He recibido una felicitación que me ha inquietado, lleva un texto de Ernst Jünger.
Nunca me ha interesado la obra de este soldado y pensador alemán, odiaba la modernidad y la democracia y decía que la guerra es una experiencia mística.
Todos sus pensamientos parecen llevar le marca sangrienta del nazismo y sin embargo rechazó el antisemitismo nazi.
Se acercó a la psicodelia, a las drogas, frecuentó los fumaderos de opio parisinos y los ambientes artísticos de la vanguardia que tanto aborrecía.
Fue un personaje contradictorio que en 1982 recibió el Premio Goethe.
Rechazo sus reflexiones, algunas de sus afirmaciones me repugnan, pero debo reconocer que algunas de sus opiniones sobre la belleza son muy lúcidas y en mi opinión tienen un cierto sentido social y positivamente democrático. En la felicitación que he recibido había siguiente texto de Jünger:
La belleza nos pertenece a todos; en su esfera no hay propiedad alguna. Es indivisible, en ella nos encontramos; nos encontramos y nos sumergimos en el otro y ya no estamos solos.
Ernst Jünger (1895-1998)
De entrada decir que el oleo que has puesto me gusta cantidad.
ResponderEliminarTampoco yo soy partidario de Jünger, nunca me ha gustado. La frase en si es muy bonita como contenido, es cierto.
Un abrazo
Amic Miquel, con Jünger pasa como casi con todos, no todo lo que dicen es absolutamente bueno o malo. Todos tienen luces y sombras. Jünger nunca ha sido santo de mi devoción, sin embargo, la felicitación que he recibido me ha gustado.
EliminarAbrazos
Comparto lo de que el texto de la felicitación es agradable.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando Jünger empieza diciendo que la belleza nos pertenece a todos, ya nos predispone positivamente.
EliminarUn abrazo
He estado leyendo en la Wiki algo sobre este señor. Parece interesante, la guerra es el extremo y, supongo, que saca lo peor y lo mejor de las personas. La belleza sobre todo es subjetiva, creo yo. Aunque también es cierto que determinadas proporciones suelen agradar a todo el mundo.
ResponderEliminarUn saludo
Amigo Daniel, Jüng es un personaje contradictorio. La belleza no lo es, en todo caso serán contradictorias las miradas de los espectadores.
EliminarUn abrazo