Pasan los años y todo
evoluciona. Sin embargo, cuando echamos una mirada al paisaje vemos que el
efecto de las estaciones se repite y que todo es como siempre: los gorriones
caminan a saltitos y los sapos saltan cuando te ven pasar. Si la mirada es
sobre el panorama social, se constata que todo cambia para continuar siempre
igual, sí, y todo evoluciona, avanza y retrocede como expresaba Nietzsche,
avanza a paso de paloma y retrocede a paso de caballo. A veces pienso que el
progreso hace como el péndulo doble, cuyo movimiento es caótico.
Double compound pendulum
Si la mirada choca
contra el espejo, su azogue me devuelve ciertas constataciones y alguna mueca
extraña. Me basta con esto, no deseo conocer mi interior, por mucho que alguien
se empeñe en repetirnos una y otra vez que debemos conocernos a nosotros
mismos, que conozcamos a los demás y que seamos empáticos.
Cada día que pasa
tengo menos ganas de conocer el interior de las cosas y mucho menos mi propio
interior o el de mis semejantes. No tengo ganas de recurrir a las radiografías
o a las biopsias, algo que me horroriza, y tampoco me interesan las
radiografías del vecino.
Paso la página del
calendario y continúo siendo el pesimista de siempre mientras me doy cuenta de
que mi escepticismo acrecienta. En efecto, mi incredulidad es cada vez mayor,
naturalmente, pues para esto habían de servir las horas de estudio de física y
cálculo, estas materias proveen de escepticismo.
Observo
el mal negocio de la historia, contemplo el presente, y confirmo mi pesimismo.
Observo
la manipulación del lenguaje, constato las mentiras, y aumenta mi escepticismo.
Con el calendario
a cuestas valoro cada vez más el lenguaje inteligente del humor y la ironía.
Sophie Taeuber-Arp mit Dadakopf, 1920 © und Foto: Nic Aluf, Archiv der
Fondazione Marguerite Arp, Locarno
Cambia el año y relativizo, ¡vaya qué si relativizo!
Hay que vivir y hay que vivir bien. Soy pragmático e indulgente con los pequeños pecados y con las pequeñas virtudes. Si los unos y las otras son grandes, dejaré que la historia los juzgue, yo no voy a hacerlo. Las utopías y los paisajes del unicornio blanco son una entelequia para ir pasando el rato.
Constato lo
perjudicial que resulta recurrir a las emociones para resolver los problemas. Nunca
he podido pagar a la verdulera con una sonrisa emocionada. Me sorprende que
haya quien crea que, tarde o temprano, llegará un iluminado que lo arregle todo. Haya tortas o sonrisas, se terminarán las
hojas de todos los calendarios venideros, pasará el turno de la sepia y nadie
habrá arreglado los males de los hombres y mujeres que viven en este mundo.
Cuando me siento a conversar contigo, me siento a gusto.
ResponderEliminarUn abrazo
Amic Miquel, conversar y mantener la amistad, amigo mío, esta es una de las formas más sutiles del arte.
EliminarAbrazos
Amén. Bon any, dins el que és posible.
ResponderEliminarAmic Puigcarbó, que tinguis un feliç 2018.
EliminarAl final es lo que nos queda, el escepticismo y tomarnos las cosas con humor, poco en serio; porque, como dijo alguien, nadie va a salir vivo de esta vida.
ResponderEliminarFeliz año, aunque yo prefiero la celebración del año nuevo, como los pueblos antiguos, con la renovación de la naturaleza, en la primavera.
Un abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano, creo que alguien ya lo dijo, que el humor es una de las cosas más serias. Ayuda a relativizar.
EliminarTe deseo que tengas un 2018 muy tranquilo, sin sobresaltos y lleno de felicidad.
Abrazos
Toda una declaracion de principios, Francesc.
ResponderEliminarEstoy contigo en reconocer la ironía y el sentido del humor como fundamento de la vida social y privada. Y de tus palabras deduzco que, para escribirlas, antes has ejercitado el músculo de la inteligencia y del pensamiento reflexivo.Esa es la mirada interior a la que me refiero; su ausencia nos deja como hojas al viento, arrastrados por lo transitorio y oportunista, sin defensas frente a un mundo caótico.
Abrazos
Querida Amaltea. Como no apliquemos ciertas dosis de ironía y humor vamos perdidos, ya quieren algunos que andemos perdidos.
EliminarSé a qué mirada interior te refieres, neurotransmisores, conexiones nerviosas y algún otro mecanismo fisiológico. Con las dudas razonables pretinentes, puedo creer en todo ello sin más trascendencia.
Abrazos
Me identifico absolutamente con estas frases que has escrito, porque yo siento lo mismo:
ResponderEliminar«Cada día que pasa tengo menos ganas de conocer el interior de las cosas y mucho menos mi propio interior o el de mis semejantes. No tengo ganas de recurrir a las radiografías o a las biopsias, algo que me horroriza, y tampoco me interesan las radiografías del vecino.
Paso la página del calendario y continúo siendo el pesimista de siempre mientras me doy cuenta de que mi escepticismo acrecienta. En efecto, mi incredulidad es cada vez mayor, naturalmente, pues para esto habían de servir las horas de estudio de física y cálculo, estas materias proveen de escepticismo.
Observo el mal negocio de la historia, contemplo el presente, y confirmo mi pesimismo.
Observo la manipulación del lenguaje, constato las mentiras, y aumenta mi escepticismo.
Con el calendario a cuestas valoro cada vez más el lenguaje inteligente del humor y la ironía».
¡Buen año, Francesc!
Amigo Granuribe, pasan las hojas del calendario y solo podemos constatar que las cosas van cambiando para continuar siendo igual, ya lo decía Tomasi di Lampedusa. Viendo este ciclo inmutable de las estaciones y la mala baba de la historia no podemos sino que ser escépticos.
EliminarQue tengas un 2018 muy feliz.