El
esqueleto de las vanguardias está abandonado en un rincón como si fuera un arpa
polvorienta.
La
tonalidad no ha recuperado la armonía de las esferas y los artistas tienen en
su pupila el reflejo de los neones.
Ni
siquiera el caos absorbe el eco de los trombones, porque ya no hay partituras
en los atriles.
Ora tutto è perduto.
Nos
queda la capacidad de describir la devastación y la pernicie y, con valentía,
firmar la declaración de ruina.
en una época anodina y decadente, de embrutecimiento colectivo, no ha lugar para las vanguardias.
ResponderEliminarTienes razón amic Puigcarbó, no hay lugar para las vanguardias, de ella sólo quedan unos restos tristes, ni siquiera queda espacio libre donde labrar los surcos de un arte nuevo. Es un erial calcinaado por el fuego de los intereses.
EliminarSalud
Abandonado en un rincón como el arpa de Bécquer. Ya sabes que todo tiende a ser cíclico y que, tarde o temprano, "volverán las oscuras golondrinas", aunque no sé si llegaremos a tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, en efecto todo es cíclico, vuelven las oscuras golondrinas, pero me temo que ahora el ciclo se ha ampliado demasiado y hasta que lleguen de nuevo las aves habrán de pasar muchas, muchísimas, primaveras.
EliminarSalud
Caramba....me asustas.
ResponderEliminarUn abrazo
Miquel, amigo, no te asustes ya sabes que las ruinas también han producido muchos beneficios, sino que se lo pregunten a Martínez.
EliminarSalud
firmar la declaración de la ruina... y tal vez ahí empieza el fulgor y la honestidad, cuando de las lágrimas de un Sísifo entre los museos, se incendian todas las casas y acudimos pobres y no mentimos retórica ni belleza...
ResponderEliminarplacer entrar entre tus arquitecturas de Babel y del escalofrío y de los navegantes
un abrazo y que te vaya todo lo más bonito, salud
Querida Mareva, para firmar una declaración de ruina se necesita mucha valentía, pero hay grietas elocuentes que reclaman arrojo y valor.
EliminarEchemos una mirada al arte y declaremos de una vez por todas su estado ruinoso actual.
Salud
La escultura me recuerda al "Arquero de San Sebastián" de Alberto Lagos.
ResponderEliminarSaludos y un buen 16.
Amigo Dapazzi, no conocía esta obra que mencionas.
EliminarFeliz 2016
Amigo Francesc, puede que el arte se haya disgregado, como chabola sin tejado en medio de un páramo, pero el artista puede inclinarse a su sentir propio o al sentir de lo impuesto. En el primero está el honor, en el segundo el dinero, un dilema de libre elección. Estarás de acuerdo conmigo que a cambio, se alza otra vanguardia, la de los fogones, donde el arte culinario tiene una excelencia nunca vista, o eso dicen...
ResponderEliminarUn abrazo.
Amiga Loli yo creo que el artista debe expresar lo que su sensibilidad elabora. Honor o dinero esto es cosa suya, que haga lo que quiera pero que nos proporcione los mejores muebles para amueblar nuestra sociedad que tanto necesita de ellos.
EliminarSoy un gran admirador de la labor que realizan los grandes cocineros, creo que este mundo nuestro sólo podrá ser salvado cuando un grupo de personas de buena voluntad, con un cucharón en la mano, salgan de las cocinas y junto con los artistas nos digan cual es el verdadero sentido de todo esto. Sin embargo espero muy poco, ya sabes de mi "optimismo", creo que la sopa aún tiene que hervir mucho rato.
Un abrazo
¿Vamos hacia una era post destrucción? Pero si incluso esta se produjera -la catástrofe- ¿qué garantías tendríamos de que otro Arte fuera posible?
ResponderEliminarNo sé, pero acaso habría que recuperar primero la Ética para que la visión estética pudiera ser algo diferente. Aunque ¿tutto è perdutto?
Amigo Fackel, no tenemos garantías de nada. Las vanguardias se han arruinado y, en lo que al arte se refiere, percibimos unos aires poco propicios a la creatividad, tampoco vemos propuestas estéticas que nos hagan creer en un renacimiento inmediato, ni a corto ni a largo plazo.
EliminarSoy de la opinión que tenemos que dedicar nuestro esfuerzo en preservar lo que hemos apreciado, hacer un esfuerzo terrible para que la idiotez, el adocenamiento y el ruido no estropeen a Bach ni a Dante.
Evitemos que personajillos como Jeff Koons con sus globos de colorines se impongan, que los gestores culturales frívolos, juguetones e incultos tomen las riendas de la promoción artística. Preservemos, cuidemos nuestro patrimonio artístico y dejemos que generaciones venideras empiecen a tener alguna esperanza.
Salud
Las vanguardias siempre me han turbado y provocado sensaciones encontradas... Lo mismo podría decir de las ruinas.
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Luis Antonio, vanguardias y ruinas inquietan, las primeras por lo que puede ser y las segundas por lo que ha sido.
EliminarSalud