En
el bosque antiguo, cuando el humus no conocía la podredumbre, corrían los
sátiros que gritaban procaces y se escondían entre los grandes helechos.
En
la charca, los limacos se arrastraban por el barro, las sombras oscurecían las
aguas y el sueño era una quimera espontánea. Sin podredumbre no era posible la
poesía, sólo existía el sueño prístino ensordecido por el griterío de faunos y
el rumor de las hojas.
El caos lo inundaba todo, la más alta expresión del orden, el origen que todo lo puede.
Y después del Caos, a mucha honra,vino Gea.
ResponderEliminarSaludos, oh prudente Francesc.
Amigo Gea, está claro que puedes presumir con motivo, puedes presumir con eficacia y creatividad. En efecto, Gea, elemento primordial, nació en segundo lugar, después de CAos.
EliminarSalud
Belleza, al fin y al cabo.
ResponderEliminarNo lo sé Miquel, no sé si al principio fue la belleza, creo que ésta vino después, con la razón.
EliminarSalud
Hoy la referencia del caos se ha diluido, Francesc. Unos asentados en la finca del edén, otros pretendiendo asaltar los cielos, otros pendientes de inaugurar su eterna república identitaria...olvidando su condición de fragilidad. Hoy bosque, humus y charca no se reconocen en el paisaje.
ResponderEliminarAmigo Fackel, creo que más de uno está empeñado en formar un "totus revolutum", una confusión enmarañada donde todo se confunde, pero este caldo no es creativo ni potencial, en todo caso es un potaje
Eliminar"de maldá insolente"
donde todos vivimos "revolcaos".
Y en el paisaje urbanizado no queda ni bosque, ni humus, ni charcas; lo que hay son polígonos industriales medio vacíos, chalés adosados y casitas en hilera hipotecadas y un panorama tristísimo y unas identidades frágiles y capciosas como la mirada de una vieja ramera.
Salud
Usted dijo en una ocasión que "desde un punto a otro del caos, no es posible trazar una linea que los una". He leído su "Odis, venjances i altres traçats geomètrics" y me ha parecido que su obra es un constante mirar al caos inicial y levantar sobre aquello una construcción sólida.
ResponderEliminarSaludos
J. Aubert
Amigo Aubert, sí, creo que alguna vez me he referido a la maraña del caos.
EliminarAquello era el caldo inicial, donde todo se concentraba, era lo potencial. Había de ser el arte y la razón los que tendrían que deshacer el enredo inicial. El cálculo y la poesía habrían de ir colocando cada cosa en su sitio para que los humanos lo pudiéramos entender y aprender. Trazar unos ejes de coordenadas para colocar en cada cuadrante los sentimientos y las emociones, pero también los odios y las venganzas se encontraban en el potaje prístino junto con las guerras y el amor y también el peligro de que los ejes coordenados se torciesen.
Salud