No es cuestión de tamaños, puede ser muy gruesa la sapiencia de una y muy afilada la capacidad creativa del otro.
Cada uno debe dedicarse a lo suyo.
Los datos, el conocimiento y el celo de la erudita entorpecen una posible intromisión en el camino de la expresión artística. Y, en el caso del artista, su creatividad puede verse aplastada por el peso de la gran cantidad de datos.
El celo de la erudita choca habitualmente con la vanidad del artista.
No sé si el celo engorda ni sé si la vanidad adelgaza. Una puede pasar horas y horas sentada recopilando datos y leyendo teorías y el otro, liviano, puede volar por encima de los demás mortales.
He conocido casos reales y no digo nombres, pero las imágenes que encabezan estas líneas son precisamente caricaturas de estos casos.
Creo que lo has expresado con total claridad, cada uno debe dedicarse a lo suyo.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo.
Un abrazo
Miquel, los que he dibujado son dos personajes reales, al menos uno de ellos sabes quien es.
EliminarAbrazos.
Que bien te han salido los tirantes ....
EliminarUn abrazote
Ja, ja, ja, Miquel, los has identificado.
EliminarAbrazos.
Quizás solo hay que ver si realmente una es erudita y el otro un artista. Yo cada día soy más escéptico. Cada uno a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío. ;D
ResponderEliminarUn saludo
Amigo Daniel, sí, ya sabemos que muchos presumen de eruditos y de artistas y luego, la mitad de la mitad. Lo que importa es que ni la erudita quiera hacer de artista y que el artista no pierda el tiempo haciendo de rata de biblioteca.
EliminarYa sabes que yo también practico el escepticismo, no me creo casi nada, me cuestiono toda información que me llega, creo que todo es precario, lleno de equivocaciones, falto de rigor, manipulaciones, opiniones interesadas, machaque ideológico, eufemismos..., a veces hasta dudo hasta de mi sombra.
Salud.
Sí, cada uno tiene lo suyo. Y los egos suelen chocar.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, cada uno a lo suyo, en efecto, y que nadie se inmiscuya en la tarea de los demás. Suele ser un mal negocio.
EliminarSaludos