Sospecho que es debido al afán que tienen
los medios de comunicación de crear titulares impactantes y de fácil lectura o
de los políticos empecinados en soltar proclamas para convencer. Se trata de
que el personal capte cualquier consigna sin pensar y trague lo que le echen.
Gracias a la pobreza de contenidos que
nos sirven, la inmediatez y los mensajes facilones vamos asistiendo a la
pérdida progresiva de la capacidad de crítica, no sólo entre la población en
general, sino también, y muy especialmente, entre los profesionales que se
dedican a ello.
No voy a opinar sobre lo político ni
sobre sociología, me refiero a la crítica del arte y de la literatura. Ya sé
que la creatividad es escasa y que casi todo lo que se publica podría editarse sólo
para el uso y disfrute de los amigos del autor, pero de todo esto, la crítica especializada
no dice nada. La crítica artística y literaria anda por los suelos.
Pocos críticos profesionales se arriesgan
a decir que esto o aquello es una montaña de estiércol, porque aquí, en el
circo mediático, lo que vale es la ñoñez.
En mi opinión, esto es debido al gran
número de críticos incultos que juzgan el arte y la literatura bajo una óptica
excluyente. Lo suyo es el pensamiento único. Muchos de ellos, además, se
encuentran cómodamente bien pagados mientras adulan cualquier frivolidad edulcorada
que agrade al poder.
Aquí, las opiniones negativas están mal
vistas. De una parte, el puritanismo anglosajón invade y censura cualquier
expresión nacida de cintura para abajo y este puritanismo calvinista influye
demasiado. De otra, la intolerancia secular de la iglesia que aún persiste,
desaprueba y condena cualquier expresión originada de cintura para arriba –el corazón
noble y el cerebro que piensa–, y como siempre, el integrismo continúa marcando
con el sello de obstat cualquier cosa que venga de la razón y de la libertad de
pensamiento.
Se reclama silencio antes que una crítica
adversa.
Esta actitud acrítica se acomoda en la
autocomplacencia de una sociedad que se harta de escuchar por televisión que
aquí todo va bien. Y esto lo proclaman los gestores culturales frívolos con
unas risitas fáciles delante de las cámaras. Son gestores muy, muy modernitos
que, en el mejor de los casos, creen que el arte y la literatura son una mera
mercadería cuyo único valor es el espectáculo y lo que se paga por ella.
Es una pena. Auguro, como ya he dicho
tantas veces, unos setecientos años de miseria creativa.
Llevamos unos años a rastras. Yo diría que tantos como los instaurados por el régimen oficial de un señor que estuvo 23 años seguidos en el poder y que lo contaminó todo, poniendo estamentos oficiales en donde debería haber primado una libertad total de opinión y creación.
ResponderEliminarMe refiero a siete canales de Tves, diarios de propia creación, emisoras de radios y demás parafarnalia pagada por el estamento oficial, el mismo estamento que crea premio de arte a la altura de los acontecimientos.
Así, las Jornadas del Libro, pero sólo en un idioma. O, los escritores catalanes que sólo lo hacen en una manera.
El aceite lo contamina todo, incluso el de oliva vírgen extra, ya no te digo el usado de máquina que lleva años y años en el carter, y que está tan usado que da miedo sacarlo de allí, porque no saben donde depositar la mierda acumulada.
Salut
Sí Miquel, los medios de comunicación son muy potentes. Con su potencia influyen demasiado.
EliminarSalud
Lejos de poder añadir un comentario a tu entrada,excelentemente razonada, solo me permito añadir: creo que serán unos cuantos años más. Salud.
ResponderEliminarBlanca.
Amiga Blanca, lo de los setecientos años de amargura lo calculé cuando explotó la burbuja, ahora debería corregir el cálculo, ya se sabe siempre tenemos que ir corrigiendo los cálculos.
EliminarSalud
Me temo que Larra y su obra estén criando malvas sin aroma alguno. Toda esa pandilla de críticos-acríticos deberían leer los ARTÍCULOS DE CRÍTICA LITERARIA Y ARTÍSTICA que escribió este singular y admirado personaje...
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc
Amigo Luis Antonio, conozco por lo menos dos críticos que apenas leen las solapas o las contraportadas de los libros, a partir de ellas hacen su crítica. Los veo en televisión hablando con mucho conocimiento de causa y siento vergüenza ajena.
