lunes, 12 de febrero de 2024

Música americana


En diversas ocasiones he dicho que no acabo de entender la música americana o directamente he afirmado que no me gusta.


Advierto que lo que expongo sobre la música americana es una opinión estrictamente personal y manifiesto mi total respeto a todos aquellos que les gusta aquella música de las tierras que se extienden desde los fríos de Alaska hasta el cabo de Hornos.

Naturalmente, hago algunas excepciones y rescato la obra de dos o tres compositores.

En cuanto a los compositores estadounidenses, me gusta, por encima de los demás, la obra del John Cage (1912-1992), la aprecio por su modernidad, su radicalidad y su trabajo de experimentación; destaco su ASLSP (I-VIII) para piano y también su Music for piano (85 piezas).

Con reparos puedo acercarme a la obra de George Gershwin (1898-1937), este compositor que quiso estudiar con Nadia Boulanger pero que ésta lo rechazó, y que también fue rechazado por Maurice Ravel. Tanto la Boulanger como Ravel argumentaban que Gershwin estaba demasiado influenciado por el jazz, y esto, a la larga, perjudicaría su obra musical. Acepto su Rapsodia in blue y Un americano en París de 1928, pero no aguanto su Porgy and Bess, esta especie de musical pesado, ñoño y sentimentaloide.

Tampoco me gusta nada la música de Charles Yves (1874-1954) aunque esté considerado uno de los “American Originals”. Ni siquiera me agrada su Sonata Concord. Por su forma de tratar el piano, parece no haber entendido las lecciones de su padre que era un director de una banda de una ciudad pequeña. No coincido con lo que dice algún crítico cuando habla del acercamiento de Yves a la música folclórica americana, ¿qué música folclórica?, ¿cuál es la música folclórica americana, será la de los sioux o la de los apaches? En todo caso habrá que consultárselo a los de National Geographic.

Del resto de la música norteamericana podría salvar un o dos músicos de jazz, lo demás ni lo comprendo ni mi gusta. No me gustan los minimalistas, me parecen efectistas, comerciales y practicantes del “aparencialismo” que no llegan siquiera a la síntesis de sus composiciones. Tampoco me gusta Samuel Barber ni Aaron Copland, ni la música pastosa de los compositores de Hollywood.

No soporto la música popular americana, ni el rock, ni el skifflel, ni el booguie-booguie; no aguanto el country, rechazo el góspel, el funk, el heavy metal, el punk, la música disco, el house, el techno, el grunge y el hip hop. Y no me gustan los estilos regionales, tales como el zydeco, klezmer and slack key.

El Tajín. México Prehispánico


Dejo los yanquis y bajo hacia el sur. Allí, podría detenerme en la obra del mejicano Silvestre Revueltas (1899-1940), era un modernista convencido. Pondría un poco de atención en su Sensemayá que parece acercarse a Claude Debussy, esto y nada más de Revueltas. El sentimiento nacionalista mejicano hizo mucho daño. Ya se sabe los nacionalismos siempre hacen daño a las gentes y al arte. No me gustan los sones tradicionales mejicanos como el jarabe tapatío, el huapango, las rancheras y los corridos. Todo esto puede entretenernos, pero, en mi modestísima opinión, no pasa de esto, un puro entretenimiento eficaz y placentero.

Ya en el Caribe, debo decir que su diversidad de ritmos no me interesa lo más mínimo. Puedo salvar las habaneras, las guarachas y las guajiras y nada más. Proclamo, casi de forma solemne, que no me gustan nada la rumba, la salsa, el merengue, que me desagradan el chachachá, el merecumbé, la chapeta, la cumbia, el son, el calipso, el mambo y hasta el rey del mambo. Me resultan insoportables el ska, la bachata, el reguetón, el vallenato, la conga y hasta el baile de la conga.

Dragones Coruja (Brasil)

Ya en el cono sur, en Brasil, con admiración, salvo la música de Heitor Villa-lobos, es excepcional. Todo lo demás del Brasil no me interesa nada, ni Tom Jobim, ni Chico Buarque, ni João Gilberto, ni la samba ni la bossa nova. No me interesa el tropicalismo, la brega, el baião, el rock brasileño, la ciranda, la música gaucha brasileña, el funk carioca. No me interesan las Mamonas Assassinas, ni Cascata y Leonel Azevedo, tampoco las Paquitas, Fábio Junior, Milton Nascimento, Deborah Blando, Massacration, Tiririca, Tonico y Tinoco, Kátia Cega, etc.  


