lunes, 22 de abril de 2024

Los plátanos de Barcelona


Algunas veces, la indignación hace que me aparte de mi habitual discurso irónico y bienhumorado. A veces, mi irritación hace que abandone el tono complaciente y arremeta contra todo lo que se menea y, en este caso, muy especialmente, contra la porquería de los plátanos de Barcelona -platanus x hispanica. Platanaceas-

Me irritan los plátanos de Barcelona, y lo digo con toda mi indignación.

Estos árboles son una desgracia vegetal.

Aunque digan que son un símbolo de esta ciudad prodigiosa, opino que son una calamidad leñosa, que perjudica a los ciudadanos honrados y a los que no lo son. Son árboles que agraden a los que votan y a los que no lo hacen, a los que cumplen con sus obligaciones tributarias y a los que estafan. Agreden a los que aspiran a un mundo mejor y se ven obligados a aspirar el polen de estos malditos “arboluchos”.

La mayoría de los plátanos de Barcelona son viejos, están enfermos, mal podados, estropeados, rotos y con agujeros. Sus ramas caen cuando sopla el más leve vientecillo y caen sobre el peatón y sobre los vehículos. Caen las ramas sobre los niños ilusionados y sobre los paseantes que sacan a sus perros a defecar por las calles. Estos árboles son un peligro para todos.

Sus copas, que van de los seis a los doce metros de diámetro, conforman una especie de bóveda siniestra de polen y de hojas vulgares que se extiende por las calles de Barcelona.

Estos malditos plátanos tienen unos frutos globosos de 3 centímetros de diámetro, compuestos de semillas envueltas en asquerosos pelos  de largo pedúnculo, son bolitas de color marrón sucio verdoso. Su floración es insignificante y sin ningún interés, vamos, una pura desgracia.

Muchas veces, los responsables de la cosa pública han dicho que sustituirían esta maldad arbórea por otros árboles de sombra más amable. Pero esta gente de la cosa municipal no han hecho nada, como es habitual en ellos, que prometen y prometen y después del voto emitido, nada de lo prometido.

El Servicio Municipal de Parques y Jardines dispone de unos medios técnicos como nunca había tenido y no hacen nada, porque nada les dicen, no hay decisión ni asunción de ninguna responsabilidad.

Mientras tanto, estas platanáceas perniciosas van produciendo, sobre todo en primavera, unas nubes de polen que afectan a todo quisqui. 

El polen afecta a los alérgicos y a los que no lo son, afecta a los gordos y a los flacos y a las personas de todo género y sensibilidad sexual… 

Después de la floración, en pleno verano, caen las hojas secas, una hojarasca que inunda las calles y que atasca los imbornales, entonces los servicios municipales han de recoger las hojas lo que supone un dispendio tremendo. No sé si su madera podrá servir para fabricar ataúdes o mondadientes pero el caso es que urge la tala de estos malditos especímenes arbóreos de mala condición.

16 comentarios:

  1. jajajajajaja...esta si que es buena¡...Me ha gustado mucho lo de la "bóveda siniestra", es de antología.
    Te has olvidado decir que en sus bases, el personal de cierta edad suele caer como si fueran peonzas.
    PD: Yo creo que están ahí porque es una manera de ir eliminando sibilinamente a todo aquel que cobra una pensión.
    Entre el polen que desprenden, las ramas que caen y van matando al peatón más lento, las semillas que se quedan en el suelo y hacen que la gente mayor patine y se desnuque, y las hojas que una vez en el suelo ayudan otro tanto, van eliminando de las listas de la Seguridad Social a todo aquel pensionista intrépido que se resista a vivir más que los años estipulados por una I.A., que no me cabe duda debe de estar en algún lugar de la Administración, y van cumpliendo su objetivo, aligerar las listas de espera de los Hospitales.
    Un abrazo y ojo al suelo...

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    1. Sí, Miquel, vamos a añadir que los plátanos de Barcelona son unas armas de ataque dispuestas para acabar con los viejos y pensionistas. Son una desgracia inaguantable aliada con la Seguridad Social.
      Salud.

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  2. Esta vez, me has tocado el alma. Sí, porque me has recordado la muerte de un querido amigo de juventud. Pitu (24 años), paró su furgoneta frente a un semáforo a la entrada de la "Devesa de Girona" que muy posiblemente conozcas, por lo icónica que resulta para la ciudad. Una enorme rama de uno de esos plátanos cayó sobre la cabina y lo aplastó.
    Una leyenda urbana atribuye a las tropas napoleónicas el haber plantado esa dehesa de plátanos y aunque no es cierto, sí que es verdad que son árboles muy viejos. Siempre hay controversia con ellos. Mientras escribo estoy viendo en la mente la sonrisa del Pitu; el tipo más alegre y positivo que he conocido.
    El arbol asesino, tuvo clavada una cruz durante años, a modo de memorial para Pitu. Desapareció con la remodelación de la entrada a la ciudad. Ahora en vez de cruce y semáforos, hay una rondonda.

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    1. Amigo Ricard, lamento mucho lo de tu amigo.
      Estos árboles son peligrosos y ahora añado que son criminales, han causado muchas desgracias.
      Saludos

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  3. Como los de
    mi tierra,
    ninguno.

