Epicuro. Detalle en “La escuela de Atenas” (1512), Rafaello Sanzio
Epicuro quería vivir discretamente. No depender de nada ni de nadie. Decía que debemos conformarnos con ser dueños de nuestra propia existencia y no de la de los demás.
No quería que nadie se metiera en sus asuntos y, a la recíproca, tampoco él se metería con la vida de los otros. Decía que nadie debía inmiscuirse en los asuntos ajenos.
A pesar de ser un individuo comedido y ordenado, Epicuro no pudo evitar, sin embargo, los improperios de los estoicos, esos austeros santones y misántropos que se metían con él y que andan por ahí renunciando a toda satisfacción por más sencilla y serena que sea.
¡Pobre Epicuro!, tuvo que soportar los insultos del estoico Epícteto, que había sido esclavo de Roma, y que, metiéndose con Epicuro, le decía: “esta es la vida que tú calificas de virtuosa: comer, beber, copular, defecar y roncar”.
Los estoicos militantes practican un proselitismo muy activo. Con su moralina intolerante, se empeñan en que vivamos como ellos. Quieren que comamos y bebamos poco, o que ingiramos acelgas o raíces y que bebamos tisanas; sancionan con intransigencia que los demás copulen cuanto quieran y se diría que prefieren que sus vecinos revienten con tal de no defecar.
Nota:
Con la esperanza de encontrar una satisfacción sencilla y serena me retiro unas semanitas. Nos vemos a la vuelta.
¡¡¡Pero no te vuelvas estoico!!!
ResponderEliminarBuen verano.
Anna Babra
Hoy les llamaríamos, a estos estoicos militantes, intervencionistas.
ResponderEliminarTe dicen lo que has de comer, de beber, como, cuando y de modo, y te hacen sentir culpable mientras ellos, por razones de agenda, no hay semana que no vayan de cena, ni de convención protocolaria, eso si, siempre en su A8 conducido por su respectivo chófer.
Buen retiro ¡
Mi voluntad no alcanza para renunciar a las frutas escarchadas. Que le hubiera costado a Dios ser epicúreo.
ResponderEliminarFelices días y un fuerte abrazo.
Feliz descanso epicúreo, si es posible.
ResponderEliminarPues, fíjate, que para mí el estoicismo es la actitud más recomendable para estos tiempos tan caóticos. No desprecio los placeres de la vida pero para enfrentar las adversidades, la ataraxia, el estoicismo nos ayuda a sobrellevar aquello sobre lo que no tenemos ningún control.
ResponderEliminarAbrazos
Disfruta de tu descanso, sea o no al estilo de Epicuro. Nos leemos a la vuelta.
ResponderEliminarMi solidaridad total con el pensamiento de Epicuro.
ResponderEliminarSaludos