Tsukioka Yoshitoshi (1839-1892)
Para
ocultar su miseria, decimos que el cuerpo humano es bello y concedemos a las carnes
un ideal de belleza para dotar de trascendencia lo que es pura animalidad. De
esta manera suplantamos su fealdad y su precariedad.
Tarde
o temprano el cuerpo humano se deteriora. La decrepitud deja señales
indeseables, excrecencias vulgares, grietas en la piel, exceso de secreciones,
marcas atópicas que ya no desaparecen y que intentamos disimular con cremas o mejunjes
y cirugías comerciales. Todo esto hace que desarrollemos una serie de
eufemismos y argumentos de autocomplacencia: que si la arruga es bella, que si
las líneas de expresión del rostro denotan un pasado de ricas experiencias, etc.
Es que la obra humana también corrige, adereza o altera el cuerpo en función de las necesidades o las impresiones o la mirada. Para ocultar o para resaltar o para generar un sobre-cuerpo. Todo es así desde que la moda se socializó. Habrá que intentar ver de forma positiva el lado de la parafernalia corporal. Tal vez todo lo inventado para alterar el cuerpo a favor (o eso cree la gente) sirva para que la mente humana no se deprima antes de tiempo con la decrepitud y la pérdida de la belleza propia (la que considera cada individuo que tiene en mayor o menor medida) Que luego hay mucha tontería comercial, publicitaria o de moda al día, ya lo sabemos. Pero ¿qué sería de nosotros si solo viviéramos inmersos en nuestra miseria feroz? Personalmente soy más de la opinión de que lo importante es mantener en buen estado los órganos -y hay tantos- que nos forman que la simple apariencia. Pero tu parrafada es un deleite, aunque también un tanto feroz, jaj.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Fackel, dejo a parte las consideraciones fisiológicas y los dictados de la moda, lo que pretendo es poner en relieve este afán de trascendencia que persigue el ser humano, que es capaz de elevar a la categoría de lo bello la decrepitud y las excrecencias vulgares.
EliminarAbrazos
El afán de eternidad, de no conformarse con su carácter irremediablemente perecedero, hace que la humanidad sobrevalore los cuerpos jóvenes y lozanos, porque así es como nos gustaría estar toda la vida, a ser posible 200 años de nada. Otra cosa es que esta sociedad superficial y consumista que tenemos, vacía de contenido, sobrevalore este tema monográficamente porque no valora casi nada más que la belleza (unos cánones concretos) y el dinero. Lo demás no importa.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano, las huellas que el tiempo va dejando en el cuerpo humano, no hay cosmética que las arregle. Creo que un buen invento fue dotar a las carnes decrépitas de una trascendencia que ha calado muy fuertemente en el arte.
EliminarAbrazos
De la misma manera que diseñamos palabras para disimular situaciones y no decir lo que sabemos no se quiere oír, de la misma manera, digo, nos inventamos cánones estéticos para comerciar con lo que queremos vender, y en muchas ocasiones, lo que se intenta vender es la imagen.
ResponderEliminarSí, Miquel, los cánones son una invención. Creo, sin embargo que ciertos cánones artísticos son más inteligentes que muchas de estas frivolidades que acompañan al diseño de eufemismos.
EliminarAbrazos
Evidentemente hay un margen muy estrecho de lozanía y el resto es decadencia, la imagen es lo que nos venden y es lo que compramos.
ResponderEliminarLo ideal sería vivir nuestro presente
Abrazo
Tienes razón Adel, lo ideal sería vivir nuestro presente, a mí me pasa, sin embargo, que no sé hacer otra cosa que vivir el presente, no sé vivir mi pasado ni tampoco mi futuro y creo que quien vive en otro tiempo que no sea "su" presente está viviendo en una fantasía.
EliminarMuchas gracias, Adel, por tu visita.
Yo estoy aprendiendo a hacerlo, me sacudí toda el entorno y ahora estoy viviendo como quiero, un día a la vez, ahora soy yo y me muestro como realmente siempre fui
EliminarUn placer
Bien, bien, aplaudo tu experiencia y tu vitalidad.
EliminarSalud
Y sin embargo, qué bello hasta en su decadencia.
ResponderEliminarAmigo Pedro, cada vez me gustan más las estatuas frías.
EliminarSalud
El cuerpo es el espejo de nuestros pensamientos.
ResponderEliminarCasi escribo alma, pero cosa semejante no existe, así pues.
Saludos,
J.
Amigo José A. Sí, hay cuerpos acartonados, otros desvitalizados, muchos horribles, otros que son auténticos adefesios, los hay contrahechos..., en efecto, el cuerpo refleja nuestros pensamientos, no hay más que mirar el andar de los seminaristas o de aquellos que han sido atrapados por alguna secta o los que viven ilusionados a la espera de una utopía.
EliminarSaludos
"Un alma sin cuerpo es tan inhumana y espantosa como un cuerpo sin alma. Por cierto, lo primero es una rara excepción y lo segundo es el pan nuestro de cada día" (Thomas Mann)
ResponderEliminarAmigo Luis Antonio, un alma sin cuerpo es algo que ya se está experimentando en algunos laboratorios. Se trata de emular el conocimiento y la personalidad, toda, de un indivíduo, y mediante una técnica estudiadísima codificar todos los datos y pasarlos a un hardware. Este hardware puede tener distintas formas o soportes(un androide, un ordenador), un "alter ego" que sería el portador de aquella alma emulada. Esto significa perpetuar al individuo. En esto están metidos algunos pensadores y científicos: Anders Sandberg, Nick Bostrom que trabajan en un proyecto de "emulación cerebral completa" también investigadores del entorno de la revista Extropy; Dmitri Itskov, el Lincoln Center de Nueva York que propició el congreso de Futuro Global 2045, Bryan Johnson que invierte muchísimo dinero para que un grupo de emprendedores trabajen para realizar descubrimientos que supongan un salto cualitativo en la promesa de reescribir los sistemas operativos de la vida, etc. Todo esto abre unas vías de especulación ética que contemplan la prolongación de la vida, la mística de unos mercados globales, el papel de los nuevos soportes vitales, la capacidad de comercialización, el acceso social a la tecnología de la perpetuación, ay, amigo Luis Antonio, esto es complicadísimo.
EliminarEn cuanto al cuerpo sin alma sería eso que queda después de que hayamos realizado la trasferencia del alma al hardware del que te hablaba. Algo espantoso como decía Thomas Mann.
Un abrazo
Sí, tal como dices, el cuerpo sigue el camino del deterioro, enfermedad y muerte, pero eso no debiera preocuparnos, somos parte del universo que nace, se expande y muere, quizás para volver a empezar de otra manera. Es el ciclo de la vida y suerte tenemos de gozarlo y sufrirlo y de ser conscientes de que ni siquiera pertenecemos a una singularidad cósmica.
ResponderEliminarAbrazos
Amiga Marga, en efecto esto no debe preocuparnos, la cosa avanza y ya está, la única certeza es el dolor, aunque sea temporal.
EliminarAbrazos
El cuerpo humano, generalmente, me parece bastante feo (y ya no digamos por dentro). La ropa adecuada ayuda mucho a mejorarlo. Y, sin embargo, también pienso que, en general, en el ser humano hay más belleza que inteligencia y, quizás, que bondad.
ResponderEliminarSí, Luis Manteiga, coincido, a mí también me parece un cuerpo bastante feo y constantemente agradezco las vestimentas que ocultan y mejoran los cuerpos.
EliminarSaludos
Pero, quién sabe.
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