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Dos hombres contemplando la luna, 1819 (atribuido a August Heinrich)
Der Wanderer es el caminante romántico. Es un icono, un lugar común del romanticismo alemán, como lo son los tilos, el bosque de las nieblas, el acantilado, los himnos de la noche o el viaje de invierno.
Los
pasos del caminante son una experiencia estética que reside en su mirada, más
que en el objeto que mira. Der Wanderer
camina y reflexiona sobre su emoción. Su paseo por el bosque es un viaje
iniciático por la noche. Camina junto a los espíritus oscuros, que no son otra
cosa que sus espíritus. Camina y piensa, camina y crea.
Atraviesa
el bosque hasta llegar a Sulz, Hinterbrühl, Klausenleopoldsdof y por fin, a
Heilingenkreuz, donde están los monjes que son del Císter y rezan y afirman que
la simetría es un don divino.
¡Ah
la geometría! Es propiedad de las cosas y no del espíritu. Padece el caminante
romántico con la dicotomía, se encuentra entre la encrucijada de las piedras y de
las emociones.
¿Por
qué sufre der Wanderer?, ¿por qué
todo es tan grave?, es que acaso no puede caminar sin sufrir.
Quizá
lo más sensato sea volver al mar, a la luz del Bel.Air y de los versos de Virgilio
y levantar con él la copa del vino intacto.
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No es recomendable buscar la emoción para solapar la razón, por eso sufren, intuyo, los románticos.
ResponderEliminarCon la razón se piensan las cosas antes de actuar, cuando se actúa sin pensar, por romanticismo, sucede lo que sucede, que todo sale mal.
Salut
Yo creo, Miquel, que el romanticismo es un mal consejero para tomar decisiones.
EliminarSalud.
El caminante sobre el mar de nubes, foto mítica y representativa del Romanticismo alemán. Algunos identifican al personaje de la montaña con el propio Friedrich. La contemplación de la naturaleza refleja el gusto del autor así como la soledad. Es muy conocida también la titulada Acantilados blancos en Rügen así como El mar de hielo.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Amigo Luis Antonio, Caspar David Friedrich, siempre pintaba a los personajes de cara a un paisaje impresionante, eran personajes que estaban de espaldas al mundo, parece que sólo les interesaba la soledad y la naturaleza agreste. Los románticos se entusiasman con su soledad y con sus obsesiones sentimentales, al margen de la realidad y del mundo que les rodea. Parece que intentan escaparse del principio de la realidad.
EliminarSaludos.
El romanticismo,
ResponderEliminares para después
de haber
resuelto con
la cabeza ,
lo que sea,
que te la
estaba
quebrando.
Amigo Orlando, creo que es indispensable razonar antes de actuar y no dejarse llevar por las emociones o los arrebatos románticos.
EliminarSaludos.
jajaja ¡es superior a ti! jajaja otro de estos geniales textos irónicos tuyos, contra las arrebatadas emociones en brazo de las cuales se perdían los románticos. Es verdad que no hay nada peor que dejarnos llevar por nuestras emociones y que ese sufrimiento existencial en el que se sumieron algunos de sus representantes les llevó a volarse la cabeza y a arrastrase por este mundo sumidos en la desesperación, pero no todos fueron tan extremistas, tan malo es dejarse llevar por las emociones arrebatadas como por la racionalidad fría y exenta de toda emotividad, un término medio, ya sabes, en la moderación está la virtud ; ) Estéticamente todas estas obras tenían su puntito, así tan gótico, tan vampírico, tan de luna llena y paisajes de árboles de troncos y ramas retorcidas.. vamos que para verlo desde fuera no está mal : ) Un beso grande mi querido ilustrado de la Ilustración : )
ResponderEliminarAy María, aquellos románticos de entonces que deshojaban margaritas a la sombra de un sicomoro y estos románticos de hoy que tienen que pagar las comisiones bancarias, andan de aquí para allá soportando el peso de sus arrebatos y sufren.
EliminarHay que tener cuidado y no dejar que las emociones nos compliquen la vida y creo que hay que relativizar el peso de la racionalidad a sabiendas de que alguna mente racional interpretará el resultado de una resonancia magnética para poder diagnosticar nuestro mal.
Me parece que lo más sensato es tomar el camino de en medio como aconseja Teognis de Megara, echarle un poco de buen humor y de ironía al asunto, que las margaritas y las comisiones bancarias están aquí para hacernos la vida un poco más complicada y hay que saberlo llevar.
Abrazos mil