Harun al-Rashid recibe a una delegación de Carlomagno.
Julius Köckert (1827-1918)
No voy ha hacer un alegato contra la lectura. No.
En los libros he podido leer las palabras más bellas, que son la expresión de los más bellos pensamientos.
Entre las páginas de los libros, también, he encontrado las páginas de la historia y he aprendido que caemos siempre en los mismos errores y que una generación tras otra va repitiendo las mismas injusticias y bestialidades.
No voy a contradecir a Harun-al Rashid -que mil y una noches perfumen sus sueños-
No voy a llevar la contraria al justo Aaron de Persia que me aconseja: leer, porque el jardín más hermoso es un armario de libros ¡Un paseo a través de sus estantes es la distracción más dulce y encantadora!
Pero intentaré gozar del locus amenos, del jardín oloroso y de la vista de las flores; y cuando este sol sea un ocaso y cuando las hojas de latón cubran el suelo de otoño y no quede otro remedio, leeré las páginas más bellas.
En los libros he podido leer las palabras más bellas, que son la expresión de los más bellos pensamientos.
Entre las páginas de los libros, también, he encontrado las páginas de la historia y he aprendido que caemos siempre en los mismos errores y que una generación tras otra va repitiendo las mismas injusticias y bestialidades.
No voy a contradecir a Harun-al Rashid -que mil y una noches perfumen sus sueños-
No voy a llevar la contraria al justo Aaron de Persia que me aconseja: leer, porque el jardín más hermoso es un armario de libros ¡Un paseo a través de sus estantes es la distracción más dulce y encantadora!
Pero intentaré gozar del locus amenos, del jardín oloroso y de la vista de las flores; y cuando este sol sea un ocaso y cuando las hojas de latón cubran el suelo de otoño y no quede otro remedio, leeré las páginas más bellas.
Leer cuando la lectura sea lo mejor que se puede hacer en ese momento. Hay tiempo para todo en la vida, incluso disfrutar de ella.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, ahora que los días se acortan y que la incultura nos muestra su faz más siniestra, ahora es el momento propicio para leer y leer.
EliminarSalud
Para mí Otoño es la estación de las percepciones, un paso donde sientes contrastes, cambios, y los olores y la luz y las sensaciones del cuerpo vuelven a alterarse, a veces en su brevedad, y apetece estar más pendiente de sentir que de racionalizar. Aunque la lectura sea compañera de un café o de un tiempo antes del sueño, inevitablemente.
ResponderEliminarAmigo Fackel, yo creo que racionalizar es también sentir, pienso que racionalizar es la forma más humana de sentir y ahora leeré una vez más a los clásicos, los más clásicos de todos los clásicos, aquellos que me enseñan a racionalizar con todo el sentimiento.
EliminarUn abrazo
Al igual es verdad que la historia se repite y que los libros nos lo intentan explicar...y que no hacemos puñetero caso...
ResponderEliminarSí Miquel, estoy tan convencido de que la historia se repite como de que no somos capaces de aprender de la historia, aunque nos lo repita un montón de veces.
EliminarSalud
Hermoso e inteligente propósito, que pienso emular de la mejor manera que me sea posible. La lluvia me vuelve girasol de páginas como soles.
ResponderEliminarSalud
Manuel, mientras vas cumpliendo tu propósito te digo lo mismo que a Harun-al Rashid: que mil y una noches perfumen tus sueños.
EliminarSalud
Me gusta mucho esta entrada.Amo la lectura, sobre todo de poesía, y una biblioteca es verdaderamente un jardín lleno de flores dibujadas con palabras.
ResponderEliminarPero también me gusta pisar la hierba, la tierra de senderos sencillos, y perderme en el bosque de árboles frondosos. La Naturaleza se lee con los sentidos y es una inagotable y maravillosa historia.
Podemos combinar ambas formas de leer.Un día de lluvia, como este domingo, un libro es el mejor amante.
Un abrazo.
Querida Fanny, la lectura nos abre un universo extraordinario, un jardín infinito.
EliminarSalud