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    1. Seguro, Orlando.
      Los plátanos de Barcelona, son unos malditos árboles que nos hacen la vida desagradable. Son peligrosos.
      Saludos

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  4. Als forats que es fan al tronc dels plàtans hi ha gent que hi deixa llibres. A mi m'agraden, potser perquè no soc al·lèrgic i la seva ombra és prou agraïda, a més a la tardor ens deixen la seva remorosa catifa que tant agrada als que netegen el carrer.
    Els plàtans de davant de cada son quasi centenaris, d'antes, de quan encara no sabíem que érem al·lèrgics al pol·len, ni tan primmirats. I ,ens agradin o no, són un signe d'identitat.

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    1. Amic Puigcarbó, als forats dels troncs d'aquests arbres assassins he vist rates i pixum de gossos i persones incíviques, mai he vist cap llibre i si el veies no el tocaria.
      Segurament abans no tenien al·lergies i tots eren més forts, capaços de superar les més grans animalades i creure's que eren els millors del món.
      Aquí tot ho convertim en senya d'identitat, com el burro català, la patum i la coca de recapte. Suportem tots els lladres nostres perquè són nostres. Tot això és la nostra identitat.
      Salut

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  5. jajajajaja ¡¡Vaaaya manera de desahogarte contra los pobre árboles!! la verdad es que no me doy cuenta cómo son estos árboles, el tronco de la fotografía, así todo descascarillado, es semejante a los de los eucaliptos y por el color claro de la madera, pero deben ser algo especialmente horrible para que les tengas tanta tirria y les hayas dedicado todo tu desprecio…en fin, por solidaridad a ti, me uno en la petición de que repueblen Barcelona con otros árboles sin bóvedas siniestras, ni flores insignificantes que sean una pura desgracia jajaja me voy partida de la risa, nunca imaginé que un árbol despertara en ti, tanta repulsa ; ) Un beso grande FRANCESC!

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    1. Querida María, créeme, son unos árboles horribles, una pura desgracia vegetal.
      Cuando vengas a Barcelona ya te indicaré qué calles debes evitar.
      Abrazos mil

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  6. Buenas tardes, el problema de los plátanos es que son especies de crecimiento rápido que se plantan para que den sombra en poco tiempo.
    Como es especie de crecimiento rápido hay que podarlos mucho y con la poda el árbol de pudre por dentro y las ramas gordas igual, esto es lo que las hace debiles y fragiles ante el viento.
    Si no se podan y como el volumen aéreo suele ser similar al subterráneo tienden a levantar aceras o carreteras si se hallan cerca.
    En su dia, los plataneros y los nogales se plantaban al lado de las carreteras para que diesen sombra en el verano a los viajeros a pie o a caballo y dejasen pasar la luz del sol en invierno.
    Un solución sería plantar encinas, (alcornoques ya tenemos en los puestos públicos y hay demasiados), madroños, robles o similares donde se pueda. En zonas con baja altitud sobre el nivel del mar se pueden plantar magnolios, digo yo, pero estas especies crecen más lento y no se luce el concejal de turno.
    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, características de los plátanos que citas son conocidos y los conocen también los responsables de "Parques y jardines". Saben de los problemas que estas características acarrean y aun así, mantienen estos árboles en pie, fastidiándonos a todos. Los responsables municipales nos fastidian, ellos quieren que nosotros nos lo pasemos mal.
      Apuntas algunas alternativas para solucionar esta desgracia que nos toca soportar, te digo que algunos plátanos han sido sustituidos por almeces, aquí llamados "lledoners" (celtis australis) y han dado muy buen resultado, son de crecimiento rápido, crece muy bien en el clima mediterráneo, dan buena sombra, toleran muy bien la contaminación y por lo que he podido comprobar, no producen molestias ni alergias.
      Saludos.

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  7. Hacía tiempo que no te veía tan enfadado... Yo creo que nuestros plátanos están enfermos, porque los he visto en otros sitios y no tienen tan mala pinta (incluso se les ponen las hojas doradas en otoño). Los de aquí no llegan a perder todas las hojas en invierno, siempre conservan algunas parduzcas, y en cuanto salen las nuevas, apenas en dos meses ya están marrones y empiezan a caer, para "gozo" de los barrenderos y gran inquietud para los viandantes, que tenemos que estar atentos para no resbalar con ellas y para que, sobre todo si hace viento, no nos caiga una rama en la cabeza. Haces bien en llevarla cubierta; siempre puede proteger de impactos de esta naturaleza. Temo mucho caminar por Barcelona en esos días.

    Por no hablar de las bolitas y del polen. Una compañera de música, cuando llegó nueva al instituto y vio que la ventana del seminario tenía en frente un plátano ya sentenció desde el primer día: "lo siento, pero tendré que pedir traslado, porque en primavera no lo soportaré". Y así fue; se fue. Una pena.

    Un abrazo

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    1. Sí, estoy muy enfadado. No hay ninguna razón que justifique que estos árboles enfermos, viejos y estropeados sigan plantados contaminando calles y plazas. Son un peligro, una verdadera desgracia.
      Salud.

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  8. Creoo que me están entrando ganas de releer "Los plátanos de Barcelona", novela de aquel magnífico creador de El capitán Trueno, Víctor Mora. Los del libro debían estar en mejores condiciones, a pesar de que la época reflejada fueran tan siniestra.

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    1. Amigo Fackel, conozco el libro que citas, pero no lo he leído.
      Ahora estos árboles están muy mal.
      Saludos

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