Roland Penrose -1983- House the Light-house
Buscamos lo que se esconde en el subsuelo,
indagamos en la noche de los cuerdos
y sospechamos que existen tesoros
ocultos en las sombras de primavera.
Con artificios intentamos oscurecer
el sortilegio del lucero del alba,
la perspectiva y el color de la rosa,
y salimos por la tangente del ocaso.
Allí donde el claro de luna muestra
una noche arrebatada y el amasijo
de camelias trama sus secretos,
el pensamiento confunde todos los caminos.
Pasará el mayo florido y el equinoccio
de junio borrará las huellas que dejaron
los caminantes que enloquecieron en la niebla.
Sólo locura y superstición.
La última frase me conmueve.
ResponderEliminarUn abrazote muy, muy fuerte.
Salut
Amic Miquel, hay cosas que a uno le sacan de quicio, por ejemplo la última palabra.
EliminarUn abarazo
"Los caminantes que enloquecieron en la niebla". La niebla difumina los contornos y escamotea la realidad, por lo que tiende a ser engañosa. Además creo que esa locura que produce es un mal altamente contagioso.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, ya sabes que el caminante romántico siempre andaba entre las nieblas del bosque, era aquel "wanderer" que emprendía un viaje de invierno y entre la espesura recordaba a su amada. Buf, todo un clásico. Acaba uno loco de remate.
EliminarAbrazos
Gracias por compartir lo que sientes recién te conozco
ResponderEliminarGracias a ti, Recomenzar, por tus visitas.
EliminarAbrazos
Lo ilusorio es un narcótico que nos encanta, no creo que seamos capaces de vencer esa adicción. Y así estamos, esperando la maldita primavera, como cantaba el italiano, sin querer percatarnos de que viene acompañada de pólenes que enloquecen al alérgico.
ResponderEliminarAbrazos
Querida Amaltea, lo ilusorio tiene un efecto pasajero, cuando la realidad muestra su cara verdadera se desvanece la ilusión y se produce el desengaño. Muchas veces lo ilusorio tiene sus raices en la "magia" sentimentaloide, esto es peor que el sueño de la razón.
EliminarAbrazos
El subsuelo, el suelo y el vuelo. ¿Colisión de derechos?
ResponderEliminarSi indagas en la noche de los cuerdos es que no estás tan loco pero me quedo dudando cuando descubro tu subsuelo. Conmovedor. Y no es fácil, no es nada fácil. Me alegro de haber pasado. Que tengas buen día.
ResponderEliminarAmiga Gemma, procuro seguir la senda de la prudencia, me aparto de las zarzas y del desequilibrio, me gusta el cálculo y casi siempre dudo e intento relativizar tanto como puedo.
EliminarCelebro que te haya conmovido este poema y que hayas pasado por este humildísimo blog.
Saludos
Un buen poema, amigo Francesc, te felicito. Con gusto me salgo por la tangente y no me importa que la primavera pase ligera, pero yo entre las nieblas no creo que haya nada bueno, lo que encuentro es morriña, mala visión y reuma.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen fin de semana
Querida Loli, estoy completamente de acuerdo contigo. La niebla trae malestar, como tú dices: nada bueno. Hay que ver cuánto les gustaba la niebla a los poetas románticos alemanes.
EliminarAbrazos
Después de todo contamos con la luz del faro de Penrose...
ResponderEliminarAbrazos
Querida Kova, sin duda una buena iluminación.
EliminarAbrazos