Andy Warhol. Nacimiento de Venus (Después de
Botticelli). 1984.
Decimos
que una obra es un plagio cuando se trata de una copia de algo que alguien ha
hecho con anterioridad. Concretamente, decimos que una obra es un plagio cuando
no es original.
Actualmente
suele considerarse el plagio como un delito, pero no siempre se ha juzgado así.
En todo caso se trata de consideraciones deontológicas, morales, judiciales o
comerciales, pero en ningún caso podemos atribuir al plagio una valoración
estética, pues la originalidad no es una
cualidad estética.
Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias, no significa que el resultado tenga un menor valor
artístico o literario.
Podrá el plagiado reclamar derechos, podrá el
plagiador argumentar que se trata de una nueva interpretación de lo sustanciado,
pero nadie, a partir de las rabietas de uno o del otro, podrá decir que la obra
es mejor o peor.
Desde la invención del capitel dórico hemos asistido a
una retahíla de plagios, las obras de los clásicos han sido copiadas y afortunadamente se siguen copiando.
En todas
las artes vemos una sucesión de plagios, reinterpretaciones y usos remodelados.
Qué sería de Shakespeare sin el plagio, cuántas Antígonas se han escrito
después de Sófocles, cuántas Venus se han esculpido después de la estatuaria
griega. Copió Torvaldsen y Canova y son copias las Venus romanas. Copiaron
Tiziano y Velázquez y ¿quién se atreve afirmar que sus obras son de baja
calidad?
Sin el plagio no existiría la literatura. Más vale una copia de un buen original que una obra
original zarrapastrosa.
Afortunadamente las grandes obras de los clásicos han sido copiadas. Todas las civilizaciones se fundamentan en el plagio.
Después de los clásicos todo es copia, aquellos ya lo
dijeron todo. Siendo así las cosas de la creación artística, ¿qué sentido tiene
proteger los derechos de un autor cuya obra es intrínsecamente una copia?, ¿cómo
se pueden defender los derechos de un autor copión?
No creo que la respuesta la podamos encontrar en el terreno artístico, habrá que buscarla entre el estiércol de la vanidad y el engreimiento o entre los intereses comerciales.
No puedo argumentar nada en tu contra. Visto desde tu punto de vista es exacto, y si, ¿qué sentido tiene proteger los derechos de un autor cuya obra es intrínsecamente una copia?.
ResponderEliminarSalut
Amic Miquel. Los derechos de autor están reservados a muy pocos. Hay muchos autores que jamás han cobrado nada.
EliminarSalud
Cuando la copia es mejor que la obra original, bienvenida sea. Ya no se puede hablar de plagio. No ocurre lo mismo en todos los casos, como pasa con El Quijote de Avellaneda, que no deja de ser una burda imitación que no aporta nada, salvo tildar de viejo y manco al señor Cervantes.
ResponderEliminarSaludos, Francesc.
Amigo Cayetano, el plagio es muy difícil de definir. Es tan difícil cómo determinar si los originales son peores que muchas copias.
EliminarSaludos
Está tan retorcido el concepto de plagio que colorear una pintura de otro, si lo hace un Wharhol es arte y si es Perico es destrozo.
ResponderEliminarCasi todo está creado y recreado, pero es una burla atribuir una acción artìstica a quienes fingen mejorar una obra, la que sea, retocándola por encima.
Abrazo
Querida Amaltea, nihil novum sub sole. La sopa de ajo hace mucho tiempo que está inventada y ahora puede ser que algún iluminado llegue a esferificarla, bienvenida sea la esfera, probablemente sean esferas deliciosas, pero todos sus paralelos y sus meridianos contienen el ajo original.
EliminarAbrazos
Un profesor nos decía en la Universidad refiriéndose al plagio que en "literatura está permitido el robo cuando va acompañado del asesinato"
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc
Amigo Luis Antonio, supongo que se refería al asesinato de la forma. La literatura suele acompañarse de este tipo de fechorías.
EliminarAbarazos.
Más bien quería decir que el plagio, al superar a lo plagiado, acababa con éste y quedaba legitimado.
ResponderEliminarMi modesta opinión es que las obras de la Antigüedad tenían mucho talento y belleza y entonces posteriormente se tomaron como referencia, en sucesivos renacimientos (que no sólo el del XV e italiano es tal Renacimiento) ¿No es el helenismo una especie de reconversión del clasicismo? ¿No es gracias al helenismo que nos han llegado obras originales y luego reproducciones y luego copias hasta nuestros días? Pero hoy día habría que matizar muy bien, porque en la complejidad de este mundo globalizadísimo hay mucho cuento, muco mercado barato (pero caro) y mucha poca imaginación, y mucho tonto que se pliega a sus cánones, que no lo son. Ya me entiendes. Ya hablaremos largo algún día sobre este tema, que me interesa, Francesc.
ResponderEliminarSí, amigo Fackel, coincido contigo hay poca imaginación y mucho mercado barato, te entiendo perfectamente, pero a mí me gusta remarcar la idea de que el plagio no es una cuestión de estética sino de mercado. Me gustará hablar contigo de este tema.
EliminarAbrazos