Sin título. Joan Pere Viladecans
L’illa del Capvespre
L'espai s’ha fet temps
a l’illa relativa, a l’illa del Capvespre,
i cal resguardar-se del vent.
Xaloc porta pols i mals de cap,
el vent de migjorn ensopiment i letargia,
llebeig desassossec,
el ponent melancolia,
el mestral du esperances fugaces,
la tramuntana escombra l’il·lusori,
el gregal té ressonàncies antigues
i el vent de llevant porta noves
de la princesa de Tarabul·lus,
falses notícies com és natural,
com en són de falsos aquells amors
proclamats a tots els vents.
L’illa del Capvespre
està envoltada d’un mar de silenci
que ha engolit les catedrals i els estadis.
Les pedres han esdevingut hores
i de les flors de primavera
només en queda el record
de llur aroma.
Cal resguardar-se dels vents i de les arestes,
doncs aquestes, que avui són límit dels cossos,
seran demà un temps que flueix
com el riu d’Heràclit.
F.C.
F.C.
traducción
La isla del Ocaso
El espacio se ha convertido en tiempo
en la isla relativa, en la isla del Ocaso,
y es preciso resguardarse del viento.
Siroco trae polvo y dolor de cabeza,
el viento de mediodía pesadez y letargo,
el ábrego desasosiego,
el poniente melancolía,
el mistral trae unas esperanzas fugaces,
la tramontana barre lo ilusorio,
el gregal tiene resonancias antiguas
y el viento de levante trae noticias
de la princesa de Tarabulus,
falsas noticias naturalmente,
como son falsos aquellos amores
proclamados a todos los vientos.
La isla de Ocaso
está rodeada por un mar de silencio
que ha engullido las catedrales y los estadios.
Las piedras se han convertido en horas
y de las flores de primavera sólo queda el recuerdo
de su aroma.
Hay que resguardarse de los vientos y de las aristas,
pues éstas, que hoy son el límite de los cuerpos,
serán mañana un tiempo que fluye
como el río de Heráclito.
F.C.
F.C.
...como son falsos aquellos amores
ResponderEliminarproclamados a todos los vientos...
Qué gran verdad.
Salut, amic.
Amic Miquel, siempre sospecho ante las proclamas que se difunden al viento. Me apunto a la música callada.
EliminarUn abrazo
Me has recordado por un momento -debido sin duda a una asociación de ideas, pura intuición- a Quevedo, cuando hace un paralelismo semántico entre el crepúsculo propio y el de su patria, una España (Cataluña también nos valdría) en la que por fin se pone el sol: "Miré los muros de la patria mía". El tiempo pasa, fluye y va desdibujando los contornos de las cosas gracias al viento que todo lo erosiona, "si un tiempo fuertes, ya desmoronados". Y llega el ocaso. Será pues conveniente buscarse un refugio -como el viandante- para evitar que el viento nos arrastre en su locura devastadora.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí amigo Cayetano, debemos resguardarnos mientras vamos relativizando.
EliminarSalud
Tiene mucha razón estas letras... Los vientos son traidores algunos más que otros.
ResponderEliminarUna poesía muy elaborada.Gracias por compartirla porque con los tiempos que corren parece que ser sensible es un fallo genético:digo yo...
Feliz lunes de Pascua .
Un abrazo.
Querida Bertha, los vientos pueden ser beneficiosos cuando ahuyentan a los mosquitos, pero casi siempre son molestos. La sensibilidad suele resentirse con las inclemencias pero a pesar de que a veces nos puede jugar una mala pasada también tiene un sentido positivo, por ejemplo nos permite apreciar mejor los sabores y la buena amistad.
EliminarUn abrazo
L´illa del capvespre, es una imagen potente y que trae aire de melancolía, de aquello que acaba. Anticipa ese no-tiempo donde todo lo conocido se diluirá en no sabemos qué.
ResponderEliminarInvita a pensar la física de la poesía.
Abrazo
Querida Amaltea. Parece un poema de otoño y fíjate la paradoja, surge al empezar la primavera cuando aún no sabemos cómo serán los jacintos este año.
EliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo con el contenido del poema, bello y trabajado como los que habitualmente nos deparas. Me quedo pensando y ojala no acabemos todos como Palmira. No solo temamos a los bárbaros de fuera, que en casa hay muchos. Salud.
ResponderEliminarAmigo Fackel, a la rosa de los vientos habrá que sumar los vientos que se arremolinan en el interior de nuestras ciudades.
EliminarSalud
El lugar de las flores
ResponderEliminarSon las flores que hemos perdido´
las que distorsionan el horizonte de los anhelos
Pensábamos que sin ellas no habría porvenir
Eran el aroma verdidulce del aire que tanteaba lo intocable
Disipaban la inquietud, desnudaban el alma...
Liberada la inocencia, persistía el fulgor de la alegría
Mas en esta anómala existencia de los días extraños
La brisa arde, se dilata y se delata hostigando
Y la condena infatigable es la pena ancha y oscura, casi infinita
Son otras las flores que florecen en la ribera de los ríos recientes
Desconocidas especies exhalan alivio, enloquecen los sentidos;
son vientos de tierras mezcladas que todavía aúllan
Millones, miles de inocentes
siembran babas y ofrendas con la piel mudada en algas
Ondas de mar profundo, caricia urgente, desordenada, incongruente
La Carne como el Verbo en un principio
Carne mudada en dulzura, carne intuitiva
La magia de las flores persevera imbatible ante la necedad
Jardines de Ariadna. Libro de relatos y poemas.Esmeralda Vizcaíno y Kova de Onga. Calaméo Editorial
Un aromático abrazo
Kova
Querida Kova, este poema que nos has regalado es precioso.
EliminarUn abrazo
¿puedo ponerme de pie?
ResponderEliminarNecesito aplaudir tanto destello de oraciones luciérnagas que sorprenden mi devoción por la lectura, necesito hacerlo con las manos del placer, del entendimiento, de la sonrisa que modifica mi rostro un breve pero grato momento.
gracias querido amigo
un abrazo
Gracias a ti, amigo Omar. Celebro que te haya gustado el poema.
EliminarUn abrazo