Ya hacía siglos que los
poetas gnómicos griegos habían escrito sus sentencias en hexámetros, cuando
Marco Aurelio continuó con sus meditaciones:
Asia, Europa, rincones del mundo;
el mar entero, una gota de agua;
el Athos, un pequeño terrón del mundo;
todo el tiempo presente, un instante en la eternidad;
todo es pequeño, mutable, caduco.
Meditaciones,
Libro VI. Marco Aurelio
Ya hace siglos que Marco Aurelio
escribió sus sentencias, cuando aún hay quienes que continúan enarbolando banderas.
"...cuando aún hay quienes que continúan enarbolando banderas...." copio , pego y hago mío..
ResponderEliminarMuy bien Miquel, más de uno debería hacérselo suyo.
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Qué buena medicina sería esta para las vanidades modernas de los estados y las personas jurídicas y toda la vaina de políticos sanguijuelas que tenemos endosados en la yugular.
ResponderEliminarClaro como el agua, Francesc
Salud
Manolo
Sí Manuel, sanguijuelas en su charca que no ven ni siquiera la orilla que tienen al lado.
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No puede entenderse lo de las banderas si uno piensa, todos hemos leído la historia, sabemos algo de geografía y cada día aprendemos más de lo infinito y de lo micro, pero lo insólito es que algunos de los que hablan de bandas pretenden enseñarlas, la historia y la banda, sin pensar en la escala de las cosas. Quizá pase lo que siempre ha pasado que la lucha de bandas intenta disimular una lucha de clases y tanto de una como de la otra sabemos bastante. Hay que dar clases aceleradas del tamaño de las cosas, de su escala representativa, a lo mejor con esto tan simple se desmonta la confusión.
ResponderEliminarLamarée, muchos no han leído ni una página de la historia, más de uno no sabe geografía, y quieren perpetuar bandas y banderas.
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Marco Aurelio "el sabio".
ResponderEliminar-Me quedo con su famosa frase."Todo acaba cayendo en el olvido incluso las leyendas".
Aunque parece que sus famosas frases son vigentes hoy en día.
Saludos Francesc.
Bertha, siempre aprendiendo de los clásicos, sus palabras son vigentes porque todos seguimos siendo igual que entonces, con pocos cambios, en todo caso una caída hacia abajo.
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Un Imperio gobernado por Marco Aurelio, el emperador filósofo, o mejor sería decir el filósofo que ejerce el poder más por obligaciones de Estado que por gusto.
ResponderEliminarEs precisamente su carácter de hombre de Estado culto preocupado por la filosofía lo que le lleva a identificarse con el estoicismo como doctrina fundamental, algo tan raro entonces como ahora. Lástima que ni entonces ni ahora apliquemos de verdad este conocimiento...
Un abrazo.
Lástima, Javier, que el estoicismo no figure entre la conducta general de quienes tienen la responsabilidad pública.
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¿Alguno de estos mediocres chorizos del presente, pasarán a la gloria?.
ResponderEliminarPasados 100 años, ¿quien se acordará de semejante desperdicio?. En cambio de Marco Aurelio, todo el mundo.
Sí, dapazzi, tienes razón. pasados cien años nadie se acordará del desperdicio, pero nosotros lo habremos sufrido.
EliminarMalditos mediocres.
Salud
Es una lectura imprescindible en cualquier tiempo, proporciona el horizonte amplio para contemplar las actividades humanas, en especial las propias. Hace años que tengo un ejemplar -editorial Gredos- en mi mesita de noche. Mano de santo cuando nos da por ponernos trascendentales y sobreviene el desvelo. No hay medicina mejor.
ResponderEliminarAbrazos
Querida Amaltea, Marco Aurelio es imprescindible -yo también tengo la edición de Gredos- y dejarse de panteísmos, de sofisticaciones sentimentales, de las patrañas de la exclusividad, de las pasiones pneumáticas, de las fantasías étnicas (no digo raciales porque queda mal) de los paraísos de la Providencia, de... en fin, Amaltea, continuo con mi "materialismos, vulgaridad y técnica"
ResponderEliminarSalud
Te deseo un felicísimo año entrante. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Lula, a la recíproca, yo también deseo que tengas un feliz 2013.
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