Giardino Giusti. Verona
dedicado a Don Jorge Disdier
La Geometría, esa diosa que todo lo mide, sonrió al hacedor de jardines.
Para resolver el caos, el jardinero se valió del cartabón y de las leyes que la diosa le imponía.
Las nueve hijas del dios olímpico y la diosa de la Memoria iluminaban las terrazas mientras el jardinero trazaba los parterres.
Con la sonrisa de Geometría y con el arte de las Musas, el jardinero nos permitió recobrar el paraíso que surgió del caos.
El orden y la proporcionalidad siempre han dado idea de belleza.
ResponderEliminarSalut
Amic Miquel, de eso de trata de poner orden y concierto.
EliminarSalud
gracies, moltes gracies! l'he devorat i fruït de tornada amb el tren.
ResponderEliminarEt felicito sincerament, és molt bo. Sana enveja!
Moltes gràcies amic Puigcarbó. Celebro t'hagi agradat.
EliminarEns llegim.
Salut
Ya lo decía Protágoras: el hombre es la medida de todas las cosas. Sin medida, solo hay desmesura, nunca mejor dicho. También es cierto que el exceso de rigor en esto nos puede llevar a un neoclasicismo exagerado que encorsete en demasía la creatividad, como pasaba con la vieja regla de las tres unidades: acción, tiempo y lugar, en las piezas dramáticas. Medidas, siempre las necesarias y nada más que las necesarias.
ResponderEliminarSaludos.
Amigo Cayetano, la proporción y el rigor siempre en la mesura conveniente. Es una cuestión de equilibrio.
EliminarSaludos
Mi muy admirado Don Francesc Cornadó:
ResponderEliminarMe permito escribirle estas palabras para agradecerle vivamente su generosidad, que en Usted nada me sorprende, al dedicarme su bellísimo homenaje a la diosa que todo lo mide, nuestra querida Geometría.
Con mi admiración por Usted va mi saludo más amistoso.
Don Jorge, usted ha expresado la belleza de los jardines de Europa en su magnífico libro "El paraíso recobrado". Creo ver en los jardines el ansia del hombre por atrapar e idealizar la naturaleza, para ello nos ayudan los trazados geométricos y la sensibilidad de los grandes jardineros. ¿cómo no iba a dedicarle este escrito? Su paseo por los más bellos jardines de España y de la U.E. es una obra singular preciosa.
EliminarMi dedicatoria no es más que una pequeña muestra de mi admiración hacia usted.
Con amistad.
Del caos salvaje brota un jardín con su orden y estructura, reconocemos en la disposición la existencia de un pacto con la naturaleza. Cuánta felicidad -efímera, claro- guardan los jardines.
ResponderEliminarQuerida Amaltea, el jardín es como una maqueta un "teatrino" sensible y un humilde intento de dominio del caos inculto de la naturaleza. Las flores, los parterres, las pérgolas, las sombras amables de las acacias y sin duda las columnas de orden dórico romano que forman las glorietas y los miradores, todo ello al servicio de felicidad, aunque sea la felicidad tan frágil como el pétalo de una eglantina.
EliminarUn abrazo
Una cosa es la naturaleza salvaje y otra los jardines. Siempre he manifestado admiración por aquellos en que dicha diosa ha sido considerada y casi venerada. Sin fanatismos, claro...
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Luis Antonio, tienes razón, naturaleza y jardín son dos cosas distintas, el segundo es obra del hombre y en su proyecto la geometría juega una parte muy importante.
EliminarA grandes rasgos podemos distinguir tres tipos de jardín, se trata de tres conceptos diferentes:
1) el jardín francés, donde la geometría interviene en el trazado del jardín e incluso en el esculpido de la vegetación (tejos esféricos, setos prismáticos, etc.)
2) el jardín intaliano, donde la geometría delimita los parterres y las zonas de vegetación, mientras ésta crece sin que se manipule su forma natural.
3) el jardín inglés, en el que los trazados de recorridos y caminitos toman las formas caprichosas, no geometrizadas, del paisaje natural.
Esto que he enumerado es una simplificación algo tosca, luego entrar en detalles puede ser algo precioso, sobre lo que se han escrito tratados magníficos y libros muy inspirados como el de don Jorge Disdier "El paraíso recobrado".
Un abrazo