miércoles, 14 de diciembre de 2016

Conservas y salazones



 
El Greco. Retrato del cardenal inquisidor Don Fernando Niño de Guevara (circa 1596-1601)

La inteligencia puesta al servicio de la alimentaria siempre ha producido un bienestar a la población. Las conservas son una buena muestra de ello.

Para conservar los alimentos el hombre ha ideado diversos sistemas que son de sobra conocidos: desecado, salazón, conservas con aceites o vinagres, envasados al vacío, congelación, etc.

Además, las conservas y las salazones han permitido el trasporte de un lado para otro de las viandas y así, unos pueblos podían comer manjares desconocidos que no se producían en sus mares o campos.

Para el fletado de los barcos de trasporte y para cubrir los trámites aduaneros, se clasificaban los productos según diferentes epígrafes. Los alimentos en conserva, que generalmente eran productos de mar, se incluían en el epígrafe de Conservas y pescados.
 
congrios secos

Sin embargo, aquella clasificación no era demasiado rigurosa y algunos productos eran difíciles de encasillar. Colocarlos en una caja u otra quedaba a criterio del oficial de aduanas.

Errores de bulto y desconocimiento produjeron situaciones embarazosas, como cuando se envió a un Congreso Eucarístico el brazo incorrupto de Santa Teresa que el empleado de aduanas lo inscribió bajo el epígrafe de Conservas y pescados.

El aspecto de ciertas reliquias o despojos momificados confunde al personal. Restos orgánicos incorruptos o momificados parecen mojama o arenques desecados.
 
Creo que hoy, el antiguo epígrafe de Conservas y pescados ha pasado a denominarse Conservas y salazones y se clasifica todo según los códigos de barras, de esta manera se minimiza la posibilidad de error y así no es posible que un cuadro de El Greco sea considerado un trozo de bacalao salado y que una escultura de Giacometti se confunda con un congrio desecado.
Giacometti, escultura

10 comentarios:

  1. Siempre seremos algo fenicios.
    Apetitosas momias, que diría Vázquez Montalbán, refiriéndose a los bacalaos en salazón. Muy dados los que vivís a orillas del Medietrráneo a confeccionar ensaladas donde no falta algún pescado seco, aceitunas, tomate y pan, todo ello regado con un buen aceite de oliva. Uno de ellos, de gran consumo por la zona levantina, llamado "capellán" acompañaría muy bien esta entrada encabezada por un cardenal inquisidor.
    Te has dejado en el tintero una delicia de tierras andaluzas y extremeñas: el lomo en manteca. Vuelta y vuelta en la sartén, algo digno del paladar de los dioses.
    Un abrazo, amigo Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, ojalá conservemos el caracter fenicio. El comercio une los pueblos, traslada las culturas de un lado para otro, fomenta la comunicación. ¡Cuánto les debemos a los fenicios!
      Estas ensaladas son un prodigio, aquellas escarolas con salsa xató y unas anchoas o las ensaladas levantinas o del Empordà , ¡qué delicia!
      Un abrazo

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  2. Dicen que es pareidolia ver objetos significativos donde solo hay formas casuales. En el caso de los congrios desecados, no veo la espina reseca, sino las siluetas de mujeres primitivas en procesión.
    Y tuvo gracia quien clasificó la reliquia en la categoría de alimentos salados, se podría interpretar como alimento para el espíritu ara los devotos, aunque no sé si sería esa la intención de quien puso el membrete o fue cosa de broma enmascarada.
    Abrazo

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    1. Querida Amaltea, parece que siempre estamos dispuestos a ver objetos significativos. No me había fijado en esta procesión de "congrias" resecas.
      Supongo que el funcionario de aduanas, al ver aquel brazo pensó en lo bien que se conservaba y lo puso entre las conservas.
      Saludos

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  3. Muy interesante e instructiva entrada.Y me encanta ese punto humorístico de la catalogación de la mercancía. O es que ahora le sacamos punta a todo.

    Un abrazo, Francesc.

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    1. Querida Fanny, hay una tendencia a sacarle punta a todo, en otros tiempos había una tendencia a secarlo todo.
      Abrazos

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  4. Ignoro si el brazo de Teresa de Cepeda y Ahumada estaba de verdad incorrupto como decían los nacionalcatolicistas. Imagino que no sería con el que escribía. No quiero imaginar ni por el forro que la mano que tomaba la pluma para hacer literatura la tuvieran el de El Pardo. Sería demasiado secuestro de la libertad de expresión con varios siglos retroactivos.

    Brazo incorrupto aparte, qué finos patés hacen los portugueses con sus abundantes pescados. De gloria incorrupta.

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    1. Amigo Fackel, lo de Teresa de Cepeda era un fragmento momificado, no llegaba a momia completa.
      No he probado los patés portugueses, allí comí bacalhao guisado de mil maneras distintas, una repostería exquisita y un café con palo de canela buenísimo.
      Saludos

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  5. Vaya, esto va de gastronomía ¡¡
    me apunto.
    salut

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    1. Amic Miquel, va de alimentos conservados y de algunas obras de arte.
      Salud

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