lunes, 11 de junio de 2012

Mi vulgaridad


Creo llevar la vulgaridad mezclada en la masa de mi sangre. Algo completamente vulgar, ya que eso de la vulgaridad es lo más frecuente entre los individuos de mi especie. Este componente de mi sangre es una pura estrategia corporal, cuanto más semejante a mis congéneres sea, más eficaz será mi adaptación al ambiente.

La vulgaridad me previene de los males de la exclusividad, ésta provoca incomodidades, complicaciones y esfuerzos innecesarios: si mi enfermedad es vulgar, se podrá curar con más facilidad y probablemente encontraré la medicina vulgar en cualquier farmacia; por el contrario, si mi mal es exclusivo, será una enfermedad rara y para ella no hay medicamentos; si mi vivienda se encuentra en un emplazamiento vulgar, tendré, con toda seguridad, unas comunicaciones vulgares que me aseguraran un fácil desplazamiento, pero si vivo en un paraje exclusivo, deberé perder tiempo y dinero en los trayectos.

Ser vulgar resulta cómodo, de hecho es un comportamiento que traduce exactamente lo que hay en la sustancia de nuestro ser. La vulgaridad es directa, se expresa sin esfuerzo, al contrario de lo que ocurre con la exclusividad o la excentricidad que, para mantenerlas, debemos dedicar obduración y pertinacia, a veces ciertos individuos llegan a adoptar actitudes fantasmagóricas para parecer más y más exclusivos, rarillos diría yo. La phantàsmata es alucinación y mentira.

Concluyo que del mismo modo que la vulgaridad es una estrategia en la vida, también lo es en el arte y en la literatura. Homero, Horacio, Cervantes, Shakespeare y cualquier otro literato de esos que han dejado una huella perenne en la historia, la han dejado porque su obra ha expresado la realidad tal cual es, sin afinamientos ni retorceduras excéntricas. La obra de los grandes artistas es gruesa, no se anda por las ramas y si en ellas hay sutileza y finura, algo consustancial a las grandes obras de arte, las hay porque expresan sentimientos vulgares con ingenio, belleza  y sensibilidad, cualidades, éstas, que no debemos de confundir con sensiblería, amaneramiento, afectación, formalidades pretenciosas, rebuscamiento y teatralidad.

15 comentarios:

  1. Gran lección, sobre todo para uno, que anda teatralizando la literatura en un juego perverso que a veces destella con rigor vulgar. Qué importante palabra, y qué lejos estamos muchas veces del fondo insobornable del ser y su viento del pueblo.
    Salud
    Manuel

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    1. Amigo Manuel, la phantasmata es alucinación y mentira.
      Salud

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  2. Caramba, no lo había pensado....salut

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    1. Miquel amigo, solo aspiro a ser tan vulgar como una simple sombra, quizás de esas que marcan las horas.
      Salud

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  3. Mas también, cómo si no, porque una Humanidad entera ha interpretado sabiamente la realidad entresacando la belleza y el ingenio, nada vulgares, todo sea dicho.

    (Muy interesante blog)
    Saludos

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    1. PiliMªPilar, yo creo que la realidad es vulgar como una mala cosa y detrás de ella, prestando atención, es decir poniendo en juego nuestra sensibilidad, nos encontramos con la belleza y el ingenio.
      Salud

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  4. amigo francesc, dos citas que me vienen al caso:

    "sólo puedo ofrecerles perplejidades clásicas".

    "i dare do all that may become a man; who dares do more is none".

    abrazo y salud.

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    1. Kynikos amigo, celebro verte por aquí. ¡Cuánta vulgaridad en nuestros clásicos! jamás buscaron "lo exclusivo".
      Salud

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  5. Lo exclusivo no se divulga en general, lo inclusivo absorbe.

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    1. Supongo Lamarderemuée que esto lo dices desde el punto de vista estético, pero te puedo asegurar que desde el punto de vista hortera no hacen más que fomentar la tontería exclusivista, muchos programas de televisión y muchas campañas comerciales se asientan sobre las aspiraciones exclusivistas que tienen algunos.
      Salud

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  6. Bueno, es la discusión entre vulgar y élite, masas y dirigentes, por no hablar de mitómanos y mitos, o de... mi experiencia es que hay un continuo feed-back entre estos polos y esto liga con lo que dices de extraer algo valioso de la vulgaridad y, que en sentido contrario y a la vez, se divulga. Soy optimista. Solo una parte de los exclusivo, lo que tiene valor intrínseco, se divulga verdaderamente y el resto permanece opaco, incluido o absorbido como lentejuelas mojadas, no como lentejas rehogadas que son buenísimas¡¡¡. Salud

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    1. Al hacer el sofrito para las lentejas va muy bien añadirle unas gotitas de vinagre caramelizado, se comercializa en frascos con el nombre de "lacrime di Dio" se tarta de vinagre de Módena; pero lo que queda realmente bien y le da un sabor exquisito es poner un poco de hinojo, en general a las legumbres siempre les queda muy bien el hinojo.

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  7. me ha gustado tu desdramatización del ser 'vulgar' y el expresivo acto 'vulgar'
    en todo caso, contrapones tu pensamiento a toda una tradición abocada a tildar de vulgaridad nada más que a los actos horrorosos
    .
    filosofía, amigo, filosofía en tu decir
    salut

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    1. Mi querido amigo Omar, para hablar de la vulgarización no se puede hacer otra cosa que desdramatizar.
      Salud

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