Pintura rupestre. Cerro Colorado Córdoba -Argentina)


En Argentina tiene especial predicamento la obra de Astor Piazzolla. A mí, sin embargo, este compositor no me gusta nada, ni siquiera aguanto sus Estaciones porteñas. Hay en Argentina una larga tradición milonguera y tanguista que a mi entender no tiene otro interés que la letra de sus canciones, pero, desde el punto de vista musical, no veo más que un ritmo de marcha trasladado de Europa al país del Plata.



NOTA.

Todo lo que he opinado se refiere a las obras musicales y no tiene nada que ver con aquellas gentes tan vitales del continente americano, hombres y mujeres que disfrutan con la música. Mis opiniones están condicionadas por mi eurocentrismo y por mi limitado conocimiento musical y que han marcado mi manera de ser. Debo decir que en mi mundo musical europeo, limitadísimo también, encuentro compositores que no me gustan y muchos géneros musicales que me molestan.

18 comentarios:

  1. jejeje...mi niño...estás cañero...
    Y a lo que vamos, comparto plenamente tu primera parte.

    Nada que decir porque como hemos hablado muchas veces, sobre gustos no hay nada escrito.

    Entiendo que en parte, entonces, te agrade Rapsodia in blue y Un americano en París, del compositor americano.

    De los ritmos caribeños te has dejado el ...cha..cha..cha..¿quiere decir eso que es algo que te desenfrena y no puedes, aun contra tu voluntad, y las piernas te llevan al medio de la pista?...

    Y sobre los tangos, te diré que sólo hay un compositor que me motiva, Carlos di Sarli. No hay letra, sólo música y muy marcada, te dejo una muestra.


    https://www.youtube.com/watch?v=dqFWz9_uqe0&list=RDEMh_tBE67wf1x6_DSyXFlCWw&start_radio=1

    Sobre los temas brasileños me quedo con Jobim y Eliane Elias, músicos influenciados por el jazz, indudablemente.

    PD: gracias por el envío en wapps app del comopitor del que me hablaste ayer. Me ha agradado , y no poco, el tema que me mencionaste.

    PD: No puedo con los ritmos estadounidenses de esos del interior que bailan en fila como si fueran soldados de la USS ARMY, y que no se ni como se llama.

    En fin, tu entrada será para ver respuestas...jejeje
    Un abrazote ¡¡¡

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    1. Miquel, he expresado mis gustos, naturalmente condicionados por mi eurocentrismo. Los gustos de los demás, quieran o no, también están condicionados.
      Cada día que pasa, en lo que a música se refiere, mi introspección va aumentando. Me interesa la música callada, la que huye del estrépito, la que no juega la partida de la ostentación sonora.
      Celebro que te hayan gustado las obras que te he enviado.
      Un fuerte abrazo.

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  2. Esas músicas, son el deleite en los polideportivos y gimnasios, mientras se hace deporte.Ya no voy,pero en las "maquinas" y bici fija,sudaba la gota gorda,con ellas.
    Saludos.

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    1. Amigo Car Res, suelen ser músicas ambientales que acompañan el ruido producido por las máquinas de los gimnasios, de los bares de copas, de los supermercados, del tren de la bruja, etc. y así, así, van creando un ambiente de ruidos que luego habrá que amortiguar, con esto se favorece a los fabricantes de aislantes acústicos y a los vendedores de audífonos.
      Saludos

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  3. Vale que el
    reguetón no
    te guste , ni
    la salsa ,
    ahora , lo
    de que
    el heavy
    no te guste
    ... ummmm,
    hare como
    que no he
    leído,con
    respecto
    a lo que si
    te gusta, te
    daras un
    atracón ,
    si los
    domingos,
    escuchas,
    de 18 a 22
    horas, el
    programa
    de Radio3,
    Los
    Ultrasónicos .


