Arraigada en cualquier ámbito
de la sociedad y en cualquier estrato, más o menos profundo, vemos brotar la
corrupción por todas partes. Donde se hace más visible es en la economía, pero también aparece en la aplicación de la técnica.
Tal como aseguraban los
clásicos ‘el poder corrompe’. La corrupción procede del poder.
Aquí voy a referirme al envilecimiento y a la inmoralidad técnica. Se trata de una corrupción que también procede del poder: del poder del conocimiento de la técnica.
Sabemos de casos de técnicos corruptos que han practicado algún tipo de estafa económica de manual, a la manera de banqueros y políticos corruptos. Aquí no me refiero a meter mano en la caja. Me refieré solamente a la corrupción que se produce al aplicar la técnica de forma perversa.
Sabemos de casos de técnicos corruptos que han practicado algún tipo de estafa económica de manual, a la manera de banqueros y políticos corruptos. Aquí no me refiero a meter mano en la caja. Me refieré solamente a la corrupción que se produce al aplicar la técnica de forma perversa.
El técnico corrupto se ampara en su conocimiento de normas o reglamentos, de ciertos arcanos profesionales o de algún rigor de cálculo para superar sus miedos o su cicatería.
Me refiero a los vicios
de aquellos técnicos que se afanan sólo para favorecen su ego, su fama o su vanidad y me
refiero también a las concesiones que el técnico hace al poder, con el
timorato fin de preservar su chiringuito, y afirmo que las corrupciones
técnicas causan un mal al conjunto de la ciudadanía de la misma manera que lo pueden producir las
corrupciones financieras.
Sé poco del mundo de
la industria pero puedo hablar del sector de la arquitectura con conocimiento
de causa. Son técnicos corruptos aquellos que:
1) Sobredimensionan
los espacios, las instalaciones y las estructuras, con el fin de salvaguardar
su responsabilidad.
Desde el punto de vista de responsabilidad, siempre causa menos problemas sobrepasarse que quedarse corto.
Desde el punto de vista de responsabilidad, siempre causa menos problemas sobrepasarse que quedarse corto.
2) Disponen mil
argucias y triquiñuelas para eludir la normativa técnica o urbanística con la
finalidad de complacer al cliente.
Así conservan el puesto de trabajo o el chiringuito.
Así conservan el puesto de trabajo o el chiringuito.
3) Adoptan
soluciones técnicas facilitadas por los fabricantes sin evaluar racionalmente
su idoneidad o eficacia.
De esta manera se abrevia el trabajo y queda más tiempo libre para ir a jugar una partidita con el industrial.
De esta manera se abrevia el trabajo y queda más tiempo libre para ir a jugar una partidita con el industrial.
4) Escatiman
esfuerzos y cálculos para buscar la solución más óptima.
Yendo a soluciones usadas anteriormente se simplifica el trabajo y ya no hay que meterse en berenjenales que producen dolor de cabeza.
Yendo a soluciones usadas anteriormente se simplifica el trabajo y ya no hay que meterse en berenjenales que producen dolor de cabeza.
5) Proyectan
artilugios espectaculares que satisfacen a su vanidad y quedan muy bien en la
fotografía del día de la inauguración.
Así aparecen en los medios como artistazos de campanillas.
Así aparecen en los medios como artistazos de campanillas.
Un tipo de corrupción que se detecta peor por la gente corriente, frecuentemente en armonía con delirios de grandeza propios y con servilismo hacia los acaudalados clientes.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, Cayetano, se trata de una corrupción menos espectacular que la política o la económica, pero es maligna y produce efectos graves.
