Libro
de la felicidad (1582)
El sultán Murat III regaló a su hija Fátima el Libro de la felicidad. Se trata de un verdadero libro de artista que es, al mismo tiempo, un manual de auto-ayuda. Contiene un capítulo sobre
adivinación, útil para que cada uno pueda pronosticar su suerte y añade, además, una serie de
consejos para afrontar las adversidades.
Magnífico libro con espléndidas miniaturas que el
sultán otomano ofreció como un tesoro a su hija favorita.
Murat III (1546–1595) fue sultán del Imperio
otomano desde 1574 hasta su muerte. Fue un hombre desdichado, las intrigas de
su harén y las guerras con Persia, con el Reino de Hungría, Transilvania y el
Sacro Imperio Romano Germánico le llevaron casi a la desesperación.
Tuvo infinidad de concubinas y cuatro esposas
conocidas. De los 103 hijos que tuvo solo sobrevivieron 47. Conocemos los nombres
de 6 hijas y de 22 hijos varones. Su hijo Mehmet III hizo estrangular a 19
hermanos.
Ante tantas tribulaciones el sultán se solazaba en
un harén que también le era hostil y en la contemplación de libros iluminados.
Ostras....no si si a lo mejor, para ser feliz, le hubiera convenido ser célibe ¡¡¡¡
ResponderEliminarAmic Miquel, con tantos hijos, concubinas, esposas; con un harén tan repleto y tantísima gente alrededor es muy difícil estar tranquilo.
EliminarAbrazos
Todos los libros que nos enseñan y deleitan nos aportan algo de felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc
Coincido, amigo Luis Antonio. En este caso, además, se trata de un libro de artista.
EliminarUn abrazo
Le quedaba tiempo para contemplar libros iluminados.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Sí Cayetano, a aquellos personajes les sobraba el tiempo, no tenían ni televisión, ni telefonillo, ni whatsapp, ni se entretenían con youtube.
EliminarSalud
Seguramente conocemos más nombres de hijos que los que conocía el propio sultán.
ResponderEliminarQuerida Viky, qué ilusión verte por aquí. No sé so conocemos más nombres, esto es cosa de los historiadores, que muchas veces se dedican a estas cosas.
EliminarUn abrazo