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    1. Amigo Orlando, parece que a los que les gusta el reguetón, la salsa y estos ritmos similares se lo pasan muy bien, esto debe ser positivo.
      Lo del heavy es algo que me queda muy lejos, una vez fui a una sesión de heavy y quedé atronado.
      Atiendo a tu consejo, sintonizaré Radio3.
      Un abrazo sinfónico.

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  4. Menudo repaso, me ha gustado mucho. Uno no tiene que decir que le gusta esto o lo otro para complacer a la respetable o irrespetuosa "audiencia". Yo solo tengo una norma, me gusta o no me gusta, no me encasillo. Pero esta norma se encuentra con la carencia de no conocer muchas obras y por tanto carecer de elementos de juicio. Se agradece la sinceridad y no las "medias tintas", ni la equidistancia.
    Te dejo una música americana con una letra universal y muy apropiada para este país que algunos todavía nos atrevemos a llamar España.
    "Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor
    Ignorante, sabio o chorro, pretencioso o estafador
    Todo es igual, nada es mejor
    ¡Lo mismo un burro que un gran profesor!
    No hay aplazaos, qué va a haber, ni escalafón
    Los inmorales nos han igualao.
    Si uno vive en la impostura
    Y otro afana en su ambición
    Da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos. Caradura o polizón
    Qué falta de respeto, qué atropello a la razón
    Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón.
    Siglo veinte, cambalache, problemático y febril
    El que no llora, no mama; y el que no afana, es un gil
    Dale nomá, dale que va
    Que allá en el horno se vamo a encontrar
    No pienses más, séntate a un lao
    Que a nadie importa si naciste honrao
    Si es lo mismo el que labura
    Noche y día como un buey
    Que el que vive de las minas, que el que mata, que el que cura
    O está fuera de la ley."
    https://www.youtube.com/watch?v=5RDWtPH9x3Y
    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, he manifestado lo que a mí me disgusta y que cada uno escuche lo que más le apetezca, ya he dicho que lo respetaba.
      Parece que muchos pretenden que a cualquier otro deberá gustarle lo que a ellos les gusta, esto es una forma de intolerancia. Yo tolero que a muchos les guste el merecumbé o el vallenato y no por esto les voy a poner el dedo en el ojo, pero que a mí me dejen con Tomás Luis de Victoria o Giacomo Carissimi.
      Oh, has puesto "Cambalache", es una letra muy buena, creo que estuvo prohibida durante un tiempo. Ya se sabe, la expresión de muchas verdades suele prohibirse.
      Un abrazo.

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  5. A mí me pasa con la música americana como con la música europea: unas piezas sí y otras no...

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    1. Amigo Pedro, yo doy un repaso a las obras de música americana, las he escuchado con bastante atención y puedo decir que las que me han gustado se podrían contar casi, casi, con los dedos de una oreja.
      Debe ser cosa de mi apego a la música europea, creo que la marca que me ha dejado la audición de la polifonía clásica ha dejado su huella.
      Salud.

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  6. ¡Caramba, Francesc! vaya lista te has marcado sobre las músicas de América que detestas. Está muy bien que lo proclames, es buena idea; algún día haré algo parecido. Veo que en ella hay algunos géneros musicales que me encantan y que escucho con frecuencia, incluso los programa Gran Uribe en su blog cuando se tercia. Otros los detesto también. Eso sí, reconozco que en la música clásica americana estoy bastante pez, aunque reconozco que Gershwin me pone "nerviosito".

    En fin, está claro que en estos asuntos y en otros cada cual es cada cual y no tiene sentido alguno discutir. O, como dirían los clásicos, «De gustibus et coloribus non disputandum».
    Un abrazo.

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    1. Amigo Gran Uribe, he escuchado mil y una veces piezas de música americana y en general no me han gustado. Seguramente es debido a eurocentrismo y esta cultura musical que viene de antiguo. He querido dar un somero repaso para evitar generalizaciones y me he limitado a decir que la música americana no me gusta, pero tolerando, eso sí, que cualquiera escuche la música que le apetezca.
      Animaría a todos a que expresaran sin miedos, sus gustos artísticos con absoluta libertad sin temor a que algún intolerante le tirara un vaso de ácido sulfúrico a los ojos. Tolerancia, pido tolerancia.
      Un abrazo.

