viernes, 23 de noviembre de 2018

Dispersión en la música contemporánea



A diferencia de otras formas de expresión artística, la llamada música contemporánea (atonal, postonal, aleatoria, espectralismo, minimal, serialismo…) presenta un optimismo poco contagioso.

Creo que los compositores de música contemporánea son conscientes de su papel de “cenicienta” en las artes y se hallan instalados en una pura especulación estética que, lejos de todo aislamiento cultural, produce interesantísimos ejemplos que, desde el punto de vista artístico, suponen un patrón intelectual para otros artistas.

Hay, sin embargo, en la música que se compone actualmente, una enorme dispersión de lenguajes. Parece que cada compositor toma un sendero estético distinto sin intención de formalizar una estilística común.

A mi modo de ver, la dispersión empezó con el experimentalismo de los años setenta del siglo pasado, llevamos, pues, más de cuarenta años de dispersión. Pero esta diseminación tiene algo de positivo, nos ha traído una apertura de infinitos caminos de libertad.

Siento un optimismo racional ante la postura de estos compositores que son capaces de mantener un rigor en la búsqueda de lo nuevo sin caer en concesiones populistas, sin sometimiento a la ordinariez sonora que nos invade y que componen buscando las vías de diálogo que el radicalismo rompió, sí, que rompió solo por el mero hecho de poner patas arriba la tonalidad.

El optimismo de la música contemporánea -la que hoy se compone- podría actuar de revulsivo contra el pesimismo justificado que nos produce el arte actual.

Pero no creo que este optimismo llegue a tener efecto, pues estamos hablando de un arte muy minoritario y además, para ello, debería incidirse en la educación en la sensibilidad, cambiar los sistemas de enseñanza, liberar prejuicios y cargarse de una vez toda esta pachanga sonora que nos aturde.
Mientras me lamento de la poca eficacia del optimismo compositivo, reflexionaré sobre la dispersión musical: no buscaré fundamento en la dispersión, ni siquiera escudriñaré su justificación. La dispersión es una cuestión de gusto.

Teniendo en cuenta la diversidad de lenguajes que he comentado y consciente de la riqueza de la dispersión, me atrevo a poner una breve referencia de estilos y compositores:

Postonal
Francisco Kröpfl, John Rahn, Milton Babbitt, Jonnathan El Barouki, Elliott Schwartz, Daniel Godfrey, Allen Forte, Robert Morris, George Perle, David Lewin.

Atonalidad libre
Atilio Adrían Matteucci, Jesse Ahmann.

Serialismo
Después de los dodecafónicos y serialistas clásicos como Schönberg, Alban Berg y Anton Webern o de Olivier Messiaen y Luciano Berio; encontramos a Terry Riley, Aldo Clementi, André Boucourechliev, Alberto Ginastera, Boris Blacher, Wolfgang Fortner, Brian Ferneyhough, Bruno Maderna,  Ben Johnston, Bill Hopkins, Arthur Berger, Camillo Togni, Cesar Guerra-Peixe, Ann Southam, Donald Martino, Per Nørgård, Egon Wellesz, Heinz Holliger, Erik Bergman, Henri Pousseur, Hermann Heiss, Charles Wuorinen, Virgil Thomson, Franco Donatoni y un largo etc.

Espectralismo
Después de las experiencias iniciales de Iannis Xenakis con su Metastasis de 1954, György Ligeti que en 1961 compuso Atmosphères, o de Stimmung compuesta por Stockhausen en 1968; encontramos compositores extraordinarios que han analizado el espectro sonoro sintetizando timbres y resonancias para incorporarlas a la orquesta formando un verdadero cosmos de armonías sorprendentes. Salvando toda la diversidad de lenguajes, ahí están los nórdicos Kaija Saariaho y Magnus Lindberg, mi admirado Ola Gjeilo, los franceses Fabien Lévy, Thierry Blondeau, Jean-Luc Hervé, Marc-André Dalbavie o Philippe Hurel; en Barcelona encontramos a Bernat Vivancos.

Minimal
Ahí están mis admirados Terry Riley, Steve Reich y muy especialmente Arvo Pärt; añadamos además algunos compositores como Brian Eno, Ludovico Einaudi, Yann Tiersen o Michael Hoppé y otros más comerciales, pero de calidad indudable como Philip Glass, Michael Nyman, Mike Oldfield o el belga Wim Mertens.

10 comentarios:

  1. Buena lección de música contemporánea para los poco entendidos -como yo- en la materia.
    Un abrazo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, la diversidad de formas y estilos es muy amplia. Muchas veces escritos como este me sirven para ir aclarando el panorama.
      Abrazos

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  2. Había -no se si existe todavía una casa discográfica que editaba música de Steve Reich, Wim Mertens, George Winston, Jim Brickman, William Ackerman, etc. Se llamaba Windham Hill. Se trataba casi siempre de una música instrumental tranquila muy adecuada para acompañar una buena lectura al lado de la chimenea.

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    1. Amigo Cayetano, no conozco esta discográfica. Estos autores que citas tienen algunas obras bastante "tranquilas". Steve Reich me gusta mucho, tuve ocasión de conocerle en persona.
      Salud

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  3. Touche ¡, amigo Cornadó.
    Me has dejado completamente en fuera de juego.
    Un abrazote y copiaré el artículo para guardarlo en el libro de Juan Eduardo Cirlot y su Historia de los estilos Artísticos, pues es harto interesante.
    besotes.

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    1. Amic Miquel, he intentado hacer una clasificación "grosso modo" para ilustrar la enorme dispersión que se da en la música contemporánea.
      Salud

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  4. Muchas gracias,Francesc por odenar compositores y estilos. De todos los tengo algún compositor que me gusta, en especial y durante un tiempo escuchaba mucho a Glass y Einaudi.

    Abrazos

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    1. Amaltea, tal como he comentado a Miquel, esta ordenación es muy "grosso modo", no he entrado en matices, esto me llevaría a una extensión tremenda.
      He dejado de comentar las nuevas experiencias del "arte sonoro", son interesantísimas; ahí entraríamos en un campo inmenso.
      Ludovico Einaudi, es muy bueno, buen pianista que practica un tipo de "new age" de frases largas y unas melodías que a veces recuerdan a Luciano Berio e incluso a Erik Satie, hace un tipo de música "minimal" con toques "pop", tiene una gran creatividad.
      En cuanto a Glass debo decir que su estilo es reconocible siempre, hasta en los mínimos detalles, tiene un lenguaje propio muy potente, a veces es espectacular con unas orquestaciones muy amplias y envolventes, me gusta. Hace unos años asistí a la representación de su ópera "Einstein on de beach" en el Liceo, la duración de la ópera era de más de cinco horas, fue espectacular y me gustó mucho,esta ópera tenía la particularidad de que se permitía al público entrar y salir de la sala a voluntad, debo decir que yo solo me ausenté una vez y solo cinco minutos.
      Abrazos

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  5. Gracias por los estilos

    Un abrazo, estimado Francesc

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    1. Amiga Andri, he hecho una descripción muy simple, sin entrar en detalles. En cada uno de estos grandes estilos caben mil matices, divisiones y subdivisiones. Podríamos decir que cada compositor es un mundo sonoro.
      Abrazos

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