EliminarSalud
Malos tiempos estos, como decía la canción, para la lírica; pero habría que añadir, también para la épica, la dramática, la decencia, la ética...
ResponderEliminarSaludos, Francesc.
Amigo, coincido con la canción, malos tiempos para todo esto y para subsistir en esta jungla.
EliminarSalud
Desde un punto de vista de simple lectora. Leo reseñas de libros, y te puedo asegurar que no han pasado del prólogo, de hecho copian frases del prólogo.
ResponderEliminarSería muy divertido que se publicaran libros sin prólogo y sin textos en las contraportadas.
EliminarAbrazos
La ñoñez es un grado. Los paniaguados que habitan todos los intersticios del Estado (incluido la parte catalana que le toca) no están por la creatividad. Lo desesperante es que encima cueste tanto dinero mantener entes como RTVE que es el colmo del despilfarro cultural (el económico y político se le supone y se constata) La influencia calvinista no ha llegado y aunque llegue no servirá obviamente. Aquí trentinos y bien trentinos, y a seguir cantando aquello de:
ResponderEliminar"Lance, lance a la lid fiero luzbel
a sus monstruos en tropel
Del luzbel las legiones se ven ya marchar
y sus negros pendones el sol ha de enlutar"
(Del Himno a San IGnacio de Loyola, toma ya)
Amigo Fackel los medios públicos de comunicación son de muy baja calidad y nos cuestan mucho dinero. ¿Qué vamos a repetir? Se ha dicho mil veces: son alienantes.
EliminarYo creo que la influencia calvinista y el puritanismo anglo han llegado y se han sumado a los trentinos. No conocía este himno, ya sabes que no he tenido ningún contacto con hermandades, sectas o congragaciones.
Salud
Ya sabes que estoy en desacuerdo en dos aspectos:
ResponderEliminara) Siempre (no desde hace poco ni por rachas) ha abundado "el coro de los grillos que cantan a la luna" y pocos (o demasiados) "escuchan solamente, entre las voces, una". Sólo que ahora somos varios millones de grillos más.
b) La creatividad del paisaje depende de la mirada y no de los objetos que se miran. A nuestro alrededor, todo lo que es naturaleza es acrítico y poco inteligente, pero muy creativo. Parece que aún no te convence eso de que la humanidad o el arte sean algo natural.
En tu defensa Wikipedia te recuerda a Luciano: "Odio a los impostores, pícaros, embusteros y soberbios y a toda la raza de los malvados, que son innumerables, como sabes... Pero conozco también a la perfección el arte contrario a éste, o sea, el que tiene por móvil el amor: amo la belleza, la verdad, la sencillez y cuanto merece ser amado. Sin embargo, hacia muy pocos debo poner en práctica tal arte, mientras que debo ejercer para con muchos el opuesto. Corro así el riesgo de ir olvidando uno por falta de ejercicio y de ir conociendo demasiado bien el otro."
Amigo Abraham, coincido contigo en que la creatividad depende de la mirada, sí, y de la reflexión sobre el paisaje. Estoy convencido de que la humanidad es algo natural, pero no así el arte, éste es algo artificial, si bien nace con naturalidad de la mente de un ser natural, pero la obra artística, en sí misma, es una artificiosidad magnífica.
EliminarTodo esto, sin embargo, poco tiene que ver con la mala calidad de los críticos que ejercen.
Celebro que Luciano recurra en mi defensa.
Un abrazo querido amigo.
Una reflexión muy atinada en la que coincido. Hace tiempo que he decidido seguir la vía de la contemplación distante: evito que afecte a mi vida privada
ResponderEliminarEscribir a pesar de, obviar la opinión de la corriente general, buscar la palabra que mejor defina y describa lo que quiero decir. Y sobre todo, como aconseja el Tao, no esperar premio ni recompensa que no sea el propio trabajo.
Es evidente que la cultura está mediatizada por una suerte de burocracia que se sirve de subvenciones, pagas, regalías para mantener el control de lo que se publica y se dice.
Viene de tan lejos que ya me parece un tumor arraigado y muy difícil de extirpar. Se replica solo, como el alien de la película.
Abrazo
Querida Amaltea, reivindico la precisión en la contemplación, observar la realidad sin limitaciones y sin condicionantes, reivindico el rigor en la expresión, sin prejuicios. No quiero el ruido mediático que distrae. Es más difícil describir que opinar. Me contento con hacerlo bien, no espero lisonjas ni parabienes.
EliminarUn abrazo