Nocturn en negre i or, el coet que cau de James
McNeill Whistler (1834-1903)
Escribir poesía es ante todo un
ejercicio de rigor. Sin un concepto, sin una idea estética no es posible la
expresión poética, el uno y la otra son solamente el inicio del camino, no son
siquiera el primer verso, pues ya sabemos que éste sólo te lo darán los dioses
y los otros versos que le siguen, son el fruto de un trabajo riguroso y de la
precisión de la palabra. La poesía es el arte de la palabra.
Ya nos advirtieron los filósofos
estructuralistas y muchos otros pensadores anteriores lo habían demostrado:
palabra y pensamiento son la misma cosa.
Así pues, si la
poesía es el arte de la palabra, habremos de convenir que la poesía es el arte
del pensamiento. Planteado de esta manera puede parecer algo presuntuoso, pero
habrá que admitir, por lo menos, que no es posible sustentar una expresión poética,
estética, sobre unos cimientos mentales deslavazados.
La construcción poética empieza sobre
un fundamento estético y se levanta con el rigor del verbo, de tal forma que la
conjugación y el modo verbal nos indican cuan veloz es el paso del tiempo, y una
adjetivación perfecta deberá servir para expresar el color exacto de una
hemorragia o la viscosidad de unas lágrimas.
Sólo una poesía bien compuesta podrá
contener aquellas joyas del pensamiento que debemos conservar. El hombre
deposita en la obra de arte aquellas cosas importantes que debe preservar.
Así sólo podremos conservar lo que ya esté cimentado en el verbo=pensamiento. Para descubrir (o inventar) nuevas realidades, o pensamientos, o expresiones verbales, ¿qué otra alternativa que adentrarnos en la selva, en el océano, en la incertidumbre, en los ínfimos destellos de lo efímero? Aunque su destino no sea el planeta perdurable.
ResponderEliminarLa poesía, por otro lado, también permite crear edificios de destrucción atrapados en instantes y para nunca más.
Amigo Abraham, yo creo que permaneciendo en la realidad que nos es próxima, incluso sin ir a la búsqueda de otras realidades, nos queda mucho por recorrer: la propia incertidumbre ante lo que se presenta a nuestros ojos, lo efímero de la cosa humana, la complejidad del dolor, el coste de la verdad innecesaria, la reflexión sobre lo bello, el color de la hemorragia o la viscosidad de una lágrima..., por otra parte te aseguro -y lo sé por experiencia- que para declarar un estado de ruina se necesita mucha valentía y esto es algo que la poesía nos puede proporcionar.
EliminarSalud
Si que es un ejercicio escribir poesía y, entender la métrica .No solo como una floritura, para embellecer algo vacío de contenido.Sino que mucho más desnuda :una forma de protesta social.Una herramienta para formar y transformar el mundo.
ResponderEliminarEn casa mis tios leian a Gabriel Celaya y Salvador Espriu ;los poetas comprometidos y eran los raros de la familia.-Señor la ignorancia es muy atrevida. verdad?
Un abrazo
Querida Bertha, un profesor mío de cálculo de estructuras, gran poeta, hoy muy reconocido y admerado, decía que la poesía es las matemáticas de la literatura, no creo que lo dijera por la métrica sino más bien por el rigor, por la exigencia mental y por la potencia de la palabra. Yo creo que la poesía es protesta y reflexión, creo que el lenguaje poético tiene más carga revolucionaria que muchos de los discursos panfletarios que tanto abundan.
EliminarUn abrazo
Para mí, el proceso de creación poética sería este: primero, el impulso, el estallido de sensibilidad, la creación informe y visceral. Luego, la racionalidad, el trabajo, la mente fría van dando forma a ese monstruo que nació con corazón pero sin cabeza.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, casi, casi coincidimos. A mí los monstruos me dan mucho miedo, ja, ja.
EliminarSalud
En Las mil peores poesía de la lengua castellana (creo que ese es el título) Jorge Llopis hizo una defensa genial de la poesía, que es una orfebrería de la palabra y el pensamiento y que no está al alcance de todo el mundo.
ResponderEliminarEs así, a pesar de que la gente crea que con rima o sin rima, escribir poesía sea coser y cantar. Conocer la métrica y también la historia y formas poéticas es indispensable para hilar un verso.
Es un libro académico en el mejor sentido, se aprende mucho y con risas. No escatima ironía y sarcasmo.Fue publicado en los cincuenta y te aseguro que no ha envejecido ni perdido fuelle.
Un abrazo y espero estar el 21 de septiembre para disfrutar de la buena poesía.
Querida Amaltea, me hago con el libro de Llopis sin falta. La poesía es un "genero" muy difícil.
EliminarEl día 21 nos vemos.
Saludos
Ponderada y justa definición de este ejercicio, que a veces, también, querido amigo, ha de surgir desde un fondo telúrico de difícil gobierno, pues que la vida apura los límites de lo soportable no pocas veces. El poeta es un fingidor, decía Pessoa, y es hermoso que aún tenga el coraje de fingir un dolor que verdaderamente siente.
ResponderEliminarAmigo Manuel, sí coincido contigo surge una corriente de "difícil gobierno", es un torrente que sólo la estética puede encauzar. Y coincido con Pesoa: el poeta es un fingidor. El arte es fingimiento y artificio, es una invención y en esto reside su humanidad.
EliminarSalud
Cada vez admiro más al poeta y su poesía. Para mí es la condensación de lo verdadero, a pesar de lo que dice Manuel que dice Pessoa.
ResponderEliminarConsidero a veces el poema como una explosión, un aullido, algo que sale de las vísceras.
Yo no sé escribir poesía, pero sí me he atrevido en mi ignorancia a escribir libremente, desde el dolor o la alegría.
Salud.
Querida Isabel, yo creo que la poesía es algo que se encuentra en un territorio anterior al arte, es la expresión estética del pensamiento. Me dan mucho miedo las explosiones y los arrebatos, y creo que la poesía sale de una víscera que está situada en el cráneo y está compuesta de materia gris.
EliminarSalud