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  7. Jajaja mi querido FRANCESC, te has cargado de un plumazo la inmensa mayoría de los músicos con los que han crecido, soñado y vivido cuatro o cinco generaciones de millones de personas en todo el mundo, pero… para gustos son los colores, todo respetable. Aun manifestando que no conoces en profundidad esa música has hecho un recorrido casi exhaustivo por todos los estilos ¿ sabes qué pienso? Que te ocurre como con la tónica.. los has probado poco ; ) No obstante si me lo permites, te diré que a mi de la música americana me es más fácil decir lo que no me gusta que lo que me gusta.. salvo el country, el bluegrass de américa del norte y el el ska y el reguetón más del sur.. ¡todos los estilos!
    Aunque dentro de cada uno como en todo hay buenos y malos intérpretes, pero en todos los demás estilos sieeeempre hay algo que me gusta y particularmente de todos los músicos que has despreciado personalmente jajaja sin ninguna duda salvo a ¡Astor Piazzolla! maaadre mía .. no puede ser que no te guste ..claro que si no te gusta el sonido del bandoneón, imposible apreciarlo.. a mi, me derrite su Milonga para un ángel, el Libertango o la entrañable balada para un loco… Las tardecitas de Buenos Aires tiene ese qué sé yo, ¿viste? Jaja en fin.. te leí creo en el blog de DANIEL que te gustaba o te sentías un poco esimismado... va a ser eso, necesitas soltar la melena al viento jajaja Un beso grande!

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    1. No María, NO, yo no me he cargado nada, no me he cargado a los músicos americanos, no me he cargado ninguna generación. Sólo he dicho que a mí no me gusta la música americana y respeto a todos aquellos que les gusta la música de aquel continente.
      Cuando uno manifiesta un determinado gusto hacia algo no significa que se cargue aquello que le disgusta. Que toquen el banjo o la quena, que bailen el skifle o canten milongas todo cuanto quieran, no me opongo, faltaría más. Solo digo que a mí no me gusta.
      Hay buenos interpretes en todos los géneros, veo en el jazz unos interpretes extraordinarios, pero yo soy incapaz de atender esta música sincopada más de cinco o diez minutos, no me gusta el bandoneón ni el tango, tampoco me gusta Piazzola ni su Libertango, pero no me gusta y ya está, si a otros les gustan, pues que lo escuchen, no, por esta razón, les voy a arrancar la piel del pie.
      Cuánto me gustaría que cada uno pudiera expresar sus preferencias musicales, artísticas, literarias, gastronómicas, sexuales, etc. con total libertad sin temor a que lo crucificaran. Ya sé que tú comprendes todo esto y aprecio a las personas como tú que entiendes de la cuestión, tienes un humor muy inteligente y además eres muy tolerante.
      Ja, ja, ya sabes que no me voy a soltar la melena, esto es algo que a los calvos no nos está permitido.
      Abrazos mil.

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    2. Tienes tooooda la razón, ocurre q cuando te gusta algo, necesitas compartir ese sentimiento. Cuesta mucho admitir q el otro no disfruta con lo mismo q tú ...Parecido a lo que le ocurre al abrigo....¿qué es?
      Prenda de ropa q pone la mamá a su hija, cuando ella -la mamá- tiene frío ; ) Un beso y disculpame por favor, ...aunq sé q sabes q bromeaba !

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    3. María, amiga mía, no hay nada que perdonar, yo siempre aprecio tus comentarios y disfruto mucho con tu humor inteligente.
      Ya sé que bromeabas, esto es una maravilla, que celebramos con la música de Paganini o Rossini.
      Un fuerte abrazo.

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  8. Discrepo, amigo... Me encanta el soul, el blues, el country... Realmente disfruto con ellos y soy consciente de la paradoja: unos son música "negra" y otro música blanca del sur, pero, que le vamos a hacer...
    Ah, y por supuesto el rock de los sesenta/setenta... Los clásicos, vamos.
    Un abrazo

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    1. Amigo Ildefonso, está muy bien que disfrutes con el soul, el blues, etc. esto es muy positivo, naturalmente, no todos disfrutamos con las mismas músicas, sería aburridísimo un mundo de un único color.
      Seguramente debido a mi eurocentrismo y a mi afición por la música clásica, que viene de cuando era muy niño, he limitado mis gustos musicales.
      Un fuerte abrazo.

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