
oscuridad y penumbra de forma confortable. Debo resolver el encuentro de una
viga con un cerramiento exterior, distribuir muy bien la planta para que sea funcional. Debo proyectar con rigor el edificio y con la calidad constructiva
adecuada y que todo tenga a un coste razonable. Para que salga bien tengo que dejar
mi vanidad en la papelera y olvidarme de los mundos simbólicos.
Probablemente
no alcanzaré a comprender el mundo arcano de las arquitecturas celestes,
empíreas e infusas. Reconozco mis limitaciones. Hay que resolver la estática, la estética y la habitabilidad
y esto requiere un esfuerzo, un empeño y un sacrificio que no puedo
malgastar en sustancias simbólicas.
La
arquitectura debe ser sostenible, bien construida y adecuada al fin, que no es
otro que el de proporcionar una habitación digna a los hombres y a las mujeres
que habitan este mundo y que, además de procurarse el alimento, algunos pueden entender
los mundos simbólicos.
Arte funcional al modo romano que responde a unas necesidades y a un presupuesto. El reto esta en conseguir el equilibrio entre la belleza, la utilidad y los costes. Un tema que no suele ser sencillo.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, es cuestión de proporciones, equilibrar costes, volúmenes, materiales, partidas de obra, funcionalidad, resistencia estructural, estática, estética, organización de los espacios, sistemas constructivos, instalaciones, normativa urbanística, normativa técnica, sostenibilidad, acabados, organización de obra, control de materiales, pliegos de condiciones, memorias técnicas, presupuestos generales y por gremios, mediciones, justificación de soluciones técnicas, cálculo de estructuras y casi nada más, todo bastante simple.
EliminarAbrazos
Esta es la grandeza de los mundos simbólicos, no diferentes a la belleza a que conduce la Arquitectura.
ResponderEliminarQuerida P MPilaR, a mí, los mundos simbólicos me superan, puedo entender mejor el comportamiento de una viga que una reflexión sobre un símbolo. La arquitectura me resulta mucho más simple que los símbolos; debe ser por deformación profesional.
EliminarAbrazos
El de arquitecto es un oficio muy complejo.
ResponderEliminarNo sólo se necesita saber de pesos, volúmenes y densidades, aparte de matemáticas y física, sino que además es necesario poseer una capacidad profunda de antropología, pues lo que uno diseña es para que seres humanos pasen sus días allí, y en esta impronta, intentar hacer lo más digno posible su estancia.
Un abrazo
Salut
No creas, Miquel, todo es bastante simple: sentido común y ganas de hacer las cosas bien.
EliminarAbrazos