La naturaleza humana, considerada por sí sola como una unidad colectiva, no existe.
Nadie podría explicar en qué consiste esa cosa llamada naturaleza humana, considerada en su conjunto, a la que solemos adjudicar una serie de virtudes o de vicios.
No, jamás ha existido la naturaleza humana como una cosa en sí que diría Kant.
Lo que existe es una diversidad enorme de tipos humanos, pendencieros y peleones, unos vitalistas y otros carentes de ánimo, una disparidad que supera con creces las distintas formas de cocinar unas patatas.
El género humano no es una verdad eterna, se menea entre los remolinos de la historia y va mostrando en cada momento las múltiples caras de la vulgaridad. Y luego se repite, y cuando nos vayamos, vendrán otros que serán más o menos igual que nosotros: diversos y vulgares, pero jamás serán una entidad uniforme.
En definitiva podríamos decir que la "naturaleza humana" es un conjunto diverso que se contiene a sí mismo.
Es una buena definición.
ResponderEliminarNo creo que pusieran ningún problema en clase de filosofía, es casi, tal como lo explicas.
Salut
Amic Miquel, supongo que mis pobres opiniones no encajan con el rigor de los profesores de filosofía.
EliminarSalud
Amigo Francesc, en el sentido de tu escrito no soy tan categórico, me muestro más escéptico. Aristóteles versus Kant.
ResponderEliminarFíjate que identificas la vulgaridad como un rasgo definitorio de nuestra especie; de los humanos pasados, presentes y venideros, entonces ya estaríamos hablando de un elemento de unidad colectiva; la vulgaridad. Desde ese común denominador ya podríamos afirmar una “naturaleza humana”, partiendo de esa característica que nos une en cuanto a seres humanos. Y, sin embargo, esta deducción que desarrollo también es discutible, al final solo nos queda algo sobre lo que discutir amistosamente, que no es poco en este domingo de multitudes compulsivas en Madrid (¿vulgaridad?).
Lo que sí se podría señalar es una Historia de la Humanidad desde un hecho muy concreto; la lucha desigual y constante entre opresores y oprimidos, al menos es lo que nos dice Marx, revelando ese eje sobre el que gira nuestro devenir, aunque no soy marxista, yo aspiro a ser humanista en el sentido eramista, pero en estos tiempos asumo que es un objetivo utópico, como tantos.
Ignoro si habrá tantas formas de cocinar patatas como variedades puedas encontrar en un mercado peruano, el instituto agrario tiene contabilizadas 6.408 variedades en el país andino. En los mercados puedes comprar, como yo he hecho, las más solicitadas; la perricholi, canchán, huayro, huamantanga, negra, colorada, peruanita, guinda gaspar, sirina, huagalina, yungay…
Ayer comí unas papas a la huancaína, deliciosas.
Me despido con estas bellas y jugosas palabras, deseándote un tranquilo domingo.
Abrazo.
Amigo Paco, no creas, yo también persigo el escepticismo. Creo que la vulgaridad es una estrategia de supervivencia, utilizo el vocablo “simplicidad” como antónimo de “exclusividad”. Coincido contigo en cuanto a que la vulgaridad nos otorga una unidad colectiva, sí, y junto a ese común denominador encontramos una enorme diversidad de tipos humanos que como tales “diversos” presentan unas formas de desarrollo diversas. Sin embargo, en conjunto, el desarrollo ha sido a lo largo de la historia una larga lucha por la supervivencia que a todos nos iguala. Sí, pero me cuesta mucho entender esta igualdad como un conjunto y prefiero hablar de un conjunto de diversidades.
EliminarImpresionante la diversidad que comentas sobre las variedades de patatas. Me entran ganas de probar guisos elaborados con algunas de ellas. ¡6.408 variedades! Dan mucho juego culinario.
Un abrazo
No hay conjunto sin pluralidad. En todas partes.
ResponderEliminarAmigo Fackel, existen conjuntos de elementos iguales; establecidas unas determinadas cualidades diremos que son iguales todos aquellos elementos que cumplen estas cualidades y en este sentido convendremos que se podrá formar un conjunto de elementos iguales, las cualidades dadas les confieren la unidad.
EliminarTambién podremos formar conjuntos de elementos desiguales, y preguntaremos, qué pasa con el conjunto vacío, ¿se contiene a sí mismo?
Salud
Ni Aristóteles tenia claro que era la naturaleza humana. Viene a ser como el sentido de la vida, más bien un sinsentido.
ResponderEliminarSalut.
Amic Puigcarbó, en efecto, Aristóteles tampoco tenía claro qué cosa era la naturaleza humana, yo creo que por esta razón se dedicó a clasificar la diversidad.
EliminarSalud
Las generalizaciones no son buenas, además de inexactas y simplificadoras en exceso.
ResponderEliminarSaludos.
Amigo Cayetano, solo con salir a la calle ya percibes la enorme diversidad de tipos. Hay diferencias éticas, ideológicas, estéticas y de comportamiento, creo que en la diversidad reside la elegancia, el buen gusto y la riqueza cultural.
EliminarSaludos
Hay algo común en la especie humana, el ansia de sobrevivir, la diversidad es tan solo las diferentes formas y pensamientos que se adoptan para este fin. Somo animales, unos más que otros, pero animales y no podemos quitarnos ese aspecto aunque lo camuflemos.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Daniel, las ganas de vivir nos igualan a muchos y lo que más nos iguala es la muerte. Al final todos al hoyo.
EliminarSalud