La aspiración humana de superar la materia y trascender la pura
animalidad para alcanzar un estado más o menos seráfico, ha hecho que el ser
humano se inventara unos magníficos arquetipos de actitud, de condición o de naturaleza. Estas condiciones sublimes constituyen los ideales.
Para bien o para mal, los ideales han conducido la marcha de la
historia, pero siempre el ideal humano ha fracasado en cuanto al cumplimiento
de sus objetivos últimos. Pongo el ejemplo el fracaso del ideal romántico, del
amor como elemento redención del hombre y fracasaron también los ideales de honor y
gloria, y hoy, asistimos al fracaso de las ideologías como productoras de un
modelo de sociedad libre y justa.
Los ideales son creaciones del intelecto, no tienen fundamento
material, no tienen espacio ni tiempo.
Los ideales son sustancia artificial. Los
ideales no se deducen de ningún planteamiento científico, emergen de la
inspiración, del deseo de trascendencia. En esto se parecen al arte, pero éste
se inspira en la naturaleza, la trasciende y se concreta en la forma creada
libremente.
El arte observa la realidad y la afirma o la transgrede, siempre la
pone patas arriba y la hace aparato, ¿la idealiza?
Tanto los idearios como las ideologías, tanto los dogmas emocionados como las proclamas encendidas de algún iluminado son utilizados para perpetuar la animalidad.
El arte constituye la mejor defensa contra los sectarismos y la irracionalidad fanática que mueve las masas en busca de una falsa Arcadia prometida por el iluminado de turno.
Me viene a la memoria Marinetti, mira por donde.
ResponderEliminarSalut
Miquel, yo nunca hubiese pensado en Marinetti. Qué raro.
EliminarSaludos
No podemos zafarnos de la idealización, pero sí desarrollar nuestro capacidad crítica para distinguir el Ideal de la realidad material
ResponderEliminarAbrazo
Querida Amaltea, idealizamos mientras pasa el tiempo. Contemplar la realidad y reflexionar sin limitación sobre lo observado desarrolla nuestra capacidad crítica, ayuda a relativizar cualquier contingencia.
EliminarAbrazos sabatinos