EliminarSalud
Bé, ara que sabem que alguns tècnics poden actuar de manera corrupta, penso que hauríem de reflexionar sobre el per què actúen així: és per una manca de professionalitat, per falta de caràcter, per comoditat potser, per deixadesa, per una falta de tècnica, de rigor, de principis étics, per excés de poder? ocupen llocs de responsabilitat, fan servir pressupost públic, encara que no vull remarcar especialment aquest punt econòmic, és important, però son per a mi més importants altres aspectes relacionats amb la salut, el benestar de les persones, un edifici, un sostre, sigui amb cúpula o amb xemeneia té una utilitat i una disposició d'ambients que ens han d'aportar comoditat, intimitat, accessibilitat, moviment i repòs, estem fent servir quasi bé tots els sentits per trobar-hi tot això... i estic una mica espesa ara, com per assenyalar aspectes rellevants en un entorn que hà de ser per el bé d'una ciutat, d'una comunitat, on hi haurà de tot, petits i grans, que estiren o que empenyen, no ho sé, a mí tot això penso que m'enfortiria el caràcter en un moment de debilitat... perque no oblidem que ser corrupte és bàsicament això, deixar-se portar per debilitats, falta de caràcter, em reitero...
ResponderEliminarPetons
Estimada Gemma, una manca de valentia, poc rigor, molta comoditat, deixadesa, tot això són vicis que poden portar al tècnic a actuacions que tidran després conseqüències perverses per a la ciutadania, a aquells vicis afegim una voluntat egoista de sobresortir, de fer-se veure i l'alta dosis de vanitat condueixen a la corrupció. Això es produeix en la pràctica privada de l'exercici professional i és greu, però més greu és quan es produeix en l'àmbit públic, quan tècnics de l'administració cauen en la desidia i el poc coneixement, quan aproven projectes que estan mal fets, quan apliquen un excés de zel que perjudica als ciutadans, quan no fan les inspeccions necessaries, tant en sanitat com en educació, tant en arquitectura com en enginyeria, es produeix corrupció técnica quan el tècnic obeeix consignes ideològiques o potítiques o juga el joc dels industrials.
ResponderEliminarSalud
Te tomo la palabra y en breve os explico lo que he vivido y sufrido de la corrupción industrial
ResponderEliminarCuando lo tenga estructurado, publicaré al hilo del presente. La corrupción de los mediocres en los.oligpolios industriales
ResponderEliminarAmiga Txema, ardo en deseos de leer tu experiencia. En este mundillo de las ingenierías y de la arquitectura nos encontramos casos de auténtico manual de la incompetencia, de la sinrazón y de las vanidades. Técnicos cobardes que no conocen ni las más mínimas o condiciones o principios de su profesión. He estado tentado de escribir un libro narrando las incompetencias y las barbaridades con las que me he encontrado en mi vida profesional.
EliminarSalud
Escribe en catalán, yo lo hablo pero no lo escribo, estudié en la época franquista., tengo 62
ResponderEliminarAmigo Txema yo tampoco estudié catalán . En aquella época franquista no nos lo enseñaban, para ser más exactos deberíamos decir que nos lo prohibían.
EliminarNo he asistido nunca a clases de lengua catalana, pero por mi cuenta he ido estudiando y leyendo mucho y ahora lo escribo sin dificultad, he publicado varios libros en catalán y me puedo expresar en catalán y en castellano indistintamente y sin problemas ni de ortografía ni de identidad.
Un saludo
Hola, gracias.
EliminarEl otro post, el del asunto del que hablamos, has omitido publicarlo por prudencia o no supe enviarlo correctamente. Estaba con el smartphone, igua que ahora y no tiene la soltura del ordenador. Con independecia a esto escribir un libro acerca de este tema y basado en hechos reales buscando gente dispuesta sería muy interesante, mi experiencia es real, acreditada y francamente interesante, cuando menos para personas con cierto interés por el tema ya que es minoritario. Gracias y un saludo
Amigo Txema, no recuerdo. Yo publico todos los comentarios de mis amigos, alguna vez he omitido algún anónimo, pero en general lo publico todo, podría ser que no me hubiese llegado tu comentario. Creo que lo de escribir las experiencias vividas en este terreno técnico puede ser muy interesante.
EliminarUn saludo