Me declaro un rendido admirador de Leopardi.
He seguido su experiencia literaria, mi fascinación por su
obra me ha llevado a Recanati, donde tengo grandes amigos, he visitado su
biblioteca y he intentado comprender el “Infinito”, aquel jardín desde el cual
no se desdeña ninguna iluminación.
La contemplación del jardín podría explicarme la actitud de los artistas del quattrocento ante la naturaleza, sin embargo no fue ésta la mirada de Leopardi, la suya se aproximó más a lo sguardo ispirato de los románticos del sur.
Sus Canti son en mi opinión uno de los monumentos poéticos de mayor envergadura de la literatura europea.
Su “Zibaldone” es una obra colosal. Muy larga. Un dietario
donde Leopardi apunta sus pensamientos sobre el mundo y sobre el drama humano,
hace consideraciones sobre el suicidio, sobre la filosofía y la poesía y muy especialmente
sobre la lengua.
En el Zibaldone dice cosas como esta:
en este mundo todo es una locura, excepto hacerse el loco. Todo es
risible, menos reírse de todo. Todo es vanidad menos las bellas ilusiones y las
frivolidades agradables...
Leopardi es un fenómeno literario capaz de explicar el
romanticismo desde la más pura iluminación clásica.
Fue un hombre desgraciado, devoró literalmente su enrome
biblioteca y en ella se dejó la salud, el estudio le destruyó. Su columna
vertebral se le fue encorvando hasta convertirlo en un jorobado.
Salía de su casa y se reían de él. Al pasar, los niños le
gritaban: gobbo fotuto.
Uno de los padres de la patria italiana, invocado como referente cuando su unificación, parece ser que padeció una suerte de tuberculosis artrítica, la enfermedad de Pott, que le curvó la espalda. Si encima pasaba horas en la biblioteca, el problema se le agravaría enormemente.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, hoy con la administración de inmunodepresores (tratamiento biológico del tipo adalimumab)tratan la enfermedad de Pott, probablemente hoy, el gran poeta aliviaría sus males.
EliminarSu obra fue determinante para fijar la lengua italiana actual.
Saludos
Su belleza interior fue la que nunca le abandonó.
ResponderEliminarSalut
Amic Miquel, admiro la poesía de Leopardi, su gran cultura y su extraordinaria sensibilidad dieron como resultado una obra magnífica, monumental.
EliminarSalud
se reirían de su propia tontera, pero él tenía sobradas y justas razones para reír
ResponderEliminarsaludos
Admirado Omar, Giacomo Leopardi no perdía demasiado el tiempo riéndose de aquellos energúmenos.
EliminarSalud