Parterres 2. Francesc Cornadó
Mi afición por los jardines viene de lejos, de cuando estudiaba la carrera de arquitectura. Teníamos la asignatura de “Jardinería y paisaje”, entonces leí muchos textos sobre el diseño y la construcción de jardines.
Este verano, preparando la introducción de mi
libro “Jardí ardent” he recuperado lecturas y me he quedado patidifuso leyendo
un texto sobre las formas de irrigación que se han practicado a lo
largo de la historia. Traducido del
italiano más o menos allí decía:
En
el cinquecento, cuando los jardineros toscanos y sobre todo los ingenieros de
los Países Bajos habían logrado regar jardines situados en cotas altas, con
sistemas ingeniosos y eficaces para subir las aguas, entonces Teresa de Ávila
decía que la única manera de regar era rogando a Dios para que enviara la
lluvia y que nada se debía hacer desviando el agua de los ríos ni construyendo
artefactos del "demonio" para llevar las aguas de aquí para allá.
Cuestionaba la construcción de jardines, actividad injustificable para los
místicos religiosos.
Parece
ser que para los místicos experimentales cristianos sólo es justificable el
jardín del espíritu.
Pues los místicos sufíes no creo que pensaran lo mismo, con la tradición ajardinada que ha habido en el mundo persa y árabe. Y se habla mucho de la conexión sufí con Teresa de Cepeda y Juan de Yepes (dejemos lo de santa y santo para la hagiografía católica)
ResponderEliminarEsa clase de místicos, si bien de pacotilla, abundan en estos tiempos, no tienes más que ver cómo actúan implorando al vacío en nombre de las masas.
Amigo Fackel, me cuesta mucho imaginar que un sufí o cualquier sectario pueda pensar alguna cosa más allá de su misticismo.
EliminarEn nuestros tiempos también abundan los sectarios que tampoco piensan y solo se dedican a repetir consignas panfletarias.
Saludos
¿ Y cómo apaga la sed el jardín del espíritu ?
ResponderEliminarNo sabía lo de Teresa y los artefactos. Parece el nombre de un conjunto de la movida madrileña.
Amic Miquel, no sé que es un jardín del espíritu, ¿tiene pérgolas o parterres? ¿cómo es la vegetación de los jardínes del espíritu?
EliminarSalud
No sé qué decirte. Así de pronto se me ocurre pensar si a Teresa de Ávila no le adjudicarán este pensamiento tan inmovilista y retrógrado por el mismo motivo que hoy se envilece todo en información... manipulación interesada de quien informa ; ) ... lo siento, hoy estoy saturada, asqueada y enferma de tanto fanatismo, tanta manipulación informativa y tanto abuso de la gente de buena fe por todos lados que supongo que por eso me ha dado por defender el buen criterio de Teresa que sería mística sí, pero no idiota ; )
ResponderEliminarUn abrazo fuerte después de tanto tiempo... de alguna manera necesito expresar mi cariño a todos los catalanes que conozco hoy aquí... siento tanto todo lo sucedido ahí, que es mi manera de solidarizarme con todos vosotros.
Un fuerte abrazo y ánimo!
Querida María, en los libros técnicos no suelo encontrar manipulaciones ideológicas.
EliminarLa saturación de la información nos afecta a todos, el fanatismo recorre las calles y los medios de comunicación, da asco.
Agradezco tu comentario, tu fidelidad visitando este humilde blog, tu solidaridad y tu cariño.
Abrazos
Aquí siempre hemos sido más de secano. En todos los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo, Miquel.
Amigo Cayetano, la gricultura de secano ha alimentado a muchas personas, otra cosa es que los agricultores hagan bien su trabajo, también en todos los sentidos.
EliminarAbrazos
Enhorabuena por ese nuevo libro que estás gestando.
ResponderEliminarSeguro que muchos lectores potenciales comparten tu gusto por los jardines y acogen la publicación con los brazos abiertos.
Un abrazo
Amigo Luis Antonio, el libro ya está terminado, tiene un prólogo de Pura Salceda (buena poeta). El libro ya está en la imprenta y tarde o temprano lo veremos en las librerías, te digo, sin embargo, que todo va muy lento, pasito a pasito.
EliminarAbrazos
Lo curioso es que hoy día se siguen sosteniendo posiciones análogas por parte de muchos sectores de la llamada conciencia ecológica, animalista o social. Gracias.
ResponderEliminarEn efecto Jean, algunos rechazan los sistemas de regadío que tanto han beneficiado a la jardinería y a la agricultura, confían más en la Providencia que en las norias o las bombas de achique.
EliminarSaludos