jueves, 30 de noviembre de 2023

Poesía sobre un papel en blanco

Salvador Dalí. Dit gros, platja, lluna i ocell podrit, 1928

 

Cuando me dispongo a escribir algo razonable y con intención estética, pienso en las imágenes que me ofrece la realidad y, al poner una palabra tras otra, observo que estas ya son “idea”, excitan, provocan reacciones y dibujan. A veces son una llamada al orden o a la revolución del pensamiento. Reclaman proporción y equilibrio y a la vez transgresión.

La estética reclama la lógica de una metáfora. Las palabras son dardos que transforman lo relativo en ironía.

Me pregunto por qué la ironía tiene tan poco predicamento y entonces, el papel permanece allí mudo, esperando la tinta de las palabras. Esta tinta habrá de manchar el pensamiento del lector.


Aun así, declaro  que no pretendo embadurnar pensamientos ajenos, sólo intento dotar el texto de una estética sustentante.

9 comentarios:

  1. Muy sugerente la entrada. Creo que al día de hoy la ironía ha sido sustituida por el sarcasmo con el consecuente "zasca".
    La ironía es típicamente inglesa, siempre acompañada de una sonrisa y siempre sugerente.
    Las imágenes que os ofrecen la realidad son casi siempre en blanco y negro. Poco hemos adelantado.
    PD: Desconocía la obra que nos presentas de Dalí. Me gusta cantidad.
    Salut

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    1. Miquel los ingleses presumen de todo lo que tocan, hacen propaganda siempre, hablan del humor inglés, del rost-beef británico, de la puntualidad y la disciplina inglesa y siempre lo suyo es lo más maravilloso de la isla británica y del resto del mundo.
      El sarcasmo es una forma grosera de la ironía, tiene menos enjundia y muchas veces solamente sirve para herir.
      Salud

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  2. Cuando, sustituyendo a la tecla, me decido a tomar la pluma (no digo "coger", por si rechazan mi grosería los que te leen allende los mares) y empiezo a escribir, solo procuro regodearme con el trazo, hacerlo con buena letra y que los textos sean coherentes, estén correctamente escritos y contengan todo lo que quiero decir. Si hay cierta dosis de ironía cuando es requerida, son estéticamente hermosos y suenan bien al leerlos, miel sobre hojuelas.

    Por cierto, me gusta la obra que publicas, que no conocía. No reconozco mucho en ella a Dalí —que me parece casi siempre bueno— pero en ésta todavía más.

    Un abrazo.

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    1. Amigo GranUribe, escribir a mano es un gustazo, procurar hacer buena letra, como la que aprendimos en el colegio, con trazo seguro y sin manchas ni borrones y luego escribir lo que se quiera decir sin demasiadas alharacas, más o menos así: sujeto+verbo+predicado.
      Soy dado a la ironía y evito el exabrupto.
      Dalí nos sorprende.
      Abrazos

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  3. Y lo consigues. Siempre lo consigues FRANCESC! Eres como la racionalización estética de los pensamientos. Todos en perfecto estado de revista, vestidos impecablemente con tus letras, justo donde deben estar, diciendo exactamente lo que quieren decir. Todo lo contrario que yo, que no hago más que divagar jajaja Creo que la ironía no tiene predicamento porque a veces se confunde con el sarcasmo como dice Miguel e incluso con el cinismo, que es aun peor, pero sobre todo, porque requiere de mucha inteligencia, rapidez e ingenio y eso no está al alcance de casi nadie … no embadurnas nada, si acaso impregnas y siempre es un gusto que lo hagas. Un beso grande!

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    1. Querida María, siempre procuro racionalizar y simplificar. Cuando digo: "lo estoy pensando", quiero decir "lo estoy calculando" y después procuro expresar lo calculado.
      Soy irónico de natural, de una familia de comerciantes acostumbrados al trato con los amigos, conocidos y saludados. Evito siempre las salidas de tono, pero si conviene decir NO lo digo sin rubor, con rapidez y con una sonrisa irónica.
      Abrazos mil.

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  4. Lo mío, con lo que disfruto, es la contemplación, Me bajo de la bici, en un momento dado y me quedo mirando algo, normalmente un edificio, un monumento, otras un grupo humano. Empiezo a escribir mentalmente, pero luego sigo y olvido. Me quedo satisfecho
    Saludos

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    1. Amigo Car res, contemplar la realidad, las cosas, la presencia humana... esto proporciona una satisfacción impagable.
      Puede ser que lo observado se olvide, pero seguro que deja una huella.
      Salud.

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  5. Las palabras dibujan, sí. Y en el arte, las ideas, pensamientos... pasean por nuestra cabeza y también hacen de las suyas. Todos somos creativos en esencia aunque muchas veces no lo explotamos, andamos tan liados en tareas necesarias pero anodinas, es triste que no haya muchas oportunidades, en general, para expresar la creatividad que llevamos dentro.
    Cuantas veces queremos comunicar algo y no hay receptores en esa sintonía, en ocasiones pienso que las personas somos como antenas, o mejor girasoles buscando la luz, pero hay demasiadas interferencias, nubarrones que lo condicionan todo.
    Aún así, la luz que queda tapada durante un tiempo no desaparece, volverá a irradiar cuando sea el momento perfecto creo yo.

    Te mando un gran abrazo y besos Francesc!!

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